Roberto Urquía, el principal aportante de la campaña de Alberto Fernández que jugó a dos puntas
La agroindustria, sector con una relación históricamente tensa con el kirchnerismo, fue el principal donante privado de la campaña electoral de Alberto Fernández. Pero no se trata de aportes generalizados del sector del campo y sus derivados, sino de un poderoso empresario que decidió apostar por el Frente de Todos después de su victoria en las PASO.
El Grupo Aceitera General Deheza (AGD), liderado por el exsenador Roberto Urquía, desembolsó $30 millones para la campaña de Fernández-Fernández, según se desprende de los informes de financiamiento electoral que los distintos partidos políticos presentaron ante la Justicia. En los papeles, AGD aportó como ningún otro para apoyar la campaña de Alberto Fernández. Pero Urquía tenía garantizado el triunfo: su holding, además, fue el primer donante privado de la campaña presidencial de Mauricio Macri, con un aporte de $9 millones.
Las vueltas de la política hicieron oscilar a este gigante de la agroindustria. AGD había sido el principal donante de la Juntos por el Cambio en las PASO (en total, $10 millones), pero tras la victoria de Alberto Fernández, Urquía agasajó al candidato kirchnerista con un almuerzo en Córdoba. Después de ese encuentro, el empresario oficializó el desembolsó para la fórmula Fernández-Fernández que se hace público hoy en el informe oficial presentado ante la Justicia.
Tanto desde el kirchnerismo como desde la oposición remarcaron en diálogo con LA NACION durante toda la campaña electoral que AGD es uno de los pocos grandes grupos económicos que financia el proselitismo en blanco, cuando la regla implícita de las principales empresas es continuar con el desembolso de dinero para los candidatos en negro. Después de largos años de prohibición, la nueva ley electoral permite ahora que las compañías hagan donaciones a las campañas electorales.
El aporte de AGD fue realizado a través de cuatro personas jurídicas distintas, en tres tandas de $9 millones más otra de $3 millones, justamente el límite máximo permitido por la ley para este tipo de donaciones. Pero la suma de todos los desembolsos realizados por AGD (a través de distintas firmas) supera el tope legal. Esta situación no está prevista en la nueva ley. La Cámara Nacional Electoral deberá resolver cuál es el alcance de la prohibición cuando audite los informes de financiamiento electoral.
Además de presidente de AGD, Urquía es accionista de ferrocarril Nuevo Central Argentino (NCA). En febrero del año pasado, declaró ante el juez federal Claudio Bonadio como acusado en la causa de los cuadernos de las coimas, por sospechas de pagos irregulares en las concesiones ferroviarias. El empresario negó los hechos. Bonadio le dictó la falta de mérito.
La campaña presidencial de la fórmula Fernández-Fernández costó oficialmente $143 millones, según indicó el Frente de Todos en su declaración ante la Justicia. La principal vía de financiamiento fue el dinero girado por el Estado, aunque declaró haber recibido donaciones de personas físicas y empresas por un total de $48 millones. Además de AGD, la siderúrgica Aluar SA desembolsó $3.6 millones para la campaña de Alberto Fernández, Nordelta SA donó $1.8 millones y FV otros $700.000.
Estas dos últimas firmas se sumaron al financiamiento del Frente de Todos después de una estrategia innovadora del equipo de campaña de Alberto Fernandez. Tras la victoria en las PASO, le enviaron cartas y correos electrónicas a todas las empresas que habían aportado a la campaña de Macri. "Muchos ni siquiera nos respondieron y otros nos dijeron que no estaban de acuerdo con nuestra ideología, pero hubo un grupo que se sumó", indicó un dirigente que formó parte del equipo.
La donación de Vicentín
Pese a la derrota electoral, Mauricio Macri fue el candidato que más dinero declaró en la campaña. Juntos por el Cambio gastó $212 millones en promocionar la fórmula Macri-Pichetto, según los datos oficiales. La mayoría de sus ingresos fueron aportes de empresas ($88 millones) y personas físicas ($20 millones).
El dato más llamativo es que entre las empresas que aportaron dinero a la campaña de Juntos por el Cambio aparece Vicentín, una empresa que recibió préstamos por $18.500 millones por parte del Banco Nación durante el macrismo. El aporte de Vicentín fue de $5.5 millones y se realizó a través de la empresa Friar SA, una firma que pertenece al grupo santafecino. Esta mañana, el fiscal federal Gerardo Pollicita impulsó una investigación penal contra el exdirector del Banco Nación (BNA) Javier Gonzáez Fraga en la causa donde se investiga si hubo irregularidades detrás del préstamo a Vicentín.
La agroindustria fue, por lejos, el principal financista de Juntos por el Cambio en las presidencial. Hubo donaciones de decenas firmas agropecuarias, frigoríficos oleaginosas e industrias vinculadas al campo. Los donantes más importantes del sector fueron AGD ($9 millones), Frigorífico Gorina ($7.2 millones), La Paz Agropecuaria SA ($7 millones) y Arre Beef SA ($7 millones).
Hubo más grupos empresarios que dividieron sus aportes al macrismo en pequeños montos a través de distintas firmas. Por ejemplo, Banco Galicia , que distribuyó $7 millones entre Sudamericana Holding ($4 millones) y Tarjetas Regionales ($3 millones).
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