Secretos de la marcha del #sísepuede: cómo se eligieron los destinos de Macri
El acto de Juntos por el Cambio que utilizó como platea las Barrancas de Belgrano le costó a las arcas de Pro casi dos millones de pesos. Fue una de las escalas con mayor despliegue en la gira por el país que inició Mauricio Macri con su caravana de campaña. El Gobierno juega sus últimas cartas con promesas electorales y apuesta a los escenarios en los que cree que el Presidente puede estirar su cosecha en las elecciones generales.
La seguidilla de actos de la llamada "marcha del Sí Se Puede" tiene presentaciones previstas en ciudades del interior del país, combinadas con breves escalas en localidades aledañas. Hasta ahora, el Presidente viajó ida y vuelta, para pernoctar a la quinta de Olivos, aunque no se descarta que en los próximos días pase la noche en alguno de los destinos. Para ir a Junín utilizó el helicóptero presidencial y para su paso por Córdoba, hoy, se trasladó en uno de los aviones Tango.
En Pro apuntan a los centros urbanos, donde ven chances de recuperar votos de electores que alguna vez votaron por el macrismo pero que en este turno electoral le soltaron la mano al Gobierno, desencantados por los malos resultados económicos y la merma del poder adquisitivo.
Los datos de las PASO fueron un insumo clave para hacer ese cruce de información. Según reconocen en el laboratorio electoral de Pro, de acuerdo a sus planillas, fue el conurbano el territorio más golpeado y desencantado, si se compaña con los comicios de 2015 y 2017. Pero es en los centros urbanos del interior donde en Juntos por el Cambio ven más chances de recuperar algún afluente de votos.
Gira de Macri
Para definir los itinerarios proselitistas, la Casa Rosada combinó la agenda con actos de gestión catalogados como oficiales y tuvo en cuenta la proximidad geográfica de los destinos. Mañana, el Presidente estará en la provincia de Santa Fe. Irá vía ruta desde Esperanza hasta Rafaela, con escalas intermedias. El jueves será el turno de la provincia de Entre Ríos, con paradas en Concepción, Paraná y La Paz.
El viernes se espera un acto importante en Bahía Blanca, donde Macri volverá a mostrarse con la gobernadora María Eugenia Vidal. De allí el Presidente volará a Mendoza, para capitalizar el triunfo del radicalismo, que el pasado domingo logró retener la provincia con Rodolfo Suárez, delfín del gobernador Alfredo Cornejo (UCR). El lunes, en tanto, será el turno de Tucumán, con la Plaza Independencia como escenario.
La producción general de los actos está a cargo de Hernán Lombardi, que hace "avanzadas" a los territorios con la ayuda de su segunda, Gabriela Ricardes. Allí define la locación y realiza el enlace con los referentes locales del oficialismo.
Cada vez que pisa un terruño oficialista, el gobierno local colabora con la logística del Presidente. En caso de jugar de visitante, Pro se ocupa de la contratación de proveedores. Los equipos de sonido, las pantallas y los baños químicos fueron los mayores gastos en los que incurrió el macrismo en Belgrano.
Los referentes locales, en tanto, proveen otro factor clave para garantizar el clima de los actos: la afluencia del "aparato". Aunque lejos movilizar como los barones del conurbano, el oficialismo se garantizó asistan equipos de los funcionarios locales para elevar la mística y complementar la convocatoria vía redes sociales que realiza Macri. Pro también invita a los voluntarios inscritos en las plataformas de Juntos por el Cambio. "Buscamos que el voluntariado sienta protagonismo, más allá de garantizar la convocatoria", aseguran en el macrismo.
En la Casa Rosada esperan que Macri pueda sostener el esquema de actos hasta la veda electoral. Peña y el secretario de la Presidencia, Fernando De Andreis, definieron el esquema general de la gira, aunque semana a semana realizan ajustes, de acuerdo a la agenda presidencial.
En su disertación frente a la Unión Industrial Argentina (UIA), en Córdoba, este martes el Presidente aprovechó para seducir a su auditorio con elogios y para hacer promesas de campaña. Tal como anticipó LA NACION, dijo que impulsará una baja de la presión impositiva, con proyectos para reducir impuestos para monotributistas y pymes.
En rigor, el Gobierno enviará dos proyectos de ley al Congreso, aunque casi no habrá chances de tratarlos en medio de la campaña. No importa ahora su implementación efectiva: Macri tiene el traje de candidato y busca reconquistar voluntades en los 26 días que tiene hasta someterse a las urnas.
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