Santiago del Estero: Zamora reemplazaría a su esposa y no hay visos de alterar su hegemonía
Aliado en las sombras de Cambiemos, el senador buscará en octubre su tercer mandato al frente de la provincia; el radicalismo y el massismo aspiran a disputarle el poder, aunque el desafío se presenta muy difícil
"Zamora vuelve." La leyenda está pintada en una pared de la capital provincial y señala lo que casi todos en Santiago del Estero dan como un hecho: que Gerardo Zamora será candidato a gobernador en las elecciones que se celebrarán casi con seguridad en octubre próximo, junto con las nacionales. El senador apuesta así a lograr su tercera gestión como mandatario provincial y reemplazar en el poder a su esposa, Claudia Ledesma Abdala, que concluirá su período en diciembre.
Ganador por resultados abrumadores, Zamora se convirtió en amo y señor de la política santiagueña tras la crisis en la que el viejo caudillo peronista Carlos Juárez y su esposa, Mercedes Aragonés de Juárez, sumieron a la provincia durante la década del 90 y que terminó por implosionar en los primeros años del siglo XXI.
Como emergente de aquella crisis terminal, surgieron esos guarismos electorales casi increíbles: en 2008, última vez que fue candidato a gobernador, Zamora ganó con el 85,5% de los votos. Además del aval de las estadísticas, para convertirse en amplio favorito, el senador cuenta con otro dato a favor: enfrente tiene a una oposición desorientada y desperdigada, que no atina a encontrar el discurso para recuperar el voto de los santiagueños.
Por el momento, sólo aparecen unos pocos nombres dispuestos a enfrentar al Frente Cívico por Santiago, el aparato electoral creado por Zamora.
El massismo pone sus esperanzas en el intendente de La Banda, Pablo Mirolo, representante del Movimiento Santiago Viable. La UCR, intervenida desde hace casi cinco años, impulsa, con el sello de Cambiemos, al diputado Marcelo Lugones y al intendente de Pinto, Emilio Rached.
A fines del año próximo volvió a aparecer en la arena política santiagueña como supuesto representante de Pro Héctor "Chabay" Ruiz, ex intendente de La Banda y fundador del Movimiento Santiago Viable, que fue condenado e inhabilitado para ejercer cargos públicos en una causa por abuso sexual.
Éstas son las pocas voces que se alzan en contra del poder omnímodo que ostenta Zamora, a quien se han cansado de acusar de llevar adelante una administración signada por la corrupción y de manejar los destinos de la provincia como si se tratara de una cuestión personal, recordando que ante la imposibilidad constitucional de postularse a un tercer mandato consecutivo Zamora decidió postular a su mujer en la última elección como gobernadora, quien ganó con casi el 65% de los votos.
Unidad y diálogo
Zamora se defiende al argumentar que la elección de Ledesma no fue una cuestión de nepotismo, sino que obedeció a la necesidad de mantener unido al Frente Cívico. De hecho, voceros del oficialismo santiagueño confiaron a LA NACION que el regreso de Zamora a la gobernación, al menos como candidato, fue una de las condiciones para aceptar a su esposa como postulante en los comicios de 2013.
Zamora también rechaza las acusaciones que lo señalan por presunto clientelismo político y electoral con el empleo público. "Tenemos 58.000 empleados públicos sobre una población de 900.000 habitantes", afirma cada vez que se lo consulta sobre el tema. El crecimiento del empleo público es uno de los caballitos de batalla de la oposición.
Lejos de amedrentarlo, el cambio de color político en la Casa Rosada no alteró el estilo de hacer política de Zamora. Sin inmutarse, mantuvo como senador el mismo alineamiento de bajo perfil con el gobierno nacional que mostró durante el kirchnerismo y que lo llevó a convertirse en presidente provisional del Senado durante los últimos dos años de la administración de Cristina Kirchner.
Ahora, con la llegada de Mauricio Macri, el líder del Frente Cívico se ha mostrado como un hombre de Estado que entiende las necesidades del Poder Ejecutivo, al apoyar con su voto y el de los senadores y diputados que le responden las iniciativas más importantes reclamadas por la Casa Rosada.
Este buen clima entre el oficialismo santiagueño y el macrismo es otro de los factores que complican a la oposición en su intento de hacerse del poder en la provincia. "Va a ser difícil hacer campaña en estas condiciones", reconocieron voceros radicales.
Tampoco ayuda mucho el pasado de los postulantes opositores. Rached iría por su segunda postulación, luego de haber sido vicegobernador en el primer gobierno de Zamora. La ruptura de aquella sociedad fue en 2008, por el conflicto con el campo.
Por su parte, "Chabay" Ruiz llega con un fuerte desprestigio por su condena por abuso sexual y sus coqueteos con Pro y el massismo. En este escenario, Lugones y Mirolo sacan ventaja para enfrentar a Zamora.
La oposición, complicada
Santiago del Estero
Dato 1: 696.013 electores.
Dato 2: 2,17% del total del padrón nacional
El regreso de Zamora
Tras cuatro años en el Senado, Gerardo Zamora volverá a ser candidato a gobernador por el Frente Cívico de Santiago del Estero
Oposición dispersa
La oposición no atina a encontrar la forma de hacerle fuerza a Zamora, que en las elecciones de 2008 ganó con más del 85% de los votos
¿Nepotismo o unidad?
La oposición habla de nepotismo; Zamora, de unidad del Frente Cívico cuando su esposa, Claudia Ledesma, fue candidata en 2013
Buena relación
Zamora dice que su éxito radica en su capacidad de dialogar y de llevarse bien con el Poder Ejecutivo nacional
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