Sabina Frederic, la ministra disruptiva que más dolores de cabeza le da a Alberto Fernández
Se involucró en varias polémicas y Alberto Fernández se despegó de ella cuando habló de revisar el peritaje de Nisman
En un gabinete que busca dar sus primeros pasos sin sobresaltos mayúsculos, y donde los funcionarios presentan sus planes de gestión sin hacer demasiadas olas, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, aparece en las primeras semanas como la figura más disruptiva del equipo. No solo tuvo definiciones públicas que generaron controversia con la oposición y con su propia tropa, sino que se metió en varias polémicas sobre la legalización de las drogas, organizaciones terroristas, la causa AMIA y la muerte de Santiago Maldonado. Además, fue la más expeditiva para dar vuelta la página de las políticas macristas, con el fin del protocolo para fuerzas policiales o el uso de las pistolas Taser.
Pero probablemente el mayor revuelo lo causó cuando anticipó su intención de revisar el peritaje de la Gendarmería -fuerza bajo su mando- que dice que al fiscal Alberto Nisman lo asesinaron. Se ganó así cruces con la Justicia y la comunidad judía. El fiscal Alberto Taiano, a cargo del caso, recordó que los peritajes los ordena la Justicia y que la Gendarmería es su auxiliar, y dijo que no piensa pedir que hagan de nuevo ese peritaje. La madre de Nisman, Sara Garfunkel, le pidió a la Justicia que le envíe un oficio al presidente Alberto Fernández para que obligue a Frederic a no intervenir. Y fue mas allá: dijo que se investiga la hipótesis de que Cristina Kirchner, vicepresidenta, esté vinculada con la muerte, por lo que dijo que la sugerencia de la ministra es de gravedad institucional.
En la Casa Rosada toman distancia de estas expresiones. "No hay una decisión de Estado de rehacer el peritaje sobre la muerte de Nisman", dijo a LA NACION una fuente muy cercana a Fernández, quien agregó que no hubo un reproche del presidente a la ministra, pero sí la idea de que cada funcionario se hace cargo de sus declaraciones, que en este caso esos funcionarios juzgaron innecesarias.
Frederic no viene de la política, sino de la academia. Exdecana del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Quilmes, con un doctorado en Holanda y un posdoctorado en Francia, trabajó en el diseño de programas de formación en el Ministerio de Defensa entre 2009 y 2011. Escribió y mucho sobre política pública y formación policial, tras estar en contacto directo con los uniformados de fuerzas policiales y de seguridad.
En el terreno de la política, sus manifestaciones públicas generaron controversias. Antes de jurar, dijo que declarar como grupo terrorista a Hezbollah era "comprar un problema que no tenemos". Sus afirmaciones generaron la reacción de la comunidad judía y de Israel. El presidente Alberto Fernández se reunió con la embajadora de Israel en la Argentina, Galit Ronen, para aliviar tensiones y el canciller Felipe Solá aclaró que no está en carpeta sacar a esa agrupación de la lista de organizaciones terroristas.
Ahora, con respecto a la investigación de la causa AMIA, declaró que no se sabe bien qué pasó", cuando la Justicia tiene probado que Irán y Hezbollah estuvieron detrás del atentado de 1994 y pidió la captura internacional de un grupo de exfuncionarios iraníes y de un libanés como los autores del atentado contra la mutual judía. Del mismo modo, la Corte Suprema de Justicia estableció que fue Hezbollah el responsable de la voladura de la embajada de Israel en 1992.
Las primeras medidas de gestión de su cartera fueron revisar los protocolos de su antecesora Patricia Bullrich. Derogó el reglamento general para el uso de armas de fuego por parte de oficiales y suspendió el uso de las pistolas Taser. Suspendió el servicio cívico voluntario y el escaneo de documentos de identidad en estaciones de trenes para la verificación e identificación de quienes cometieron algún tipo de delito.
Medidas como estas le generaron críticas no solo de Cambiemos, sino del propio oficialismo. Un clásico son los cuestionamientos de Sergio Berni, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. El funcionario indicó que está a "totalmente a favor" de la implementación de las pistolas Taser, que son armas que disparan dardos que transmiten un shock eléctrico que incapacita a las personas que son alcanzadas. "La ministra nacional nunca anduvo con un arma por la 9 de Julio con 200 personas esperando a cruzar un semáforo. Hay lugares donde la Taser es imprescindible", afirmó para diferenciarse.
La gestión anterior adquirió 100 Taser por un precio de 86.200 dólares. También se compraron 1000 cartuchos operativos y 600 para capacitación. La compra total sumó unos 123.500 dólares. Pero Frederic estableció que en lo inmediato no sean utilizadas por las fuerzas de seguridad y estableció que en un mes se elaboró un protocolo para el uso de armas no letales.
En la Casa Rosada sostienen que no es Frederic la que sale a cruzar a Berni, sino al revés. Y se preguntan no sin maldad: "¿Cuándo trabaja Berni de ministro si a las 3 de la tarde está en la televisión haciendo declaraciones contra Frederic?".
La ministra se refirió también al caso de la muerte de Santiago Maldonado. La Justicia estableció que no hubo desaparición forzada de persona y ordenó investigar si existió abandono de persona. De hecho, revocó el sobreseimiento del único un gendarme imputado. Ahora Frederic volvió sobre el caso y pidió revisar la actuación de la Gendarmería porque a su juicio pudieron haber cometido errores. Fue el juez de Chubut Gustavo Lleral quien le dijo que toda esa cuestión ya había sido analizada por la Justicia en la investigación del caso y luego revisada por la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia. Pero Frederic indicó que su cartera realizará un informe sobre las responsabilidades de los agentes que intervinieron en el procedimiento y reabrirá las actuaciones disciplinarias y administrativas sobre todos los gendarmes que participaron del operativo. "Hubo mucha negligencia en el operativo de los cortes de ruta, y lamentablemente esto terminó con la muerte de una persona", indicó.
El otro foco de controversia con Berni fue su postura sobre las drogas. Con matices, disintieron en la propuesta para analizar la legalización de las drogas blandas. Frederic manifestó la necesidad de "avanzar hacia la regulación del consumo de cannabis". Berni había dicho: "Hay que hablar sin demagogia, hay que estudiar la legalización de la comercialización de toda la droga. Si vamos a generar importantes reformas, que sean verdaderas".
Pero Frederic le retrucó: "No estoy en desacuerdo con Berni sobre la legalización, pero hay que empezar con las drogas blandas y después ver de ampliarla a otras. La Argentina no es un país que esté preparado para despenalizar las drogas duras", planteó la funcionaria.
El último choque con Berni estuvo motivado por la muerte de Nisman. Frederic anunció que "en colaboración con la Justicia revisará el peritaje de la Gendarmería Nacional que determinó que el fiscal fue asesinado". La muerte de Nisman y las acusaciones que realizó el fiscal contra Cristina Kirchner cuatro días antes de morir no son un tema grato para Alberto Fernández. De hecho, su pelea con la ahora vicepresidenta fue por críticas a la forma en que se firmó el memorándum con Irán, lo que motivó la denuncia de Nisman. Berni también la cruzó en este tema. "Hay una mala interpretación en lo que puede haber dicho la ministra. No tiene facultades para revisar el peritaje, lo que sí tiene que rever es si para realizar esa peritaje hubo presiones externas", dijo el funcionario bonaerense.
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