Según un estudio, sin los planes Potenciar Trabajo el índice de desempleo sería del 12,6%
El trabajo establece que la desocupación se incrementaría más de cinco puntos si no se computara la asistencia que reciben los movimientos; el 57,6 % del total de beneficios se concentra en la provincia y la ciudad de Buenos Aires
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CÓRDOBA.- “Con esta desocupación debería haber menos planes. El Estado nacional debe recuperar el control y la auditoría de los planes, que no pueden seguir tercerizadas”, dijo anteayer la vicepresidenta Cristina Kirchner. Ayer, el presidente Alberto Fernández salió a defender a las organizaciones sociales. El plan Potenciar Trabajo abarca, a abril último, a 1,2 millones de personas, que son consideradas ocupadas por las estadísticas oficiales. Si se restan estos beneficiarios del empleo, la desocupación en el cuarto trimestre de 2021 pasa del 7% al 12,6%.
El distrito más afectado es el conurbano bonaerense, que concentra el 38,3% del total de planes; allí saltaría de 8,2% al 16,2% y en el gran Córdoba -hoy lidera el ranking con 10,1%- subiría a 13,3%. El 57,6 % del total de beneficios se concentra en provincia de Buenos Aires y en la Ciudad de Buenos Aires.
Los datos derivan de una investigación del economista Nicolás Quaglia a la que accedió LA NACION. Docente de las universidades Nacional de Córdoba y de la de Buenos Aires, es también director de Promoción de Empleo de Córdoba, Quaglia aclaró que el trabajo lo hizo como parte de su vida académica. “Se reemplazó trabajo formal con programas sociales. Es muy complicado dar vuelta esta realidad; son muchos años; hay que segmentar la población, comenzar con los más jóvenes porque no es la misma realidad para todos. Los que llevan una década afuera no responden a un mercado para el que no alcanza tener voluntad sino que pide calificaciones de base”, dijo a LA NACION.
Además del análisis “¿Cuánto es el desempleo en Argentina? El impacto del plan Potenciar Trabajo en las estadísticas laborales”, Quaglia junto a Darío Bertero diseñaron “Puentes”, una propuesta para transformar las ayudas sociales en empleo. Subrayó que la pandemia del Covid-19 afectó negativamente a la Argentina -como al resto del mundo- en producción y trabajo. El plan Potenciar Trabajo pasó de 534.898 a 877.889 beneficiarios y beneficiarias entre 2019 y 2020, un crecimiento de 64% que tuvo impacto directo en las estadísticas laborales. Entre el año pasado y este, la suba fue de 38,8%. En marzo del 2020, el Potenciar Trabajo unificó los programas Hacemos Futuro y el Salario Social Complementario.
Sin el Potenciar, la desocupación nacional pasa del 7% al 12,6%, una suba de 5,7 puntos porcentuales. Quaglia aclara que ese valor de dos dígitos plantea un “piso en el problema laboral, ya que existen otros programas que también afectan en menor medida” las estadísticas. Sin esa suerte de anabólico, el desempleo en el Conurbano Bonaerense, pasa a 16,2% y en CABA al 8,1%. Los aglomerados de Gran Córdoba y Gran Rosario también aumentan en 3,2 y 2,1 puntos porcentuales respectivamente.
El análisis también aborda la distribución geográfica del Potenciar Trabajo; cita al informe del segundo trimestre del 2021 del Consejo Nacional de Políticas Sociales: “Buenos Aires es el distrito que concentra 53,2% (534.895) de los/as titulares. Esto es acorde con la concentración de población en el territorio, que de acuerdo a las estimaciones realizadas por Indec alcanza el 38,7% de la población del país. Tucumán secunda a Buenos Aires, agrupando el 5,6% del total de las/os titulares activas/os, mientras que el resto de las provincias registra una incidencia menor al 5% sobre el total nacional”.
Quaglia apuntó a las “inconsistencias” de esas justificaciones. “¿Porqué recibe la provincia de Buenos Aires el 53,2 % de los beneficios si tiene un peso poblacional del 38,7%? ¿Y por qué la segunda provincia en recibir estos beneficios es Tucumán, cuando ocupa el quinto puesto en el ranking poblacional?”. Sobre datos oficiales, el promedio de planes por distrito es de 41.919; por encima solo están Buenos Aires, Tucumán y CABA.
Si se considerara el criterio poblacional, por ejemplo, Córdoba y Santa Fe más que duplicarían la cantidad de beneficiarios del programa; deberían subir 178% y 164%, respectivamente mientras que Mendoza tendría que incrementar 154% los beneficios.
Qué hacer
El análisis fue acompañado de una propuesta que plantea establecer una intervención gradual de cuatro etapas, divididas por edades y lanzadas cada cuatro meses. La incorporación de los beneficiarios será obligatoria y tendrán tres meses para encontrar un empleador privado donde realizar las prácticas laborales. Transcurrido ese tiempo, la persona dejará de percibir la asignación estímulo hasta encontrar empresa.
También propone la creación de un Programa Nacional de Entrenamiento Laboral en el sector privado, de 12 meses de duración, que sea el puente entre el plan social y el empleo formal. Apunta a establecer una Unidad de Intermediación Laboral, para fortalecer la inserción de las personas beneficiarias en empresas; ofrecer capacitaciones obligatorias en habilidades socio laborales y oficios; generar espacios de cuidado para los hijos e hijas de quienes deben hacer la transición; eximir de cargas patronales por cinco años a las empresas que contraten y suma a las estatales o prestatarias del sector público con una cuota de gente para hacer prácticas.