Se demora cada vez más la conformación del Consejo de Mayo ante los nuevos frentes de conflicto
Ya venció el plazo establecido por decreto para crear el organismo multisectorial lanzado por Milei el 9 de julio
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LA NACION
Más de dos meses pasaron desde aquella gélida noche en Tucumán, cuando Javier Milei, varios de sus funcionarios cercanos y 18 gobernadores firmaron el Pacto de Mayo, aquel conjunto de principios económicos y sociales a ser puestos en práctica por el Consejo de Mayo, organismo que el propio Presidente había alumbrado en un discurso en Córdoba, días antes de aquella cita en la Casa Histórica.
Ocho días después de aquel 9 de julio, el Gobierno le daría forma concreta, a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial, a ese consejo, un “órgano colegiado consultivo de debate y elaboración de proyectos de leyes”, e integrado por un presidente, el jefe de gabinete, y seis consejeros del Poder Ejecutivo, el Congreso, el empresariado y los sindicatos. Empezaría a funcionar, según ese decreto, a mediados de agosto. Pero nunca se activó.
A más de un mes de vencido el plazo para su puesta en marcha, el Consejo de Mayo es hoy poco más de una idea, con objetivos ambiciosos, pero que aún está lejos de ponerse en práctica. Mucho más aún después de los nuevos cortocircuitos entre la Casa Rosada y las provincias por el ajuste dispuesto en el Presupuesta 2025.
“Es cierto, estamos un poco demorados, pero en estos días se va a avanzar”, reconocieron a LA NACION en dos despachos muy cercanos al del Presidente. La vorágine de las últimas semanas y otros temas más urgentes fueron aplazando las definiciones, aunque el Poder Ejecutivo dio el primer paso, al designar al ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, como consejero por parte del Gobierno.
¿Y el resto? “Nosotros estamos listos, falta que el Congreso, los empresarios y los sindicalistas se pongan de acuerdo”, contestaron desde la planta baja de la Casa Rosada, donde el jefe de gabinete, Guillermo Francos, tiene su despacho. A modo de especulación, en la jefatura de gabinete especulan que “designar un diputado, un senador y un gobernador serían las tareas más sencillas. Con el empresariado no sabemos cómo harán para ponerse de acuerdo, y la CGT seguro está en contra, no creemos que quieran participar”, dieron por hecho en un despacho oficial.
Más allá de “esperar” que las partes designen a un representante, el Gobierno ya empezó con los primeros tanteos, con la consigna de “sugerir” algunos nombres. Según comentaron a LA NACION desde distintos gobiernos provinciales, los mandatarios discuten la propuesta alcanzada por un miembro del gabinete, para que el radical mendocino Alfredo Cornejo sea el designado en representación de los gobernadores. Sería un “nombre de consenso” de los 18 firmantes del Pacto de Mayo, ya que nadie espera que los seis que no llegaron a Tucumán (entre ellos, el kirchnerista bonaerense Axel Kicillof o el riojano Ricardo Quintela) tengan intenciones siquiera de formar parte de las negociaciones. Más allá de coincidir con el decálogo firmado en Tucumán, el gobernador de Mendoza aún no respondió la invitación, otro eventual contratiempo para el Poder Ejecutivo.
Los diputados y senadores que llegaron a Casa Rosada en las últimas semanas manifestaron en que vieron a un Presidente que “escucha”, que está más abierto al diálogo, aunque siempre firme con sus premisas de defensa del equilibrio fiscal (uno de los puntos del Pacto de Mayo) y la batalla contra la inflación. Pero también coincidieron en que el Consejo de Mayo, que deberá tener un representante de la Cámara alta y otro de la Cámara baja, no se mencionó en esas charlas, muy marcadas por las cruciales votaciones en el Parlamento. “No se habló de eso, me parece que el tema está un poco pinchado”, confesó uno de los asistentes a una de esas conversaciones en Balcarce 50.
Por el lado del empresariado, cerca del titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, afirmaron que no tenían noticias del Consejo de Mayo. “No hemos oído nada al respecto”, comentaron desde la entidad. El nombre del representante del sector empresarial podría salir de hombres de negocios cercanos a la Casa Rosada, sugirieron en un despacho oficial.
En relación a la CGT, la reforma laboral planteada en el Pacto de Mayo y en la Ley Bases, y cuya reglamentación se discute puertas adentro del Gobierno, y conflictos abiertos como el planteado con los sindicatos aeronáuticos, conforman un combo difícil de saltear. “No llamó nadie, sabemos que el único nominado hasta ahora es Sturzenegger, pero nada más”, contestaron cerca del secretario general de la CGT, Héctor Daer. ¿Y si los llaman? “Tampoco vamos”, contestaron, tajantes, desde la central sindical. En tren de sugerir nombres, el Gobierno confía en sindicalistas cercanos, como el gastronómico Luis Barrionuevo, aunque aún no hubo ofrecimiento formal. “Se va a avanzar”, confiaron desde el despacho de Sturzenegger. Otros sectores oficiales, sin embargo, no compartan el mismo optimismo.
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