Ricardo Lorenzetti sobre la designación de Horacio Rosatti: “Cuando Nazareno se votó a sí mismo, generó una reacción enorme”
El ministro de la Corte dijo que no hay crisis en el tribunal, pero reiteró su rechazó a la forma en que se nombraron las nuevas autoridades
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Ricardo Lorenzetti aseguró este martes que la Corte Suprema tiene “principios que respetar” y ratificó su postura de rechazo a la forma en que Horacio Rosatti fue elegido presidente del máximo tribunal la semana pasada a través de una procedimiento que incluyó un “autovoto”. “Respeto que otros piensen diferente, pero yo no lo comparto. La Corte tiene que dar previsibilidad”, dijo a A24.
Lorenzetti había publicado una carta pública y ahora habló sobre la designación de autoridades. Comparó la “autodesignación” de Rosatti con el “autovoto” de Julio Nazareno, el exministro de la Corte durante el gobierno de Carlos Menem, que fue reelecto con su propio voto. “Yo nunca me hubiera votado a mí mismo por más que fuéramos tres”, enfatizó.
“Lo que hice fue sentar una posición. Cuando se produjo el autovoto del doctor Nazareno, eso generó una enorme reacción social, tanto que hubo artículos periodísticos muy críticos. Incluso, Elisa Carrió le pidió a Nazareno el juicio político por esa razón. Fue una enorme crisis”, se explayó y agregó: “en ese momento el doctor Petracchi fijó una posición, que nosotros luego consideramos la correcta”.
También apuntó contra sectores ligados a Rosatti. “Esto se originó por gente que lleva y trae dentro de la Corte”, afirmó, en diálogo con Luis Novaresio.
También minimizó el rol del presidente del máximo tribunal. Según dijo, hubo un tiempo que la Corte necesitaba un perfil alto, cuando él era presidente, pero dijo que ahora el tribunal funciona como una institución colegiada, donde todos los jueces valen lo mismo.
En ese sentido, señaló que no habrá un “cambio en la jurisprudencia”. “Hoy todos coincidimos que un cambio de presidente no va a representar un cambio de la Corte. Hemos cambiando el régimen interno, hoy el presidente no tiene una facultad distinta a la de otros miembros”, detalló. Sostuvo que ahora todos los integrantes fueron designados por distintos presidentes, con lo cual el escenario es distinto a cuando él se hizo cargo de la presidencia.
De todas formas, aseguró que no hay una “crisis” en la Corte y detalló que las instituciones “tienen que estar por encima”. “No podemos perder el tiempo en disputas de poder, cuando nosotros tenemos tanta responsabilidad. No es la primera vez que tenemos esa discusión”, sostuvo.
Lorenzetti recordó que el máximo tribunal trató temas que conllevaron procesos de consensos internos como los juicios de lesa humanidad, el corralito, la pesificación. Y también reivindicó el rol del tribunal en torno a los debates por la democratización de la Justicia, durante la segunda presidencia de Cristina Kircher, y los ataques que sufrió Fayt. También dijo que lo han atacado “de todas las formas posibles” a él y a su familia en los últimos 15 años. “A mi no me molesta que un presidente diga ‘está mal este fallo’, pero la corte tiene que seguir su línea de trabajo. Hemos hecho un enorme esfuerzo para mantener la independencia de la Corte”, argumentó.
Al inicio de la entrevista, Lorenzetti pidió “hacer una autocrítica” respecto de las controversias que surgieron en torno a la nueva elección del presidente, tanto antes como después de la votación.
“Todos nosotros tenemos ideas diferentes, y es bueno que la tengamos, pero hablamos. Los cuerpos colegiados no tienen por qué tener conflictos graves”, opinó y remarcó: “nuestra responsabilidad ante la sociedad es que seamos serios”.
No obstante, marcó su desacuerdo con la fecha elegida para la elección del nuevo titular del máximo tribunal, mientras él se encontraba en el exterior como representante del Estado argentino en el organismo internacional Unidroit, en el que participan juristas de todo el continente. Lorenzetti ya había adelantado su posición en una carta al resto de los miembros de la Corte que se hizo pública días atrás.
Así, insistió en su rechazo a la forma en que se eligió la fecha del encuentro, reconoció que hubo “un problema interno”, pero dijo que “está solucionado”. “Quería explicar algo a la sociedad. En ese acuerdo que ellos convocaron, no podía estar yo, ellos insistieron en hacerlo, tienen derecho de hacerlo. Por eso no impugné ni pedí la nulidad del doctor Rosatti”, manifestó y remarcó: no hay una crisis”.
Por otro lado, se refirió a la posibilidad de que se aumente el número de miembros de la Corte Suprema, como se ha deslizado en distintas oportunidades. “Hay diferentes modelos, nosotros tenemos un sistema más parecido al modelo norteamericano, de pocos miembros”.
En medio de esas tensiones, Rosatti había criticado a los jueces que buscan ser “políticos”. “El juez que juega a ser político es mal político y el político que judicializa una decisión que no pudo resolver, no debe quejarse de la decisión judicial”, afirmó, tal como publicó LA NACION.
Rosatti había mostrado sus diferencias con Lorenzetti sobre las causas judiciales vinculadas a la política: “Las malas decisiones de los gobiernos no deben ser corregidas por los tribunales de Justicia, sino por el pueblo en las próximas elecciones, sino el Poder Judicial se convierte en un contrapoder. No es un contrapoder, a veces se dice que es el que plantea las limitaciones para evitar que el Poder Ejecutivo se desorbite, pero no es el único contramayoritario. Decisiones contramayoritarias toman los tres poderes del Estado”.
Luego, Lorenzetti dijo que no cree en el “Lawfare”, la persecución judicial contra dirigentes políticos a la que ha aludido Cristina Kirchner y diferentes dirigentes del Frente de Todos durante el gobierno de Cambiemos. Lorenzetti indicó que los máximos tribunales de distintas naciones enfrentan acusaciones de ese tenor.
A su vez, reconoció que el sistema judicial necesita de una “reorganización profunda”, pero pidió que sea a través de un gran “acuerdo” entre los poderes del Estado, en el que quede claro que el “Poder Judicial debe ser independiente”. “Hacen falta reformas importantes para que la justicia sea más rápida, para que hay más jueces, y que los edificios estén cercanos a los lugares de conflictos”, expresó y añadió: “el poder no sirve de nada, si no es para la gente”.
En el final, procuró bajar la polémica. “Tenemos que tener templanza, serenidad, proteger los derechos, para eso está la Corte, y en eso no vamos a claudicar. La gente tiene que estar tranquila. Nuestra responsabilidad es cuidar los derechos de las personas y no andar haciendo disputas de este tipo. Tenemos la responsabilidad de que la corte funcione bien, y va a funcionar bien” apuntó.
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