Santiago Kovadloff analizó la actualidad política del país. En una entrevista con Mesa Chica, para LN+, el filósofo consideró que Alberto Fernández está perdiendo credibilidad, que el peronismo busca alejarse de Cristina Kirchner y que el discurso de la vicepresidenta es un "ejercicio del maniqueísmo". Además, habló sobre la cláusula Parrilli y sobre los dichos de Eduardo Duhalde, quien dijo que podría haber un golpe de Estado en la Argentina
Al referirse al modo en que se comunica el Gobierno, el ensayista evaluó: "Lo que la mayor parte de los argentinos desconoce es el esfuerzo que se está haciendo dentro del peronismo para generar una posición distinta a la de Cristina Kirchner. Creo que hay un sector del peronismo que aún cree que vale la pena hacerlo, por concebir a la política como un ejercicio de la disidencia en la moderación, es decir, en el marco de la república y la ley".
Ante esto, señaló que Alberto Fernández "está perdiendo credibilidaden aquel sector moderado que, se sumó a las fuerzas de Cristina Kirchner, pero creyendo que iban en la dirección opuesta a ella".
Más tarde, disparó: "Este Gobierno, al igual que el anterior, puso mucho énfasis en una estrategia para ganar la elección, pero no tiene una política de gobernabilidad. No solo porque es bicéfalo, sino porque tiene dos discursos contradictorios, el Presidente dice 'ni', ni esto, ni lo otro; mientras que la vicepresidenta tiene un discurso claro y único, ella dice lo que piensa hacer y lo que hace. Es la actual vicepresidenta, pero para mí ejerce el Ejecutivo con más fuerza".
Para Kovadloff, "hacer política es advertir que la palabra de uno no debe ser suficiente y la palabra del otro tiene que ser complementaria". "Si la Argentina se anima al riesgo del diálogo, va a ganar el porvenir de políticas consensuadas y de políticas de estado", sostuvo.
"Una cosa es tener políticos y otra es tener política", dijo. Y añadió: "La mayor amenaza que pesa sobre la república del país es la posibilidad de que nuestras dirigencias pierdan representación. Tenemos que aprender que la confrontación tiene que tener como metal el consenso, no la culpa. No tenemos el deber de amarnos, sino de consensuar".
El discurso de Cristina Kirchner
"Para Cristina la unidad tiene que ver con la subordinación a su palabra". Tal como describió, cuando no hay consenso se lleva a un planteo autoritario, como ocurre con Cristina. Así, Kovadloff se expresó sobre el discurso de la vicepresidenta, al cual calificó como un "ejercicio del maniqueísmo": "Quien me precede ha ejercido el mal, yo encarno el bien, todo el mal proviene de quienes no son como yo, todo el bien provendrá de quienes sean como yo". Para el analista, la vicepresidenta al hablar se dirige a "quienes necesitan adherirse a lo que ella ya representa y no aprender en absoluto de la experiencia".
"El país necesita pluralismo, diversidad y los valores de la república", subrayó y dijo que todos deberían compartir esos valores, incluso quienes no coincidan en otras cuestiones. Según él, cuando "la palabra única va de arriba hacia abajo y se requiere que se la obedezca y no que se la medite, se está ante un mundo que renunció al pensamiento para ejercer la política".
La cláusula Parrilli y la reforma judicial
En relación a esto analizó la cláusula Parrillique se incorporó a la reforma judicial y que pretende controlar el trabajo de los medios. "Estamos delante de un proyecto de país donde el pensamiento, al estar devaluado, es sustituido por las consignas que deben ser obedecidas. Tener libertad de expresión es poder interpretar los hechos de manera coincidente o disidente, pero siempre en el marco del derecho a la interpretación".
"El señor Parrilli aspira a que el derecho de interpretación sea sustituido por el principio a la obediencia", consideró este filósofo. Y concluyó: "¿Qué quiere esta cláusula? Que la república no tenga porvenir, que la historia no sea aleccionadora".
Los dichos de Duhalde
Para Kovadloff, al escuchar a Eduardo Duhalde hay que evaluar más a quién dirige su mensaje que qué es lo que dice. "Lo que dijo es inverosímil. Afirmar que aquí puede haber un golpe de Estado es subestimar a las Fuerzas Armadas como expresión del sistema democrático".
Según consideró, "los dirigentes políticos deben ayudar a pensar y no venir con afirmaciones terminales". "La Argentina es un país que todavía no afianzó las instituciones de la república", opinó luego, al resaltar la importancia de que un país aprenda de su historia.
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