Se aceleran los juicios contra Cristina Kirchner por la denuncia de lavado de dinero en sus hoteles y el Pacto con Irán
Se sortearán el jueves los jueces que los realizarán; y se integró la sala que definirá sobre los recursos de la vicepresidenta contra los fallos que revocaron los sobreseimientos
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Los dos juicios en ciernes sobre Cristina Kirchner — uno por la firma del Pacto con Irán por la causa AMIA y otro por el caso Hotesur y Los Sauces- tomaron un nuevo impulso porque se decidió sortear el jueves próximo, en una ceremonia pública, los nombres de los jueces que la juzgarán. Al mismo tiempo se definieron los magistrados de la Cámara de Casación que decidirán sobre las apelaciones de la vicepresidenta.
En el caso del Pacto con Irán se investiga la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman, quien acusó a Cristina Kirchner de firmar el memorándum con la idea de buscar la impunidad de los iraníes acusados de volar la AMIA. Y en el caso Hotesur y Los Sauces se investiga por lavado de dinero a Cristina Kirchner y a su hijo Máximo Kirchner, con la sospecha de que recibieron dinero de Lázaro Báez y Cristóbal López — en forma de alquileres- como retorno por los negocios que hicieron los empresarios al amparo del kirchnerismo.
Las dos decisiones de la Cámara de Casación -de sortear a los jueces que realizaran los juicios y decidir sobre la apelación de la vicepresidenta-, se tomaron a pesar de la incertidumbre que sigue generando la situación de Ana María Figueroa. La exjueza fue dejada cesante como por la Corte Suprema al cumplir 75 años, y fue repuesta en su cargo por un decreto presidencial luego de obtener acuerdo del Senado por impulso del kirchnerismo. Figueroa, que supo fallar en sintonía con el oficialismo, no volvió a la Cámara a pesar de esta rehabilitación impulsada por el oficialismo, y nula para la oposición.
Figueroa, hasta su cesantía, integraba junto a sus colegas Diego Barroetaveña y Daniel Petrone, la Sala que debía decidir sobre los casos Hotesur y Los Sauces y el del Pacto con Irán. Pero la Corte Suprema la separó del cargo el 6 de septiembre pasado, y sus colegas avanzaron con la decisión de reabrir ambos casos, anular el sobreseimiento de la vicepresidenta, separar a los jueces del tribunal oral que decidieron el fallo que la benefició sin juicio y realizar el juicio oral y público.
La rehabilitación de Figueroa y su futuro generó un freno en esos expedientes, que tomaron un nuevo impulso esta semana. Por lo pronto, en el caso del Memorándum con Irán, los jueces Petrone y Barroetaveña integraron la sala con su colega Carlos Mahiques y rechazaron por unanimidad e in limine la pretensión del procurador del Tesoro, Carlos Zannini, para apartarlos de la causa.
La resolución de la recusación de Zannini dejó integrada de este modo la Sala para decidir sobre el recurso extraordinario de Cristina Kirchner para llegar a la Corte contra el fallo que reabrió el caso del Pacto con Irán y mandó a realizar el juicio. Si los jueces Petrone, Barroetaveña y Mahiques rechazan el recurso extraordinario, su defensa podrá de todos modos insistir con un recurso de queja para llegar al máximo tribunal.
Una situación similar ocurrió en el caso Hotesur y Los Sauces donde la sala quedó integrada por los jueces Barroetaveña, Petrone y en ese caso Javier Carbajo que se sumó a la sala este año para resolver otras incidencias. Así las cosas, los tres podrán resolver si admiten o no el recurso extraordinario contra el fallo que reabrió este caso. Si lo rechazan, los acusados también pueden ir en queja a la Corte Suprema.
Los tribunales son muy restrictivos en la concesión del recurso extraordinario federal, prácticamente en todos los casos deniegan su admisibilidad, terminando los recursos extraordinarios en quejas que van a la mesa de entradas de la Corte Suprema de Justicia.
El primer paso para tramitar el recurso extraordinario es darles traslado a las partes por un plazo de diez días, siempre hábiles, al cabo de los cuales la Casación está en condiciones de resolver si lo admite o no. Este trámite ya comenzó y está corriendo el plazo para que las partes, es decir la fiscalía, los acusados y en el caso del memorándum con Irán, los querellantes, se pronuncien.
Más allá de esta circunstancia, la Cámara de Casación avanzó en completar los tribunales orales que deberán hacer los dos juicios contra Cristina Kirchner, entre otros acusados. Los presidentes de cada sala de Casación resolvieron sortear este jueves en un acto público los nombres de los jueces entre todos los tribunales orales federales de Comodoro Py disponibles.
El sorteo se realizará con bolillero y se deberán designar tres jueces para juzgar el caso del Pacto con Irán, ya que los tres anteriores fueron apartados.
Se deberá sortear además un juez para juzgar Hotesur y Los Sauces, en el lugar en el que fue apartado el juez Daniel Obligado. Adrian Rumbera también fue apartado, pero como era un juez subrogante no ocupa más ese tribunal y ahora está Fernando Canero en su lugar hasta el 30 de noviembre. La jueza Adriana Palliotti, integra el tribunal como titular y es la única que no fue apartada.
Con estas decisiones, pueden empezar a avanzar los trámites para la organización de ambos juicios orales. En el caso del Pacto con Irán está más avanzado. Ya se decidieron los nombres de los testigos que se van a admitir en el juicio, cerca de 300, por lo que restaría que se realice una audiencia entre todos los abogados y el fiscal Marcelo Colombo, de modo de acordar cuales son los indispensables, de modo de ir acortando la extensión del proceso.
En el caso de Hotesur y Los Sauces, el fiscal es Diego Velasco que ya pidió al tribunal que, de cara al juicio, incorpore como nuevas pruebas el entrecruzamiento de llamados entre el teléfono de Cristina Kirchner y sus allegados, y el teléfono de Lázaro Báez, que fue realizado por la Dajudeco en la causa de “La ruta del dinero K”.
Ese estudio determinó que existieron 372 comunicaciones telefónicas entre el dueño del Grupo Austral, la vicepresidenta “y sus principales colaboradores”, como muestra “del estrecho vínculo” entre ambos.
Ese estudio había sido solicitado por el fiscal Guillermo Marijuan en la causa de “La ruta del dinero K”, donde se investiga si la plata de Lázaro Báez, condenado por lavado, es en realidad de los Kirchner. Marijuan concluyó que no había pruebas de ello, a pesar de ese peritaje que determinó el estrecho vínculo entre ambos por estas comunicaciones. Por eso es que Cristina Kirchner fue sobreseída, pero esa decisión fue recurrida por la agrupación Bases Republicanas, que fue admitida como querellante.
El fiscal Velasco también pidió sumar al juicio por Hotesur y Los Sauces el contenido del teléfono celular del exsecretario de Obras Públicas José López, aparato que fue secuestrado en 2016 cuadro López cayó detenido con bolsos con 9 millones de dólares y una ametralladora.
Los mensajes entre el teléfono de López y el de allegados a Lázaro Báez y Cristina Kirchner fueron parte de la prueba que exhibió en el juicio de Vialidad el fiscal Diego Luciani. En ese juicio, que terminó con la condena de la vicepresidenta a seis años de prisión, esos contactos fueron determinantes para probar la relación entre el empresario, sus empresas y la acusada.
De ese teléfono surgió la idea del plan “limpien todo”, una instrucción dada al final del segundo gobierno de Cristina Kirchner para liquidar las empresas de Báez y despedir a los obreros.
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