
Salta: amplio triunfo del PJ
SALTA.- Sin sorpresas ni conmoción, el gobernador peronista Juan Carlos Romero retuvo el manejo de la provincia al imponerse en forma contundente en las elecciones de ayer sobre la Alianza. Así, conducirá por otros cuatro años los destinos de Salta.
El triunfo del candidato oficialista no sorprendió a nadie debido a que las encuestas encargadas por los diversos sectores políticos habían adelantado que Romero obtendría un triunfo aplastante sobre el candidato aliancista, Ricardo Gómez Díaz.
El presidente Carlos Menem, que el martes último había prometido aquí que iba a volver para festejar junto a Romero una victoria del justicialismo, cumplió. Anoche, cuando se acallaron los bombos por el triunfo de Boca frente a River y la atención que había sido absorbida por el partido de fútbol volvió a la plaza 9 de Julio con aires políticos, comenzó a sonar la banda de Carlos Tula, "musicalizador" oficial del Presidente.
La persistente lluvia que acompañó casi toda la jornada cívica no cesó, lo que también complicó el repliegue de las urnas y provocó un retraso a la hora de obtener guarismos oficiales.
Menem llegó a Salta pasadas las 22. Desde el aeropuerto viajó al centro de la ciudad y levantó la mano triunfal de Romero. Mientras, desde Buenos Aires, tomaba cuerpo una información: que Alberto Iribarne, el enviado de Eduardo Duhalde para felicitar a la fórmula Romero-Walter Wayar, daba cuenta de que Carlos Ruckauf se imponía sin atenuantes sobre Antonio Cafiero.
Romero no esperó a Menem para la conferencia de prensa en la que se adjudicó el triunfo. "Voy a trabajar con el PJ para contribuir a su proyecto nacional", dijo en el búnker. Diez minutos después se sentó a su lado el Presidente, que tocó esta tierra acompañado por cuatro de sus ministros: Carlos Corach (Interior); el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez; Antonio Erman González (Trabajo), y el flamante titular de la cartera de Educación, Manuel García Solá.
Arenga y críticas
Menem cumplió con las fórmulas de rigor. Criticó a la oposición, felicitó a Romero, llamó a la unidad partidaria y arengó a los peronistas que desde la plaza oían su discurso por altoparlantes.
"Existe una posibilidad de que me reúna con Duhalde, pero no puedo decir cuándo porque sería muy desprolijo decir una fecha que después no se cumple", adelantó el Presidente, que contestó más preguntas relacionadas con el orden nacional que con la realidad salteña.
Menem habló del binomio Duhalde-Ortega: "Si ganan las (elecciones) internas, serán los representantes del PJ para octubre -aseguró-. Si los ratifican el 4 de julio, estaremos encolumnados para que en la Argentina siga gobernando el justicialismo".
En cuanto a los comicios internos del PJ bonaerense, el Presidente puso en duda la versión que daba cuentas de que Cafiero no obtendría ni siquiera la minoría. Sin nombrarlo, Menem dijo que apoyará a su vicepresidente, Carlos Ruckauf: "Vamos a empezar a trabajar para que gane el candidato a gobernador el 24 de octubre".
Además, el jefe del Estado calificó al candidato presidencial de la Alianza, Fernando de la Rúa, de "pusilánime".
Fuegos artificiales
Luego de un breve discurso desde el balcón del Cabildo salteño, en el que el Menem exaltó las virtudes de Romero, la comitiva presidencial volvió para Buenos Aires cerca de la medianoche. Los fuegos artificiales coronaron el cierre de la fiesta.
A las 18 de ayer en punto, mientras se daban por cerrados los comicios provinciales, en el búnker de Romero se anunciaba la victoria del peronismo.
El diputado provincial Juan Manuel Urtubey, jefe de la campaña, decía: "Según la encuesta de boca de urna encargada por el PJ, anunciamos el contundente triunfo de Juan Carlos Romero con el 60,2 por ciento sobre el 37,7 de la Alianza". Una brecha de más de 20 puntos y una absoluta polarización.
Igual que en Catamarca, cuando los colaboradores de Oscar Castillo anunciaron la victoria del dirigente radical sólo un minuto más tarde del cierre de la jornada de votación, ayer, el PJ pegó primero.
Sobre la base de los números brindados por Julio Aurelio, que trabajó para Romero en las encuestas de boca de urna, acaparó la atención de los medios durante el entretiempo del partido Boca-River.
Aurelio, que había desistido de encargarse del escrutinio provisional ante una denuncia del candidato a vicepresidente de la Alianza, Carlos "Chacho" Alvarez, a pesar de haber ganado la licitación, trabajó para el PJ.
En otro rincón de la ciudad, minutos después del anuncio del oficialismo, el encuestador Enrique Zuleta Puceiro, contratado para hacer también una medición de boca de urna, daba a conocer cifras que ratificaban el aplastante triunfo peronista: 57,9 por ciento para el PJ, 38,7 para la Alianza. Eran 19,2 puntos de diferencia.
Datamática, la empresa salteña que contrató la Alianza y que ya había trabajado con Castillo en Catamarca, tenía datos más alentadores, pero anunciaba una distancia de 13 puntos en favor del justicialismo: 53 a 40 por ciento. Triunfo claro de Romero.
Reproches y algarabía
No hace falta ser un preclaro para saber cuál era el clima que se vivía en uno y otro búnker.
En el de la Alianza no se encontraban explicaciones a semejante brecha. Los voceros de Gómez Diez y encargados de prensa se conformaban con pensar que los primeros cómputos que llegaban del interior ponían a la coalición por sobre el PJ. Es el caso de Tartagal, un reducto históricamente peronista, que parecía haberse volcado a la Alianza.
Sin embargo, uno de los colaboradores más cercanos al candidato, hombre surgido del Partido Renovador Salteño, se acercó al oído del cronista de La Nación para quejarse del escaso apoyo brindado por Fernando de la Rúa.
"El único que se jugó por nosotros fue Chacho (Alvarez). De la Rúa nos dejó solos. Si no estaba de acuerdo con la Alianza en Salta lo hubiera planteado desde el comienzo. Así no se puede doblegar un aparato político como el que tiene armado Romero", se quejó, sin admitir otras lecturas.
Sin embargo, el candidato presidencial de la Alianza se comunicó con Gómez Diez para felicitarlo por su "gran ejemplo de lucha democrática".
En el centro de cómputos montado por el peronismo, la atención hasta las 19 tenía nombre: Boca-River. La pantalla gigante dispuesta para ver los resultados de las elecciones debió dejar lugar, con interrupciones, al fútbol.
Todo era alegría. Se hablaba de una "victoria histórica" del peronismo en Salta y se leían con algo de jactancia los resultados de una de las 19 mesas de la localidad de Camposanto, donde de 54 votos, 53 fueron para Romero y el restante para Gómez Diez.
También había lugar para las bromas. Un operador político del gobernador reelegido se quejó por un solo detalle que, para él, empañó la jornada: "Era un día para las tres erres -dijo, con una marcada desilusión, el hincha "millonario"-: Romero, Ruckauf, River...". En este último caso, no pudo ser.
Resultados
Datos proporcionados a las 23 por el centro de cómputos oficial de la provincia de Salta:
- Cantidad de mesas escrutadas: 151, sobre un total de 2519, esto es, un 5,99 por ciento.
- Candidatos a gobernador: el PJ obtenía el 58, 92 por ciento de los votos (11.701), mientras que la Alianza reunía el 39,66 por ciento (7875). Esto le daba la victoria al gobernador Juan Carlos Romero (PJ) sobre el postulante aliancista Ricardo Gómez Diez.
- Candidatos a intendente de Salta (sobre un total de 7,93 por ciento de mesas escrutadas) : la Alianza obtenía el 49,22 por ciento de los votos (6048), mientras el PJ reunía el 49,01 por ciento (6022).