Roberto Lavagna asesora a Alberto Fernández y Martín Guzmán, pero insiste en mantenerse fuera del gabinete
El operativo seducción de Alberto Fernández para sumar a Roberto Lavagna a su gestión no se detiene. Incluye desde consultas reservadas y elogios en público hasta sillones codiciados de su administración para dirigentes del riñón del exministro. En concreto, lo tienta con encabezar el futuro Consejo Económico y Social, una de sus grandes apuestas. Pero Lavagna no quiere incorporarse al Gobierno: prefiere colaborar con el Presidente sin ocupar ningún cargo, coinciden distintas fuentes de su entorno consultadas por LA NACION.
Tercero en los comicios de 2019 -sacó apenas el 6% de los votos con un discurso "antigrieta"-, Lavagna opta por permanecer en silencio. "Presidente o nada", había anticipado antes de la elección general. En privado, reconoce que pretende "ayudar" a Fernández. Y remarca que tuvo la misma predisposición para colaborar con Mauricio Macri, con quien mantuvo varias conversaciones durante la gestión de Cambiemos. "Esperemos que esta vez el resultado sea mejor", remata.
Lavagna también aconseja al ministro de Economía, Martín Guzmán, quien está al frente de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los acreedores privados por la deuda. La última charla se produjo hace pocos días. Lavagna le habló sobre su experiencia como ministro, que se inició en 2002. "Fue una conversación productiva, de intercambio de experiencias", describió una fuente que estuvo al tanto de ese contacto. Lavagna también dialogó con el flamante embajador argentino en EE.UU., Jorge Argüello.
Las charlas con Fernández
Hermético, el exministro evita filtrar comentarios sobre sus charlas "privadas" con el Presidente. En noviembre pasado, en pleno traspaso de mando, LA NACION reveló que Fernández lo visitó en su casa de Saavedra y le pidió su diagnóstico sobre la situación económica. Poco después, como informó este medio, le solicitó que se juntara con Guzmán para que le diera su opinión sobre el joven economista.
Quienes frecuentan a Lavagna lo notaron crítico de los primeros pasos de Fernández. "No ve un programa visible de movilización económica. De hecho, las medidas conspiran contra la reactivación", dice uno de sus alfiles. Otro afirma que observó falta de coordinación entre el gobierno nacional y la administración bonaerense de Axel Kicillof en la negociación con los bonistas. También alertó sobre las "distintas miradas" en el Ejecutivo nacional en la discusión con el FMI y la eventual quita. Según la misma fuente, el Gobierno le ofreció a Lavagna participar "simbólicamente" de algunas reuniones por la deuda, pero rechazó la invitación. "Uno solo debe negociar la deuda porque después te operan", les dijo a integrantes de su equipo.
Un socio en la última aventura electoral cree que hay semejanzas entre varias propuestas de campaña de Lavagna y algunas medidas que impulsó Fernández, como el plan contra el hambre o la reestructuración de la deuda.
Aunque prefiere estar fuera del radar mediático, Lavagna reapareció el jueves en un acto de Fernández en Escobar. Se ubicó en primera fila, escoltado por ministros del gabinete nacional, y se mostró junto al flamante embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín. Su sorpresiva presencia alimentó las versiones sobre un desembarco en el Gobierno. "Él es muy político, muy vivo. Sabe manejar los silencios", afirma una fuente que lo conoce hace años.
Ofrecimiento
Fernández no oculta su deseo de que Lavagna encabece el futuro Consejo Económico y Social para el Desarrollo, que pretende crear por ley para diseñar políticas de Estado. En el entorno del economista no creen que acepte. "El que pierde la elección no gobierna. ¿Por qué motivo tiene que decidir participar si él salió tercero? Hay que ponerse con humildad en el lugar que nos puso el voto popular", remarca el diputado nacional Alejandro "Topo" Rodríguez (Consenso Federal-Buenos Aires), exjefe de campaña de Lavagna.
También están quienes creen que no es el momento de activar el consejo. "Podría generar ruidos que Lavagna esté ahora al frente del Consejo. Guzmán acaba de asumir y se están tomando medidas de coyuntura, no de mediano o largo plazo", apuntan.
En el reparto de poder, Fernández les dio cargos a varios integrantes del círculo de confianza del exministro. Puso a Marco Lavagna al frente del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Y nombró a Zenón Biagosch y Carlos Hourbeigt en el directorio del Banco Central. Además, Rodolfo Gil fue designado embajador en Portugal, y Matías Tombolini asumió como vice del Banco Nación. En el entorno de Lavagna reconocen que hubo diálogos con Fernández por algunos nombres, pero rechazan que haya un acuerdo.
Como es público, desde la elección tuve conversaciones con el Presidente de la Nación que NO involucran acuerdos por cargos y menos a cambio de apoyo parlamenrario. Los diputados de #ConsensoFederal solo votarán leyes que consideren buenas para la sociedad, sin condicionamientos&— Roberto Lavagna (@RLavagna) December 16, 2019
En el Congreso, los diputados de Consenso Federal respaldaron en general los proyectos de Fernández (Graciela Camaño se ausentó en las votaciones) y forman parte del interbloque Federal, que preside Eduardo "Bali" Bucca. Afirman que continúan en la tercera vía. Lavagna es "una fuente de consulta" para ellos, pero dicen que tienen "libertad de acción" y "un criterio propio". "La idea es consolidar la identidad del espacio", señala Bucca a LA NACION. Días atrás, el exministro les pidió "más iniciativa propia".
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