Se recaudaron US$56,3 millones para dos campañas del kirchnerismo
Los colaboradores de De Vido tuvieron una activa participación en las elecciones de 2013 y 2015; Electroingeniería, Iecsa y Albanesi, las empresas que más aparecen
En el último gobierno de Cristina Kirchner se dieron dos campañas: una legislativa, en 2013; la otra, la presidencial de 2015. Justamente de esos dos años hay registros en los cuadernos que escribió Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta . Durante ese tiempo, y siempre según las anotaciones que investiga la Justicia, Electroingeniería, Iecsa y Albanesi fueron las compañías que más dinero entregaron.
Según la base de datos construida por LNData, en la que se compilaron todas las anotaciones, aquel auto que llevaba a los funcionarios que respondían directamente a Julio De Vido recolectaron 56,3 millones de dólares. Además de las tres empresas mencionadas, Centeno tomó nota de retiros de dinero en Isolux, Supercemento, JCR Construcciones, Impsa, Nelly Entertainment, Vicentín, Grupo Taselli, Yacimientos Carboníferos Río Turbio, Panedile, Ucsa, Herport y TEBA, la empresa que maneja la concesión de la estación Retiro.
La empresa eléctrica, que por estos días tiene detenido a uno de sus socios, Gerardo Ferreyra, encabezó el ranking. El 18 de septiembre de 2013, en el domicilio de 25 de Mayo 489, sede porteña de la firma de origen cordobés, se entregaron US$8 millones. "Los llevé a Nelson (Lazarte) y al licenciado Baratta a Alem y Lavalle, se fueron caminando a 25 de Mayo 489 y mientras di la vuelta con el auto, ya estaban esperándome con el bolso lleno de dinero. Hablaban de 8 millones de dólares y regresamos al Minplan [Ministerio de Planificación Federal]", dice el registro de ese momento.
Luego pasó el tiempo. Y en plena campaña electoral que tenía como principales competidores a Mauricio Macri y a Daniel Scioli, hubo otros dos pagos. El 18 de junio de 2015, el procedimiento fue similar. Lazarte se bajó del auto de Centeno en la misma esquina, caminó hasta las oficinas de la constructora y volvió con 250.000 dólares. El 3 de agosto de ese año, se repitió la maniobra y la cantidad de dólares.
En la madrugada del 1° de agosto, la Justicia detuvo a dos ejecutivos de Electroingeniería. Además de Ferreyra, el director comercial de la firma, Jorge Neira, quedó a disposición del juez Claudio Bonadio. Pasaron los días y finalmente, este último se sumó al listado de imputados colaboradores. Dijo que había hecho aportes de dinero al gobierno de entonces y fue su jefe el que asumió la responsabilidad en la maniobra.
Ferreyra confesó que aportó dinero y que era para la campaña. Aclaró que es un militante de la causa política que encabeza Cristina Kirchner y que ese dinero tenía que ver con esta simpatía política. Eso sí, dijo que su identificación con el modelo nacional y popular, y su rechazo a las políticas capitalistas le generan un rechazo al dólar. Nada de moneda extranjera, todo se pagó en pesos.
Los aportes que realizó Ángelo Calcaterra, el primo del presidente Mauricio Macri, según Centeno, llegaron a 6,5 millones de dólares. Sin embargo, en la Justicia el empresario reconoció que efectivamente se entregó dinero y que fue para las campañas. También aceptó que fueron varias veces las que los recaudadores llegaron a las oficinas de la empresa que se ubicaban detrás del Hotel Hilton, en pleno Puerto Madero. Dicen que fueron cuatro, y qué en cada uno de los encuentros en el estacionamiento, el monto era de entre 150.000 y 200.000 dólares.
Armando Loson, el dueño de la energética Albanesi, se anota tercero. También confesó, como todos, aunque dijo que el monto fue menos. Aceptó haber pagado $1,8 millones, lejos de los US$4,6 millones que están en los cuadernos y que constituyen la imputación. Entre 2013 y 2015 están registradas ocho visitas a las oficinas de la energética. Si se promedia, y según los dichos del empresario, en cada uno de los encuentros se entregaron 200.000 pesos, poco si se tiene en cuenta los montos investigados.
Luego sigue Isolux, la constructora cuyo CEO, Juan Carlos De Goycoechea, reconoció entregar importantes montos a los pasajeros del Toyota de Centeno. El empresario dijo que fueron varias entregas y habló de miles de dólares. Supercemento, una empresa constructora que tiene su sede en el barrio de Belgrano, fue otro de los domicilios transitados esos días de diciembre. Según las anotaciones de Centeno, allí se pasaron a retirar 3,2 millones de dólares. Pero en la empresa, como en todas, dicen otra cosa: apenas US$50.000 cada entrega.