Durante su paso por +Entrevistas, ciclo conducido por Luis Novaresio, el diputado reconoció estar transitando por una situación “muy delicada y dolorosa” y destacó el apoyo de su familia
- 2 minutos de lectura'
Ricardo López Murphy habló durante su paso por +Entrevistas, ciclo conducido por Luis Novaresio, sobre el duro momento que atraviesa a causa de la enfermedad de uno de sus familiares.
El diputado de Juntos por el Cambio reconoció en la entrevista haber “sufrido de muchas dificultades” desde su ingreso a la Cámara de Diputados. Ante la repregunta del periodista sobre a qué se refería, el economista se sinceró: “Hay una parte muy delicada y muy dolorosa que viví y la pude parar. La otra parte no”. Y remarcó: “Me ha llevado a sentir un gran conflicto entre mis obligaciones cívicas y mis afectos. Me ha costado mucho poder cumplir con mi deber. Lo he hecho con dedicación, pero me ha costado”.
Minutos después, profundizó sobre el escenario que afronta a nivel personal y reveló tener un “familiar enfermo -uno de sus hijos-, en términos muy delicados”. Lamentó luego haber tenido que obligar al resto de su familia a “hacer un esfuerzo supremo para sustituir” lo que debió haber sido su rol. Y explicó: “cuando yo tomé los compromisos cívicos que tomé, no pensé que iba a afrontar los dilemas que afronté”.
“Sacamos la carta equivocada”, dijo el diputado de opositor con lágrimas en sus ojos.
Ahondando en el terreno personal, rememoró un “momento difícil” previo que lo marcó para siempre. “Mientras estudiaba en Estados Unidos, mi padre enfermó, murió y yo no pude volver. En ese proceso, el capellán de las universidad me ayudó mucho. Me formé mucho en teología y eso me sostuvo”, relató.
“A veces sacamos malas cartas. Me duele, pero es así -afirmó-. Por suerte, conté con mi familia. En todo momento, hizo un esfuerzo extraordinario para sostenerme. Hace más de 40 años que estoy casado y nunca me faltó nada”.
A mediados de la entrevista, López Murphy confesó qué es lo que lo ayuda a escapar de la realidad a sus 71 años. “Para mí, la natación es crucial. Yo la disfruto mucho”, sostuvo e indicó que “no se trata solo de un hecho físico” sino que le permite “sanear la mente, liberarla”.
Y concluyó: “Me ayuda mucho en los problemas que he enfrentado. Reflexiono bastante estando allí. Después de salir de nadar, tengo la cabeza como un bebé. Me siento como nuevo. Aumenta mi energía, estoy limpio y renovado de todo. Si fuera presidente, nadaría con regularidad”.
LA NACION