Roy Cortina: “La tercera vía no se construye con una mentalidad de partido pequeño”
El legislador porteño enfrentará a Mónica Fein y Eduardo Di Pollina en la interna por la conducción del socialismo nacional; defiende su acuerdo con Larreta y critica a Bonfatti y Lifschitz
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El legislador porteño Roy Cortina, aliado de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad, pretende liderar el Partido Socialista (PS) a nivel nacional con el objetivo de cambiar el perfil de la fuerza. Enfrentará mañana a la exintendenta de Rosario Mónica Fein, postulante del oficialismo partidario, y al exdiputado Eduardo Di Pollina en la interna por la conducción del socialismo.
Con críticas a los referentes del PS en Santa Fe, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz, que impulsan la candidatura de Fein, Cortina defiende su acuerdo con el Pro en la Ciudad -dice que Larreta tiene “un sesgo distinto” al de Mauricio Macri- y aboga por la construcción de un espacio moderado, que incluya a progresistas y socialdemócratas.
A horas de los comicios internos, Cortina apunta contra sus rivales en la contienda por el liderazgo del socialismo: “La tercera vía en la Argentina no se construye con una mentalidad de partido pequeño”.
-¿Por qué el socialismo debe cambiar el perfil y el rumbo?
-Es negativo para cualquier organización política que tenga una conducción que pertenezca a un mismo grupo durante 45 años, como es el caso de la cúpula del Partido Socialista. Además, el partido está en un franco retroceso desde hace cinco años. En 2007, el socialismo tenía once diputados nacionales, senadores, gobernaba en Santa Fe y Rosario. Hoy, tenemos un solo diputado nacional, no tenemos presencia en el Senado y perdimos Santa Fe.
-¿A qué atribuye esa situación? Usted dice que el oficialismo partidario tuvo una mirada “cínica”
-Mezclan cinismo e ineptitud para conducir la suerte de un partido que tiene que insertarse en un escenario político nacional muy complejo, de fuertes polaridades. Fein está confundida. Ella cree que para tener identidad propia y construir una tercera opción en la Argentina hay que tener autonomía. Yo entiendo que hay que tener autonomía, pero lo que hay que discutir es cómo se construye esa autonomía.
-¿No hay lugar para una “tercera vía” en el país?
-No, no digo eso. La tercera vía en la Argentina no se construye con una mentalidad de partido pequeño. Eso es una irresponsabilidad, es cínico. Tampoco se construye subestimando el diagnóstico grave que tiene el país. Tenemos que discutir cómo volvemos a tener representación y poder político democrático, así se construye autonomía. Y, con esa autonomía, redefinís tu identidad y tenés un perfil propio potente.
-¿Su idea es que el socialismo haga una alianza a nivel nacional con Juntos por el Cambio?
-No, no hay que simplificar. Pareciera que Fein es el equilibrio justo e equidistante entre los dos espacios, que Di Pollina es el kirchnerismo y que yo quiero una alianza con el neoliberalismo en la Argentina. No es así. La alianza que hizo el socialismo porteño es una alianza exclusivamente de la Ciudad. Y no es una alianza con Larreta solamente, sino con el 80% de los aliados que teníamos antes. Allí están el radicalismo, Graciela Ocaña o Martín Lousteau. Es una alianza específica. La alianza de Fein y Lifschitz en Santa Fe está a la derecha de lo que nosotros hicimos en la Ciudad. El Frente Progresista Cívico y Social ha hecho una alianza con la democracia progresista, que ha sido un partido coaptado por la dictadura. El gobierno que integramos en la Ciudad con los radicales, con Lousteau y Ocaña y lo mejor de Cambiemos, tiene un sesgo distinto al de Macri. Ha urbanizado villas. Y el símbolo de Rosario es un casino rodeado de villas. No simplifiquen la situación del partido: yo no soy Juntos por el Cambio. Fein tiene una política bastante inconsistente con el tema de la grieta, porque en este momento tiene alianzas con dirigentes kirchneristas.
-¿Pretende construir un espacio progresista nacional?
-Nosotros somos críticos porque cuando dicen que quieren construir una alternativa progresista están diciendo frases hechas. El 70 % del progresismo es el kirchnerismo y no se va ir de ahí. Y el otro 30% es el socialismo y Margarita Stolbizer. Queremos recuperar la identidad del PS, que no sea un partido títere de la provincia de Santa Fe.
-¿Larreta va a poder imponerse en la interna de Pro?
-Creo que tiene un sesgo diferente. No soy quién para meterme en este momento tan delicado de la Argentina y de los partidos políticos para decir lo qué tiene que hacer Larreta o no dentro de Pro. Creo que gente como Larreta, Lifschitz, Fein, Cortina, Margarita Stolbizer, Pablo Javkin, Lousteau, Ocaña o Maximiliano Ferraro van a confluir, tarde o temprano, en un espacio moderado que pida cambios y modernización para el país, pero no a costa de exclusión. El problema de la Argentina es de diálogo. Hay que escucharse, saberse ver y tener empatía ante el problema de la desigualdad.
-¿Cuál es la diferencia con sus rivales en la interna?
-El partido tiene que estar en ese lugar, no en el que plantea Di Pollina, que es acercar el socialismo al gobierno nacional, y tampoco en el de las frases hechas y consignas de Fein, que no las puede cumplir ni en su propia provincia.
-¿Le sorprende la radicalización de Alberto Fernández?
-No, no me sorprende porque creo que el kirchnerismo tiene un proyecto que está en la antítesis de lo que necesita la Argentina. El país necesita salir de la beligerancia, construir acuerdos para esos objetivos. El ADN del kirchnerismo es profundizar la grieta, la polaridad y el conflicto. Eso es muy peligroso en un mundo tan incierto como el que estamos viviendo por la pandemia.
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