Scioli ya recibió el plácet y ahora espera un nuevo aval del Senado para volver a la embajada en Brasil

Días después de haber sido desalojado del Ministerio de Producción, que se convertirá en secretaría con la llegada al gabinete de Sergio Massa, Daniel Scioli ya dio el primer paso para regresar a la embajada argentina en Brasil, de dónde volvió hace poco menos de dos meses para reemplazar a Matías Kulfas, por pedido del presidente Alberto Fernández.

A través de una comunicación oficial a la cancillería, la embajada del país vecino en Argentina informó sobre el otorgamiento de un nuevo plácet a Scioli para desempeñarse como embajador en Brasil. La nota lleva fecha de hoy, un día después que la diplomacia argentina pidiera reponer al ya ex ministro en el lugar en el que se desempeñara hasta principios de junio.

En aquellos días de junio, y ante la renuncia de Kulfas luego de sus críticas al manejo de la obra pública en el área energética por parte de funcionarios cristinistas, Fernández le pidió personalmente a Scioli que se hiciera cargo del ministerio, una gestión que comenzara el 15 de junio y terminó, de manera abrupta, a fines de la semana pasada.

Cerca del ya ex ministro expresaron su satisfacción por la velocidad de la respuesta de Itamaraty, y expresaron que Scioli volverá a Brasilia una vez concluido el nuevo trámite para la aceptación del pliego, que incluye su tratamiento en la Comisión de Acuerdos del Senado y la aprobación de la Cámara alta que preside Cristina Kirchner.

La llegada de Scioli al Gobierno vino precedida de una gran expectativa. “Quiero darte las gracias, Daniel, porque cuando te llamé estuviste una vez más. Tenemos una amistad de muchos años, nos encontró a veces juntos, a veces no, pero la amistad siempre nos unió”, dijo el Presidente en la ceremonia de jura de Scioli. Luego de seis semanas agitadas, con una hiperactividad inicial mirada de reojo por varios de sus colegas en el gabinete, y sin negar sus ambiciones de revancha presidenciales luego de aquella derrota ante Mauricio Macri en 2015, Scioli se encontró de manera sorpresiva con la disyuntiva de dejar el Gobierno o regresar a su cargo anterior.

Prefirió retornar a un lugar que ya conoce, en el que consiguió acuerdos y mayor actividad la balanza comercial, a la vez que tejió un buen vínculo con Jair Bolsonaro, a pesar del nulo contacto del presidente brasileño con su par argentino en más de dos años de gestión coincidente. Tendrá un rol importante si el ex presidente Luis Inacio Lula da Silva derrota a Bolsonaro en las elecciones de octubre y vuelve a la primera magistratura, un resultado esperado por el Presidente y el kirchnerismo todo.

Desde el sciolismo afirmaron que, al contrario de lo que podría simbolizar aquella frustrada conferencia de prensa conjunta del viernes pasado, la relación con Massa pasa por un buen momento. “Hablaron mucho entre ellos, en los mejores términos, antes de la conferencia. Estaba previsto que Sergio no hablara y por eso se fue”, afirmaron cerca del ex embajador, que busca volver a su puesto diplomático sin expresar rencores ante su viejo adversario político, hoy en un rol central para intentar la recuperación económica y política de la gestión del Frente de Todos.

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