El exministro de Interior durante la gestión de Cambiemos, Rogelio Frigerio, opinó este martes sobre la actualidad política del país, a raíz de la pandemia del coronavirus, y se metió de lleno en las polémicas declaraciones que hizo el expresidente Eduardo Duhalde sobre un posible golpe de Estado en la Argentina.
"Por supuesto no estoy para nada de acuerdo. Sí, esta situación es parecida al 2001, en términos de la caída del nivel de la actividad probablemente sea peor, y también en el cansancio de la gente respecto de la dirigencia política. Sí, estamos cerca del 'que se vayan todos', si no se ponen a la altura de las circunstancias", dijo invitado a Mesa Chica, emitido por LN+.
Sobre el ida y vuelta entre Alberto Fernández y Mauricio Macri por una conversación que tuvieron cuando se decretó la cuarentena, el exfuncionario fue categórico: "La política se está alejando mucho de la gente". Y agregó: "Si el Presidente entendiera lo que está viviendo hoy la familia argentina, el nivel de incertidumbre, el miedo, no solo por la salud sino también por si va a tener empleo, ingresos, si los hijos van a poder volver al colegio alguna vez, no estaría diciendo esto con este nivel de agresividad, ni tirándose piedras".
Para Frigerio, "no tiene sentido" que los políticos se echen la culpa unos a los otros. "En 50 años ninguna facción política ha podido mejorarle la vida a la gente. Por más que uno pueda defender la gestión del último gobierno en muchos aspectos, al final del día la gente no vive mejor hoy que hace cinco años, y en parte somos responsables nosotros también", señaló.
"Lo que está esperando la ciudadanía no es que los políticos se peleen entre ellos, sino que se pongan de acuerdo, que se sienten en una mesa sin cabecera y discutan los problemas de la gente, que no son la reforma judicial, pasan por otro lado", sostuvo.
Respecto de las internas dentro de Juntos por el Cambio, el exministro dijo que la oposición "tiene que estar unida" y hacer "un enorme esfuerzo por mantener y sostenerlo". "Para eso hay que tener mucha generosidad, amplitud, respetar los matices, las diferencias. No alcanza con lo que tenemos, puede llegar a alcanzar para ganar la próxima elección, pero no va a alcanzar nunca para ser un buen gobierno, para generar las mayorías y el volumen político que hace falta para las transformaciones que necesitamos", agregó.
"La grieta es una tremenda restricción para el desarrollo y el progreso del país. Unir a los argentinos no quiere decir que todos pensemos lo mismo, ni que tengamos los mismos valores, sino unirnos en pos de un objetivo. Para sentarse a discutir con el que piensa distinto hay que tener coraje, ahora que se habla de tibios, moderados, valientes. Eso implica necesariamente arriesgar también parte del mucho o poco capital político que cada uno tenga", opinó Frigerio.
Por último, se refirió a la foto que circuló el fin de semana del primer mandatario reunido con Hugo Moyano y su familia, sin distanciamiento ni barbijos: "No me parece una foto demasiado feliz, sobre todo por la coyuntura que vive la Argentina. Hay que tener enorme prudencia y responsabilidad. Creo que la dirigencia en general no es consciente de la gravedad de la situación y eso a mí me preocupa mucho. Hay una distancia enorme entre lo que vive el pueblo y lo que les preocupa a los políticos. Esa brecha es lo más grave y es lo que tenemos que cambiar".
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