Rossi negó sentirse traicionado por Cristina: “Hay un plan para debilitar al Frente de Todos”, advirtió
En diálogo con LA NACION tras dejar el Ministerio de Defensa, el dirigente santafesino apuntó contra Omar Perotti; “es una estafa”, dijo sobre la candidatura del gobernador a senador suplente
- 7 minutos de lectura'
Horas después de dejar el Ministerio de Defensa, con la mirada puesta en la batalla interna que librará con el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, Agustín Rossi aseguró que “su adhesión al liderazgo de Cristina Fernández está intacto”, a pesar del acuerdo electoral que la vicepresidenta selló con su rival en su provincia. Advirtió que su posición “no está condicionada por un armado de listas”.
Sin embargo, afirmó que esta maniobra del gobernador de Santa Fe “es un plan para debilitar al Frente de Todos y no para fortalecerlo”. Negó sentirse traicionado por la vicepresidenta y consideró que su decisión de no bajar su candidatura en Santa Fe puso de relieve el plan de Perotti de sellar una alianza con el mandatario cordobés Juan Schiaretti. “No es casual que compartan el mismo asesor político Horacio Rodríguez Larreta, Schiaretti y Perotti”, apuntó en diálogo con LA NACION. Opinó, además, que “fue lógica” la decisión del presidente Alberto Fernández de pedirle que deje el Ministerio de Defensa para dedicarse a la campaña.
-¿Cómo explica que la vicepresidenta respalde a Perotti y le dé la espalda a usted cuando en el propio kirchnerismo siempre se valora su lealtad a ese espacio? ¿Se siente traicionado?
-No me consta que haya existido ese acuerdo con Cristina. Adscribí al kirchnerismo, primero con Néstor y después con Cristina y ahora con Alberto, por las ideas, valores, la ética y el sentido de transformación que le dieron a la política. Por lo tanto, nunca me fijé ni me condicionó un armado de listas. Si eso existiese (el acuerdo entre la vicepresidenta y Perotti), mi adscripción al liderazgo de Cristina sigue estando intacta. Es una adhesión que ha estado siempre. Ese compromiso me ha dejado en lugares incómodos pero también me ha traído mucha tranquilidad de conciencia y puedo dormir tranquilo todas las noches. Todos saben dónde estuve, dónde estoy y dónde estaré. Nunca le mentí a nadie ni especulé con mi posicionamiento político. Voy a seguir defendiéndola a Cristina en Santa Fe. Soy uno de los pocos que la defiende, y Perotti seguramente no lo va a hacer, porque nunca lo hizo.
-¿A qué responde ese cambio de mirada de la vicepresidenta en el armado de las listas?
-Nosotros tenemos un problema grave en Santa Fe que es que el gobernador se puso como senador suplente en una de las listas. En un acto que es una estafa electoral, porque el gobernador está pensando más en lo personal, por lo que pueda pasar en dos años. En Santa Fe no hay reelección. Pareciera que su presencia ahí apunta a que el senador titular va a ejercer el cargo sólo durante dos años y después renunciaría para darle el lugar a Perotti. Esto es una estafa y una falta ética grave. Los santafesinos están muy enojados con esta maniobra. Yo sugiero, o al menos esta va a ser la actitud de nuestra lista, de no involucrar a los líderes nacionales, sobre todo a Alberto y a Cristina, en este proceso electoral nacional interno. A los líderes nacionales hay que cuidarlos, apoyarlos y protegerlos y no tratar de apalancarse y apoyarse en alguno de estos liderazgos para tratar de lograr un posicionamiento electoral. En Santa Fe no hay que darle muchas vueltas al debate ni buscarlo entre los pliegues de algún escondite. Lo que hay en juego son dos modelos de provincia y dos modelos de peronismo. Los problemas de los santafesinos necesitan de la ayuda de todos. Y para eso se necesita mucho diálogo, tanto hacia adentro como hacia afuera. Y el gobierno de Santa Fe parece que se ha olvidado de eso. Está encerrado en un pequeño grupo de seguidores de Perotti, que intentó imponer de candidato a senador a Roberto Mirabella, cuyo único mérito es que es amigo del gobernador. Él tuvo que cambiar ese nombre porque salimos nosotros a decir que íbamos a disputar la interna. Perotti viene tomando decisiones que lo emparentan más con el proceso que se vive en la provincia de Córdoba, que yo no comparto. Para mí no es casual el nombre de este armado político que se llama Hacemos Santa Fe. No es casual que compartan el mismo asesor político –Guillermo Seita- con Horacio Rodríguez Larreta y Juan Schiaretti. Todo esto me hace pensar y a mí decirle a los santafesinos: miren que el gobernador está pensando en esto. A Perotti le quedan dos años y medio de gestión, por lo que esperemos que no viva esto como un ataque sino como una propuesta para mejorar porque las cosas no están bien en Santa Fe. La pregunta que me hago es: “¿Están tan mal las cosas para que Perotti necesite ponerse de senador suplente?”. Él dice que siempre se hizo y yo no recuerdo que nunca se haya hecho.
-¿A qué apuntaría esta estrategia conjunta de Perotti con Schiaretti, como usted señala?
-Si las cosas le salían bien a Perotti, cosa que no ocurrió porque se vio obligado a acordar con otros sectores, el plan era que a fin de año iba a sacar al peronismo del Frente de Todos y crear una experiencia donde un sector del PJ, como en Córdoba, funciona con una lógica alejada de las políticas nacionales. No digo que Santa Fe tenga que suscribir un ciento por ciento las políticas nacionales, lo que hablo es de cooperar para obtener los mejores resultados posibles. Nosotros cuando alentamos en 2019 la candidatura de Perotti a la gobernación en Santa Fe imaginábamos un liderazgo más moderno, plural y abierto, tratando de entender las diversidades que tiene la provincia y que también tiene el peronismo. Entonces, lo que está en juego en esta elección es cómo se para la provincia en el concierto nacional y en función de esto cómo queremos que se pare el peronismo.
-¿Hay una estrategia a mediano plazo de Cristina de ampliar el Frente de Todos al acordar con Perotti y avanzar en esta lógica para sumar sectores que no estuvieron en el kirchnerismo?
-Yo siempre creo que los espacios políticos se tienen que ampliar y tener una vinculación con la mayor cantidad de actores sociales, políticos y económicos para extender la base política que uno tenga. Lo que digo es que hay un plan para debilitar al Frente de Todos y no para fortalecerlo. No estoy hablando de un actor independiente que quiere sumarse y que todos tienen que tener gestos como para que se sume. Lo que digo es que hay un actor en el FDT (Perotti) que tiene gestos para irse de ese espacio. Ante esa circunstancia que parecía en los bordes y en las corrientes subterráneas de la política nuestra presencia en el debate tiene que ver con ponerlo de relieve para que sean los santafesinos los que decidan hacia dónde quieren ir. Me parece que ese es el camino.
-¿Esta idea de que los candidatos tienen que dejar los cargos ejecutivos respondió a un interés particular de que deje el gabinete?
-No, es una decisión que el presidente impuso para todos. Tiene un sentido de justicia y de ética importante. Me parece razonable. Lo que hizo Alberto es buscar que haya funcionarios dedicados exclusivamente a la gestión y no a la campaña electoral. Es totalmente lógico. A esta altura sólo tengo palabras de agradecimiento a Alberto Fernández, que ha sido muy generoso conmigo al darme la posibilidad de estar al frente del Ministerio de Defensa durante un año y siete meses de gestión.
-¿Lo sorprendió el momento en que le pidió la renuncia?
-Era previsible. Podía suceder que el presidente tomara una decisión de esta característica. En Santa Fe la vicegobernadora Alejandra Rodenas, que me acompaña en la lista, pidió licencia sin goce de sueldo. El que no hizo nada es Perotti que va como senador suplente. No sigue ninguna lógica ética el comportamiento del gobernador.
Otras noticias de Agustín Rossi
- 1
El Colegio de Abogados de la Ciudad repudió la fiesta del fiscal Ramiro González
- 2
La Justicia dispuso el desalojo de la ocupación ilegal en el Parque Nacional Los Alerces
- 3
Escala la pelea en la Corte Suprema: Lorenzetti estalló contra sus colegas, que le respondieron con dureza
- 4
Alarma en la Corte Suprema. La Justicia investiga una serie de llamados a comisarias de alguien que se hace pasar por Horacio Rosatti