Se agudiza la grieta en JxC por el dilema del balotaje: Alfredo Cornejo desafía a Gerardo Morales

Juntos por el Cambio sigue hundido en un limbo. Sin conducción política ni un proyecto común, la coalición opositora que integran el Pro, la UCR y la Coalición Cívica, entre otras fuerzas, agoniza a la espera del resultado del balotaje del 19 de noviembre entre Javier Milei y Sergio Massa. El resultado será decisivo para el futuro de los jefes del heterogéneo espacio, que convivieron hasta ahora bajo el paraguas del rechazo al kirchnerismo.

Pese a que la alianza que sellaron Mauricio Macri y Patricia Bullrich con Milei para impedir la llegada al poder de Sergio Massa profundizó la fractura interna en JxC, ningún jerarca de Pro o del radicalismo se atreve a firmar el certificado de defunción de la coalición opositora antes de conocer el veredicto de las urnas en la segunda vuelta. Los integrantes de la flamante liga de gobernadores de la fuerza, quienes controlarán territorio y tendrán obligaciones urgentes de gestión a partir del 10 de diciembre, son los principales interesados en preservar la unidad del espacio con el fin de mantener su fortaleza en el Congreso e incrementar su capacidad de negociación con el próximo presidente, sea Massa o Milei, y garantizar una opción de alternancia para 2027.

La profunda crisis interna que provocaron en JxC los posicionamientos de sus figuras con vistas a la disputa por la Presidencia entre el líder de La Libertad Avanza y el ministro-candidato de Unión por la Patria sumó un nuevo episodio en las últimas horas. Pese a que el comité nacional de la UCR se declaró neutral de cara al balotaje, el gobernador de Jujuy y titular del radicalismo, Gerardo Morales, agitó el avispero en el centenario partido con sus críticas a Milei. El martes Morales advirtió que su sucesor, Carlos Sadir, no podrá pagar los sueldos de los empleados públicos en enero, febrero, marzo y abril, ya que el economista propone eliminar la coparticipación federal.

“Si gana Milei, quiere dejar sin efecto la ley de coparticipación, por lo que menos aún va a querer arreglar los temas particulares que tenemos en cada provincia”, remarcó el jujeño, quien también reiteró el peligro democrático que representa el ascenso de Milei. En las últimas horas, dos gobernadores del PJ, Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca), aliados del oficialismo en el mapa de poder, respaldaron los dichos de Morales y reforzaron la campaña del miedo a Milei que instrumenta Massa.

La renovada ofensiva de Morales despertó un fuerte malestar en las filas de la UCR. Sus detractores internos lo acusan de jugar abiertamente a favor de Massa, con quien el jujeño tiene un vínculo estrecho. Sospechan que aspira a ocupar un puesto en la eventual administración del tigrense, quien promociona su intención de construir un gobierno de unidad nacional y de convocar a figuras de la oposición, como Morales, Martín Lousteau, Emilio Monzó o Carlos Melconian. Es más, dos referentes del radicalismo que tendrán capacidad de influir en la discusión por el futuro opositor, como el mandatario de Corrientes, Gustavo Valdés, o el gobernador electo de Mendoza, Alfredo Cornejo, cruzaron a Morales por sus dichos. “Si Gerardo quiere votar a Massa, yo no veo por qué haya que castigarlo por eso. Lo mismo ocurre con Macri, que hizo público que votará a Milei. Las opiniones individuales de los dirigentes no tienen por qué comprometer a la coalición”, remarcó Cornejo ante la consulta de LA NACION.

Los armadores de Cornejo dejan entrever que Morales intenta confundir al electorado. Consideran que se involucra en discusión abstracta, ya que Milei, en caso de ser proclamado presidente, no podrá modificar la ley de coparticipación porque deberá negociar con los gobernadores para conseguir votos en el Congreso, dado que tendrá bloques minoritarios y carecerá de sustento legislativo. Entienden que se topará con límites constitucionales a la hora de intentar poner en marcha sus reformas más disruptivas, como la dolarización o la eliminación del Banco Central.

Valdés también discrepó con Morales. En diálogo con LN+, el correntino dijo que podrá “pagar los sueldos de la provincia” ya que la coparticipación está “garantizada” por la Constitución. Tanto Cornejo como Valdés preparan una demanda judicial contra el gobierno nacional por la reforma de Ganancias que impulsó Massa. Es un tema que se habló en la primera cumbre formal de la liga de mandatarios de JxC. Por estas horas definen si la presentarán los gobernadores actuales o los electos. Se sujetarán al argumento de que la Corte ya fijó que las modificaciones de impuestos coparticipables deben ser convencionales, por lo que deben surgir de un acuerdo y pacto fiscal con las provincias.

Escurridizo, Valdés insistió que votará positivamente a favor del “cambio”, pero no confirmó si irá por Milei. “Si el radicalismo decidió neutralidad, después, individualmente, seguramente cada uno tendrá su voto, pero en mi caso no voy a hacer campaña activa para ningún candidato”, puntualizó.

A Morales también lo cuestionó Martín Tetaz, alfil de Evolución Radical, la fuerza de Lousteau. Le pidió que “honre” el pronunciamiento de la cúpula radical, que se declaró prescindente en la pelea entre Massa y Milei.

Pese a que Tetaz criticó a Morales, el gobernador electo de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, uno de los referentes de la fuerza de Lousteau, evita inmiscuirse en la disputa por el balotaje. Opta por el bajo perfil y se corre de la pelea por la Presidencia, ya que considera que JxC debe acatar el rol de oposición en que lo puso la ciudadanía en los comicios generales de octubre. Sus laderos no se suben a la campaña de miedo a Milei ni a Massa.

La fiscalización

En el radicalismo bonaerense tampoco prevén involucrarse en el operativo de fiscalización. Los jefes del partido en Buenos Aires preservan un rol ecuánime y no tienen previsto movilizar fiscales. Es que la neutralidad paraliza y nadie está dispuesto a asumir costos después de la debacle de octubre. Además, la fiscalización y la incipiente alianza entre libertarios y macristas ya genera fuertes tensiones. No parece casual que Milei haya difundido una foto de su hermana, Karina, en una reunión con el coordinador de la fiscalización, Guillermo Ferraro, a quien Macri puso bajo su mira. ¿Buscó empoderar a Ferraro ante el intento del expresidente de promover a Guillermo Dietrich y al empresario Eduardo Bastitta? JxC infiltra su interna en “las fuerzas del cielo”. En el macrismo, donde comenzaron a moverse para recolectar fondos, relativizan los roces con los emisarios de Milei. En varios distritos se dio una suerte de guerra de guerrillas. Es que en el territorio la desconfianza se incremente entre los libertarios ante el avance de Pro. “Estamos como en los cierres de listas. Pero es lógico: ellos ganaron la elección y nosotros queremos ayudar”, resumen cerca del expresidente.

Hasta ahora pocos dirigentes de la UCR se desmarcaron para avalar el pacto de Macri y Bullrich con Milei. Una excepción resonante es la de la senadora bonaerense Flavia Delmonte (UCR).

La contracara de Delmonte es el grupo de radicales díscolos que encabezan Federico Storani, Juan Manuel Casella y Luis “Changui” Cáceres. Ellos emitieron un pronunciamiento en el que llaman a votar positivamente a favor de Massa con el objetivo de frenar a Milei. Consideran que el libertario pretende “afirmar posturas anti-democráticas que la UCR siempre ha combatido”.

“Dentro de la libertad de acción que resguarda la unidad partidaria, estamos firmemente convencidos de que cada radical debe repudiar enérgicamente las ofensas al partido y sus logros por parte de los candidatos a presidente y vice de La Libertad Avanza”, indicaron.

Según ese sector del centenario partido, “el destrato al radicalismo tiene un propósito: afirmar posturas anti-democráticas que la UCR siempre ha combatido”. “Los groseros insultos a Hipólito Yrigoyen y a Raúl Alfonsín pretenden eliminar los grandes aportes radicales a la convivencia de los argentinos y desacreditar con falsedades a sus máximos líderes, que ya no pertenecen sólo al radicalismo sino a la sociedad argentina”, puntualizaron.

El rol de Bullrich

Mientras tanto, Bullrich reapareció este jueves con un acto en la Capital, bastión de Pro y el único distrito donde ganó en las elecciones generales, con el que intentó revalidar su decisión de pactar con los libertarios y reforzar su convocatoria a votar por el “cambio”. La exministra de Seguridad se sumó a un acto organizado por el sindicalista Marcelo Peretta. Estuvo rodeada por Alberto Asseff (Unir), Patricia Glize y Patricio Villegas, legislador electo del Parlasur e integrante del Partido Demócrata, aliado de La Libertad Avanza.

“La amenaza que representa Massa para un capitalismo de reglas y la alternancia democrática, condenaría a millones de argentinos al naufragio. De esta trampa podemos salir el 19 de noviembre, votando”, enfatizó Bullrich, excandidata presidencial, quien intenta reinventarse y conservar una cuota de poder en JxC tras el duro golpe de las urnas.

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