Facundo Moyano: “La de Scioli sería una gestión tercerizada”

La entrevista tuvo lugar en la Fundación Estrategia, en el microcentro porteño, donde el diputado y su equipo trabajan sobre el desarrollo de políticas públicas.

–En esta misma sección, hace más de un año, usted dijo que era 70% político y 30% gremialista. ¿Cómo imagina esa proporción dentro de cinco o siete años?

–Me imagino haciendo política, porque me he dado cuenta de que es mi vocación, me encanta el debate, me gusta hablar. Aunque el discurso autorreferencial queda mal, creo que tengo capacidad ejecutiva. Hemos tenido buenos resultados en lo sindical y me gustaría poder mostrar que con mi equipo estamos capacitados para gobernar.

–¿Y en qué área le gustaría un rol ejecutivo?

–Estamos trabajando muy fuerte en políticas de vivienda y en el área de transporte, que a mí me gusta mucho. Aparte, vengo de ese lugar.

–¿Usted habla de ser ministro de Transporte?

–Bueno, es un área en la que me gustaría trabajar y destacarme. Sería bueno poder utilizar todas las relaciones que hemos tenido en esa área y aplicar el conocimiento que hemos adquirido, tanto en el transporte de cargas, el aéreo como en otros.

–"Papá, vos manejás Camioneros, pero yo quiero un volante más grande: el Ministerio de Transporte". ¿Ya habló con Hugo del tema?

–[Se ríe] Yo, en principio, hablo del área de transporte. Lo de ministro, veremos. Mi padre conduce un sindicato que es el más grande, no solamente en el transporte, sino entre todos los del país. Es el dirigente sindical más importante de la Argentina. Esto no surgió en una charla, pero él sabe que estamos trabajando fuertemente en esta área.

–Notable vuelta de tuerca a su historia familiar: del gremio de transporte al ministerio. ¿Y Sergio Massa conoce este proyecto?

–Sí, se lo he comentado. De hecho, lo estamos articulando con su escuela de gobierno, donde yo puedo aportar lo que hacemos en la fundación.

-Volvamos al mundo gremial. Si usted tuviera que caracterizar los rasgos de personalidad de los líderes sindicales, ¿cómo los describiría? Intente un perfil psicológico de un Secretario General.

-Hay diferentes personalidades. Hay algunos que tienen una impronta más fuerte, son liderazgos consolidados a partir de conducir gremios donde hay trabajadores que tienen origen muy humilde, y por lo tanto el dirigente tiene que mostrar aspectos fuertes en su personalidad.

-¿Por ejemplo?

-Es el caso de mi viejo. Mi viejo tiene un liderazgo muy fuerte, es un tipo de decisiones firmes para conducir una organización muy compleja.

-¿Qué lugar cree que ocupa la fuerza física como valor dentro de una organización gremial?

-Por ejemplo hablemos de Camioneros. El camionero está orgulloso de serlo y se siente poderoso arriba de una máquina que transporta tanto peso. Por eso la composición social de esa organización demanda un líder también con esas características, incluso más pronunciadas. (se ríe) No me imagino un camionero flaquito, rubiecito. ¡Ojo, no estoy discriminando a los rubios!

-Una de las críticas que reciben los líderes sindicales es que se perpetúan en sus cargos. ¿Qué repercusión tuvo su proyecto de limitar la reelección indifinida de los secretarios generales?

-Dentro de la CGT hubo sindicalistas que estuvieron a favor y otros en contra. Si me pedís porcentaje, 10 por ciento a favor, entre ellos, Hugo Moyano. Y 90 en contra, que llegaron a plantearme que retire el proyecto porque no iban a ser parte de destruir al peronismo. Lo que yo decía es "muchachos, no estoy discutiendo el modelo sindical, estoy diciendo que en el modelo sindical tiene que haber más democracia".

-Hugo está desde el 87 en Camioneros. En septiembre hay elecciones. ¿Va a seguir o deja el lugar?

-Le vas a tener que hacer una entrevista a él. La diferencia entre Hugo Moyano y los dirigentes de estas estructuras que yo critico es que a Moyano sí lo votan los trabajadores. No lo votan 300 tipos ni 700. Lo votan 110 mil.

–¿Cuán cerca está la unidad de la CGT?

–La unidad formal yo creo que no se va a dar hasta el próximo gobierno. Y se va a dar si el próximo gobierno quiere, porque no podemos dejar de reconocer cuál fue la realidad durante todos estos años.

–¿La unidad de la CGT depende de que el Gobierno quiera?

–Totalmente.

–Pero ¿no depende de los dirigentes sindicales?

–También. En 2004 si no hubiera sido por la voluntad de los dirigentes, no se hubiera dado la unidad a través de ese triunvirato: Susana Rueda, Lingeri y mi viejo. En 2005 quedó todo atrás de mi viejo, porque Néstor Kirchner impulsó esa unidad, porque se necesitaba tener al movimiento obrero unido para apuntalar al proyecto. Ahora, cuando Cristina quiso que la CGT se dividiera –por supuesto, con voluntad de muchos dirigentes–, se dividió.

-¿Pero depende más de lo que quiera el gobierno de turno o de los dirigentes?

-De las dos cosas. No se puede negar que el Gobierno tiene influencia. Desde la guita de las obras sociales, desde la deuda impresionante que tienen con los gremios de las obras sociales que asciende a más de 20 mil millones, desde los programas de subsidios… Por ejemplo al gremio textil lo condicionaron al decirles: "¿Vos tenés tanto del Repro? Esos Repro te los da el Estado. Si yo te saco los Repro se cae la actividad". Entonces los tipos están totalmente condicionados.

–¿Y usted quiere la unificación?

–Por supuesto. Creo que con el próximo gobierno va a ser necesaria la unidad.

–¿Por qué?

–Porque habrá que mantener el empleo, los salarios, evitar el conflicto social y para eso es necesario tener al movimiento obrero unificado. El próximo gobierno va a tener que corregir lo que éste ha hecho mal. Y hay que evitar que pase lo de Brasil.

–La Presidenta dijo: "Me duelen los dirigentes sindicales que convocan a un paro porque tienen que dar un poquito de su sueldo para los que necesitan tener cloacas, agua".

–Me pareció un discurso efectista, oportunista y demagógico. Ellos dicen estar del lado de los mismos pobres que generaron después de diez años de crecimiento económico. Quieren que la gente diga: "¡Este que gana 17 lucas para, y yo cobro 5 lucas!". El que cobra 5 lucas, las cobra porque el Gobierno tomó medidas económicas que no lo favorecieron. Si aceptara actualizar las escalas, lo que el gobierno dejaría de percibir por Ganancias lo podría recuperar tocando al juego y gravando las operaciones bursátiles. Al juego no lo tocan: protegen a sus amigos.

–Massa dijo: "Conmigo se acaba el impuesto a las ganancias para los trabajadores"...

–No decimos "los trabajadores no tienen que tributar", sino "los altos ingresos tienen que tributar". El tema es discutir qué es un alto ingreso. Quince lucas en bruto no lo es. Para nosotros es 25.400. Ésa sería la actualización.

–¿Usted cree que este paro por Ganancias va a servir para algo?

–Sí. Varios funcionarios del Gobierno reconocieron que las escalas se tienen que actualizar. Creo que tomaron nota de que esto no es un capricho. ¿Por qué creen que Caló les dio libertad de acción a sus trabajadores? ¡Porque si no se las daba, le paraban igual! Eso es el fracaso del dirigente gremial transformado en funcionario, que es lo que hizo el Gobierno. Caló representa el fracaso de un dirigente gremial.

–Le recuerdo que durante muchos años su padre hacía de Caló y aplaudía en primera fila...

–¡Bueno, pero había respuestas! Acá no hay respuestas para nadie.

–Y que Hugo Moyano creció muchísimo gracias a las prebendas que le dio Néstor a cambio de su apoyo.

–¡Pero veamos cuánto creció el poder adquisitivo del salario de 2012 a la fecha y cuánto creció de 2005 a 2011!

–Muchos hablan del estancamiento en las encuestas de su candidato, Sergio Massa.

–Las encuestas pueden variar, la campaña no empezó. Lo que hay que tener en cuenta es la propuesta de cada candidato. Si uno observa la propuesta neoliberal de Macri y el vacío de contenido del discurso del candidato del oficialismo, me parece que Sergio tiene mucho para ganar.

–¿Y cómo lo evalúa a Scioli?

–No tengo mala relación con Daniel, de hecho, trabajamos con la estatización de Autopistas La Plata con resultados positivos. Pero si Scioli fuera presidente, no sé cuánta decisión propia tendría. Creo que la suya sería una gestión tercerizada.

–¿Cómo sería eso?

–A mí me preocupa porque se supone que el presidente, más en la Argentina, tiene que construir un liderazgo fuerte, de decisión, y más frente a los problemas que tiene el país. Por ahí él me sorprende y en la conformación de las listas son todos hombres del sciolismo. Pero me quedan muchas dudas.

-Volviendo a Massa, ¿podría haber una interna con De la Sota y otros candidatos del peronismo federal?

-Creo que sería importante definir un espacio peronista. Lo de una interna se está charlando. Se está hablando con el Peronismo Federal de Adolfo Rodríguez Saá, con De la Sota...

-Si alguna circunstancia inesperada sucediera, ¿Massa y Scioli podrían estar juntos?

-No. No me los imagino. Scioli es Frente para la Victoria y Massa impidió la re-reelección. Sería ilógico pensar que Sergio Massa podría estar acompañando un candidato del Frente para la Victoria, que en este caso es Scioli, además tan condicionado por la estructura del kirchnerismo y La Cámpora.

–La última. ¿Qué le dice de su carrera gremial política su madre, que militaba en Guardia de Hierro?

–El otro día me mandó un mensaje muy contenta después de verme en la tele: "Estuviste impecable". Ella es muy crítica del Gobierno. Realmente siente que no son peronistas. La que me transmite claridad para mi visión política es mi vieja.

–Todos creen que políticamente usted es hijo de Hugo. Y es de Elvira, de su madre.

–La verdad que sí. Mi vieja tiene mucho que ver con lo que hago. Aunque para mí son los dos. Perón hablaba de la unidad de concepción –de las ideas– y de la unidad de acción. Yo creo que la unidad de concepción me la da mi vieja. Y la cuestión del armado político gremial para la acción, mi viejo. Las dos influencias han sido complementarias en mi vida.

–Dejamos acá.

Historia clínica

Facundo Moyano

Edad: 30

Ocupación

Líder del Sindicato de los Trabajadores de Peajes, diputado nacional e integrante del Partido de la Cultura, la Educación y el Trabajo

Observaciones

Admira a su padre y elogia al mundo gremial, pero está construyendo un camino más próximo a la política

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