Scioli y Massa se preparan para otro round: presupuesto

Cuando aún no se aplacó la tensión después del cortocircuito por los inundados, Daniel Scioli y Sergio Massa ya se alistan para el próximo round: la aprobación del presupuesto en la Legislatura, donde el Frente Renovador tiene poder de fuego.

Apretado con los números y con la intención declarada del massismo de discutir "área por área" el texto, en la gobernación prevén una batalla ríspida, que el año pasado necesitó del diálogo directo entre el mandatario y el ex intendente de Tigre para que el trámite no naufragara. Con el objetivo de sancionar la norma en veinte días, arrancó la ronda de exposición de los funcionarios ante los legisladores.

"Nunca tuvimos mayoría, estamos acostumbrados a tener que buscar consenso", se consolaban ayer en el sciolismo. En el Frente Renovador, tirarán de la cuerda, pero, avisan, con un límite concreto: evitar que el ex motonauta se "victimice", una fórmula que creen suele darle más rédito que el ataque de furia que le ocasionó la difusión de imágenes que lo mostraban el lunes en un partido de futsal después de una recorrida por zonas afectadas por la lluvia.

El cruce por el temporal, que incluyó acusaciones de campaña sucia, se dio justo cuando algunas usinas predicaban una convivencia más armoniosa y, como plan ideal, la opción de cerrar un acuerdo electoral. Desde hace meses, un sector del PJ tradicional se mueve en sigilo para hilvanar una estrategia que hoy parece inviable: amasar un pacto entre Scioli y Massa para que jueguen dentro del mismo espacio y no dividan votos del universo peronista. "Es una idea del Chueco", sostuvieron a LA NACION cerca del líder del Frente Renovador, en referencia a Juan Carlos Mazzón, histórico armador partidario.

Un fluido contacto entre referentes de ambos candidatos alentó la posibilidad de una tregua, deslizada anteayer por Clarín. Uno de los diálogos ocurrió entre Alberto Fernández, ex jefe de Gabinete y hombre del Frente Renovador, y Gustavo Ferrari, asesor general de la provincia de Buenos Aires, aunque ambos negaron a LA NACION que su charla, "bastante tiempo atrás", haya transitado por esos asuntos y la circunscribieron a "temas profesionales".

Sin matices, massistas y sciolistas descartan sellar la paz. De hecho, en el riñón del gobernador enumeran los últimos encontronazos que contrastan con una convivencia pacífica: la avanzada para eliminar la tasa vial que cobran los municipios renovadores; la aparición de afiches contra Scioli en San Fernando, comarca que responde a Massa, por un viejo litigio de tierras, y la posterior denuncia de funcionarios provinciales sobre una "operación".

Con picardía, en el Frente Renovador insistían con un dato. Massa consiguió lo que nunca lograron ni Néstor ni Cristina: sacar de quicio a Scioli. En el entorno del gobernador, que apuntan aunque sin datos a Massa como autor intelectual, daban una explicación: "Nunca ellos [por los Kirchner] se metieron con su vida personal".

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