Schiaretti y Perotti ya preparan una nueva liga de gobernadores
Pretenden conformar un polo de poder, junto a Bordet, de Entre Ríos, para negociar con el próximo presidente
CÓRDOBA.- Los gestos y las fotos del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y del mandatario santafesino electo, Omar Perotti, no pasaron inadvertidos para los acostumbrados a leer entre líneas la política. Tres horas se extendieron el almuerzo y la reunión que mantuvieron anteayer y, más allá de los temas de gestión, empezaron a delinear la agenda posterior a las elecciones de las provincias, convencidos de que cualquiera sea el ganador de la compulsa presidencial una vez más los gobernadores serán interlocutores claves.
Aunque diez años más joven que Schiaretti, Perotti tiene un muy buen vínculo con el cordobés, generado en años de militancia en común en el peronismo. Hacia adelante, comparten el análisis de que, más allá de a qué candidato presidencial acompañe cada gobernador, se terminará constituyendo una suerte de "liga" entre los mandatarios peronistas, porque hay intereses comunes y negociaciones que deberán encararse con la Casa Rosada.
Mientras Schiaretti se mantiene prescindente en la compulsa presidencial, el santafesino hace campaña con Alberto Fernández. Ambos entienden que, junto a Gustavo Bordet (el mandatario entrerriano, de perfil más bajo), la región centro tiene un peso económico y político a nivel nacional que debe hacerse valer a la hora de las futuras negociaciones. Por eso, confían en pulsear juntos para traccionar a sus colegas.
Un dirigente miembro del círculo íntimo del cordobés dijo a LA NACION: "Gane quien gane, el próximo presidente va a necesitar de los gobernadores. Si es Fernández, se tendrá que' refugiar' en ellos para que no lo dominen La Cámpora y Cristina [Kirchner]. Si es [Mauricio] Macri, los necesitará, como ya pasó en esta gestión, para avanzar en temas claves".
Como anticipó LA NACION, en la Cámara de Diputados que quede configurada después del 10 de diciembre, los jefes provinciales del PJ tendrán unas 50 bancas, más del doble que La Cámpora, que retendría unas 19. Una situación similar se dará en el Senado.
Los legisladores que responden a los mandatarios peronistas "dialoguistas" -según la calificación que les dio Cambiemos- fueron claves en estos años para desequilibrar las pujas entre el oficialismo y el kirchnerismo.
Schiaretti y Perotti, según coincidieron sus allegados, proyectan un 2020 "complejo", con la crisis económica no resuelta y con necesidades de ajustes y reformas para poder cumplir con lo acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Frente a ese panorama, esperan intensas negociaciones por el reparto de fondos entre la Nación y las provincias.
El escenario que delinean se asemeja al de la discusión del pacto fiscal, cuando Schiaretti intentó ejercer una suerte de conducción de los gobernadores peronistas; a ese bloque incluso se acercó el santafesino Miguel Lifschitz.
"No habrá posibilidad, para el nuevo presidente, de intentar acuerdos punto a punto -conjeturó un legislador nacional con buen diálogo con Perotti y Schiaretti-. Tampoco a las provincias les convendría; logran más cuando hacen fuerza en tándem. Por eso a los gobernadores no les es indiferente tener representantes en el Congreso que les respondan".
De la recorrida de opiniones que hizo LA NACION hubo lecturas coincidentes respecto de que a partir de diciembre muchas provincias peronistas inician una nueva etapa y gobernadores que "tallaban más fuerte" tienen sucesores cuyo peso nacional todavía está por verse. En ese marco, el cordobés y el santafesino buscarán hacerse fuertes.
Fundamentan esa hipótesis en que el chubutense Mariano Arcioni no tiene el peso de Mario Das Neves; al misionero electo Oscar Herrera Ahuad lo definen como más "filoperonista" que como un cuadro vigoroso; en La Pampa esperan a ver cómo será la etapa "post [Carlos] Verna", con Sergio Ziliotto, y lo mismo dicen para Salta, donde Juan Manuel Urtubey termina su mandato.
Resta ver qué vínculo tendrán con Juan Manzur (Tucumán), Gildo Insfrán (Formosa) y el santiagueño Gerardo Zamora, que en más de una negociación fungieron como contrapeso del cordobés.
A ellos no los incluyen entre los representantes del peronismo "republicano y democrático", que, entienden, tiene chances de crecer.
Por las dudas, tanto los cercanos a Schiaretti como a Perotti enfatizan que no están pensando en recrear una fuerza política -como la malograda Alternativa Federal-, sino que, por el momento, pretenden generar un polo de poder para la discusión institucional de los temas claves del país.
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