Se tensa la negociación entre Triaca y la CGT por la reforma laboral
El Gobierno aceptó algunos cambios al proyecto, pero el acuerdo todavía sigue lejos: el ministro de Trabajo recibirá mañana a los gremios
En un alto de la cumbre mundial contra el trabajo infantil, Jorge Triaca se encerró hoy en una oficina del predio de la Rural con los sindicalistas Juan Carlos Schmid y Gerardo Martínez. Fue una charla de unos 30 minutos, en la que hubo un ligero intercambio sobre la negociación en curso por el proyecto oficial de reforma laboral. Acordaron un encuentro para mañana entre el ministro de Trabajo y el triunvirato de mando de la CGT .
El fluido intercambio, sin embargo, no es garantía aún de un respaldo de la central obrera a la iniciativa que elaboró la gestión de Mauricio Macri. Los sindicalistas mantendrían la postura orgánica del jueves pasado: rechazar cualquier cambio de la ley de contrato de trabajo y avalar únicamente el proyecto de blanqueo laboral, el de pasantías y la creación de un Agencia de Evaluación de Tecnología de Salud, cuya finalidad será la de reducir el nivel de litigiosidad que existe hoy en contra de las obras sociales.
Tampoco conformaron a los gremios las modificaciones que el Ministerio de Trabajo introdujo en el plan inicial, que era de 145 artículos. El equipo de Triaca aceptó el lunes ante los abogados de la CGT dar marcha atrás en el punto que igualaba los derechos y las obligaciones del empleador y del empleado. También cedió en la exclusión de las horas extras y comisiones de las indemnizaciones , en dar de baja la creación de un “banco de horas” para computar las jornadas de manera anual y en los cambios unilaterales en los contratos de trabajo.
Pero esas modificaciones no habrían sido suficientes para convencer a la CGT, que se mantiene en alerta por otros puntos del proyecto. Hay dos ítems clave que siguen causando resistencia: la creación de la figura del “trabajador autónomo económicamente dependiente” , que preste servicios personales para una empresa o persona física hasta en un 80% de sus ingresos anuales, excluyéndolo del régimen del contrato de trabajo y remitiendo a una regulación estatutaria especial.
El otro es el artículo que fomenta la tercerización en áreas como seguridad, higiene, informática y transporte, excluyendo al gremio de la actividad principal. Es un punto que golpea casi de manera directa en la construcción de poder sindical de los camioneros de Hugo Moyano.
De hecho, Pablo Moyano, salió hoy a criticar fuertemente el plan de la Casa Rosada. “Esta reforma laboral es peor que la de Brasil, inclusive peor que la de los 90. En la última reunión del consejo directivo de la CGT se resolvió rechazar la reforma laboral. Esperemos que gobernadores, diputados y senadores que cantan la marcha y tienen cuadros de Perón y Evita no voten esta reforma en contra de los trabajadores”, dijo el número dos de los camioneros en FM La Patriada.
Con menos margen para negociar con la Casa Rosada los puntos más polémicos de la reforma laboral y sin un acuerdo cerrado con los gobernadores peronistas para bloquear la iniciativa en el Congreso, la CGT intentará mañana dilatar el debate sobre los ítems que no hay consenso y avanzar en los que sí los hay, como el blanqueo.
Mientras tanto, un sector rebelde de la central peronista ya activó una protesta en rechazo del plan reformista. La movilización podría ser antes del 23 del actual, cuando los referentes de la CGT y de las dos CTA coincidan en una visita al Vaticano para reunirse con el papa Francisco. Un anticipo de esta inesperada unidad sindical podría reflejarse hoy en un encuentro en el hotel Castelar con Guy Ryder, el inglés que lidera la Organización Internacional del Trabajo.
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