Se define la audiencia de Javier Milei con el papa Francisco para el lunes 12 de febrero
El Gobierno espera una notificación oficial de la Nunciatura Apostólica; el Presidente tiene la intención de asistir a la canonización de Mama Antula, la primera santa argentina, en el Vaticano
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Mientras el gobierno de Javier Milei está a la espera de una respuesta oficial de la Nunciatura, fuentes cercanas a la Casa Rosada dejaron trascender que el papa Francisco recibirá al Presidente el próximo lunes 12 de febrero en el Vaticano.
De confirmarse la fecha, sería un día después de la canonización de la primera santa argentina, Mama Antula, ceremonia a la que el mandatario argentino anunció su intención de asistir.
“Hicimos una invitación formal y esperamos una respuesta formal. Confío en que será inminente”, dijo una fuente de la Cancillería consultada en las últimas horas por LA NACION.
La audiencia será el corolario de una relación entre Francisco y Milei que comenzó en forma muy tirante, por los agravios públicos que se conocieron cuando el mandatario era candidato a presidente y que luego se encauzó con el llamado telefónico del Santo Padre al líder libertario, en noviembre, para felicitarlo por el triunfo electoral.
Luego siguió la carta del presidente Milei al Santo Padre para invitarlo a visitar la Argentina. Esa vía oficial fue el paso que se esperaba, luego de una reunión informal que varios obispos argentinos –de distintas provincias- mantuvieron con el ministro del Interior, Guillermo Francos, en la casa de la exsenadora nacional María Cristina Guzmán, que se ofreció para acercar posiciones y encontrar canales de comunicación.
La reunión de Milei con Francisco podría realizarse en el Palacio Apostólico. En medios católicos se sostiene que es una práctica habitual que el Santo Padre reciba en una audiencia al presidente del país de la persona canonizada. La ceremonia está prevista para el domingo 11, a las 9, hora de Roma.
Fuentes del Episcopado, en tanto, indicaron a este diario que la audiencia de Francisco con Milei es una decisión que compete al Gobierno y al Estado del Vaticano y en ella no intervienen los obispos argentinos. Lo mismo ocurre con la designación pendiente del futuro embajador argentino ante la Santa Sede.
“La decisión del embajador será de la canciller, Diana Mondino, y lo más probable es que sea un diplomático de carrera”, anticipó la fuente de la Cancillería.
El acercamiento
Según pudo saber LA NACION, en la Iglesia argentina no había caído bien que ninguna figura representativa del flamante gobierno de La Libertad Avanza haya concurrido a la misa de beatificación del cardenal argentino Eduardo Pironio, celebrada en la Basílica de Luján el 16 de diciembre pasado, seis días después de la asunción del Presidente.
Allí se deslizó el valor que podría tener una carta formal del mandatario para invitar al pontífice a la Argentina. El Gobierno tampoco había dado pasos luego del llamado personal de Francisco antes de la asunción presidencial
En ese ámbito de confluencias surgió la posibilidad de una invitación formal del Presidente al Santo Padre. A los pocos días se anunció el envío de la carta, en la que el mandatario le expresó a Francisco que “su viaje traerá frutos de pacificación y de hermanamiento de todos los argentinos, ansiosos de superar nuestras divisiones y enfrentamientos”.
También le transmitió que “su presencia y su mensaje contribuirían a la tan deseada unidad de todos nuestros compatriotas y nos brindará la fuerza colectiva necesaria para preservar nuestra paz y trabajar por la prosperidad y el engrandecimiento de nuestra querida República Argentina”.
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