Segunda ola de Covid 19. Los gobernadores, bajo presión por la estrategia sanitaria y el factor electoral
La mayoría califica de “arriesgados” a los que no adhirieron al pie de la letra a las restricciones definidas por la Rosada. Se preparan para negociar regionalmente por vacunas.
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CORDOBA.- Los pases de factura están a la orden del día en la lucha contra el Covid-19 en la Argentina. A diferencia de en el 2020, este año las elecciones están cerca y cada decisión –más allá de las declaraciones- incluye ese componente. Los gobernadores, en general, aceptaron el decreto nacional de nuevas restricciones bajo la idea de que es “arriesgado” exponerse a que otra decisión “salga mal”. No quieren asumir costos políticos y, por lo mismo, varias administraciones se sumaron a las que ya tenían negociaciones con laboratorios por vacunas. La perspectiva es que hasta fin de este año no conseguirán.
La estrategia de los gobernadores cuando la pandemia comenzó y el brote se concentraba en la Ciudad de Buenos Aires y el AMBA fue gestionar la cuarentena definida por Nación. La situación se les tornó más complicada cuando los casos empezaron a expandirse en todo el territorio. Esta vez, después de pedirle al presidente Alberto Fernández que no cerrara la economía para no profundizar la crisis por ese lado, adhirieron a las medidas determinadas por Nación. El jujeño Gerardo Morales, el mendocino Rodolfo Suárez y el cordobés Juan Schiaretti son los que fueron más flexibles en la adhesión.
“Es una jugada muy arriesgada, si se les llega a complicar el sistema sanitario tendrán que asumir la responsabilidad”, dijo a LA NACION el vocero de un distrito importante y peronista. Desde la administración de Suárez plantean que, claramente, son “decisiones” y enfatizan que siempre el Gobernador intentó mantener el “equilibrio” entre lo sanitario y lo económico-financiero. Incluso mencionan que en ese punto Mendoza y Córdoba “se parecen aunque nunca hayan coordinado ninguna decisión”.
Una vez más, las provincias más chicas y más dependientes de las transferencias nacionales –su economía básicamente se mueve alrededor del Estado- son las que adhirieron sin cambios a las limitaciones establecidas por Nación. “No son duras; el Presidente escuchó nuestras inquietudes y la actividad no se frena. Entendemos que mientras se pueda manejar la situación sanitaria, eso seguirá así”, señaló a este medio un funcionario riojano.
Desde Jujuy -altamente dependiente de Nación ($88 de cada $100 que administra vienen de la Rosada)- apuntaron que Morales mantiene la lógica con la que se movió durante la primera ola; fue de los distritos que antes abrió actividades y después fue actuando por focos de brotes. Por caso, en la administración pública ya no hay teletrabajo. Desde el área de Salud apuntaron que, por el momento, no hay departamentos complicados. “Es año de campaña y eso siempre genera críticas y reclamos, pero no tenemos niveles de contagios importantes”, describieron.
En todas las provincias reconocieron que hay un relajamiento en las medidas de cuidado e insistieron en que controlarán “fuerte” para evitar tener que avanzar en restricciones. La incógnita es la capacidad de control de los Estados en todos sus niveles y, además, la voluntad de avanzar en sanciones que podrían implicar un aumento de la tensión social.
La intención de los gobernadores, esta vez, es que si hay un “endurecimiento” de las restricciones –esperan nuevos picos de casos en diez días-, no aplicarlas de manera general. “Eso ya vimos que fracasó”, planteó una fuente del sur, sino “atacar a donde están los focos, que siempre son urbanos”.
VACUNAS, HACER VOLUMEN
Ningún funcionario usa la palabra “electoral” pero está en la agenda de todos. Cuando las conversaciones avanzan reconocen que tanto un desborde sanitario como un parate económico total tendrán impacto en las legislativas.
Por otro lado, las declaraciones del jefe de Gabinete, Juan Pablo Cafiero, respecto de que las provincias pueden comprar directamente vacunas dejó en evidencia lo que todos los mandatarios ya sabían. En las últimas horas se fueron sumando más a los que ya –como describió este diario hace un mes- estaban en negociaciones.
“Esto es pasar la pelota a la otra cancha, ahora nosotros podemos comprar. O es compartir responsabilidades de algo que no resultó”, dijo Suárez respecto a esa posibilidad. En Córdoba indicaron que tratarán de negociar junto a Santa Fe y Entre Ríos para hacer volumen (en la región centro hay ocho millones de habitantes); la administración de Schiaretti desde hace meses mantiene contactos con laboratorios.
Una iniciativa similar asumirían los patagónicos: armar una negociación regional. El tema estará en la agenda de la próxima reunión de gobernadores, donde analizarán cuál es la mejor estrategia para salir al mercado internacional. “En una zona con pocos habitantes, es positivo hacer número”, describió un funcionario neuquino.
La voluntad, lo saben los gobernadores, no alcanzará para conseguir dosis probablemente hasta fin de año. “Las farmaceúticas escuchan, pero primero están los Estados federales con los que ya tienen compromisos asumidos; antes de finales de 2021 ninguno asegura poder proveer”, reconoció un funcionario de Schiaretti. La ministra de Salud de Santa Fe, Sonia Martorano, admitió a Radio 2 que están " averiguando” sobre las posibilidades. “No sé si será tan fácil conseguirlas”, sostuvo.
“El debate sobre la adquisición de vacunas es abstracto. Hoy no encuentro solución real en el mercado. Las contrataciones serían recién para fin de año o el año que viene”, dijo el ministro de Salud de la ciudad, Fernán Quirós. El gobernador bonarense, Axel Kicillof, también tiene negociaciones abiertas.
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