Satisfacción en EE.UU. por el trato preferencial y el respaldo a Macri
En el gobierno y los organismos internacionales coinciden en que sirvió para ratificar el rumbo del país
WASHINGTON.– Mientras el balance absolutamente en rojo sobre los primeros 100 días de gobierno de Donald Trump , que se cumplen hoy, domina la escena política local, los ecos de la visita del presidente Mauricio Macri siguieron repicando positivamente ayer en los estamentos del gobierno vinculados con la Argentina y en oficinas de organismos internacionales con sede en esta ciudad. También en la prensa: el influyente The New York Times incluyó una foto del encuentro en la tapa.
En cada encuentro con funcionarios de esos ámbitos surge espontáneamente la valoración favorable sobre el viaje y subsiste la sorpresa por el trato preferencial que le dispensó Trump a Macri . La conclusión unánime es que “sirvió para reforzar la imagen de la Argentina, reafirmar el rumbo que ha decidido tomar su gobierno y demostrar que la idea es sostener y profundizar los cambios”, como lo definió un funcionario de uno de los organismos multilaterales de crédito, una institución con la que la Argentina estuvo enfrentada durante la década pasada.
Del lado estadounidense quedan nítidos cuáles son los intereses y las expectativas que esperan que la Argentina satisfaga. No es sólo que haya un buen clima para los negocios y que se resuelvan algunas situaciones controversiales, como cuestiones de propiedad intelectual (léase patentes) o la posibilidad de que se permita importar bienes de capital usados.
La lista de lo que se espera no es corta y, como podía preverse, la encabeza Venezuela, tema en el que ya el gobierno de Macri parece haber aprobado la primera materia, según dijo a este enviado un importante funcionario del Departamento de Estado: “Fue fundamental la participación de la canciller Susana Malcorra para alcanzar el miércoles pasado el consenso en la Organización de Estados Americanos (OEA)” y convocar a una reunión extraordinaria de cancilleres para analizar la crisis en ese país. La decisión desató la furia del gobierno venezolano, que anunció su decisión de abandonar el organismo.
El “socio estratégico”, como calificó Trump al gobierno de Macri, había dado su primera “prueba de amor” antes de la reunión presidencial y, sin dudas, la potenció. Lo que espera Estados Unidos es que siga cumpliendo ese rol porque, como se señaló sincera y descarnadamente en el Departamento de Estado, “ si nosotros presionamos es mal visto, por eso es mucho mejor que la presión surja de los países de la región”. Clarísimo. Aunque nadie tiene claro aún qué resultados concretos pueda tener esa presión para torcer el rumbo de catástrofe del régimen de Nicolás Maduro.
Los otros objetivos de la administración de Trump que quedaron expuestos cuando Macri ya hacía varias horas que había llegado a Buenos Aires consisten en avanzar protocolos sobre seguridad informática (no se descarta que incluya la venta de tecnología), la lucha contra el narcotráfico, el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.
A eso hay que sumarle el interés por el avance en la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman y, sobre todo, la denuncia que habría precipitado la muerte referida al acuerdo del gobierno de Cristina Kirchner con el régimen de Irán para terminar con la imputación a ese país por su responsabilidad en el atentado contra la AMIA. Como se ve, lo que se espera que aporte la Argentina al flamante matrimonio excede lo económico o financiero, aunque en ese terreno hay varias cosas en juego, que también se le reconocen al gobierno argentino.
En el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aportan por estas horas otra explicación a la buena recepción aquí, que la mejora en la calificación argentina, tras el cierre del pleito con los holdouts y la salida del default, tuvo y sigue teniendo consecuencias positivas. En su caso, por ejemplo, la mejora en la calificación de la Argentina permitió al BID incorporar a su capital prestable 2000 millones de dólares (casi el 8% del total con que cuenta), que eran parte de la garantía que obligaba a tener por el default argentino, explicó el representante argentino en el organismo, Raúl Novoa. Eso también facilitó que el país pueda contar este año con nuevo crédito para obras de infraestructura por US$ 1500 millones.
Cuestiones de peso (y también de dólares) que hacen al nuevo estatus de la relación bilateral. Y que explican que la recepción a Macri fue tan favorable en esta ciudad, no sólo por la empatía personal que pudo sentir Trump por otro presidente que, como él, viene del mundo de los negocios y con el que en sus otras vidas ya habían compartido otros buenos ratos.
"Todos me dijeron: queremos ayudarlos"
El presidente Mauricio Macri resaltó que durante su paso por los Estados Unidos recibió “en todos lados muestras de afecto por la Argentina” y “muchas ganas de ayudarnos”. Al mediodía, el Presidente visitó el rompehielos Almirante Irizar, en Puerto Madero, tras su paso por una planta de sueros en la provincia de Buenos Aires. Macri agregó que el presidente de Estados Unidos, Donal Trump, le prometió que “va a arreglar” el problema de la importación de limones argentinos, suspendida a principios de este año.
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