Ricardo López Murphy: “Queremos capitalizar el voto de Patricia Bullrich”
El precandidato a diputado evita confrontar con María Eugenia Vidal, aunque marca sus diferencias: menos gasto e impuestos y una actitud “más severa” frente al delito
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Después de diez años, Ricardo López Murphy regresa a la palestra electoral. De la mano de su nuevo espacio, Republicanos Unidos, le dará batalla como precandidato a diputado nacional por la Capital a María Eugenia Vidal en las elecciones primarias de Juntos por el Cambio, en setiembre próximo. Si bien la exgobernadora bonaerense cuenta con la venia del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, López Murphy se muestra optimista pues confía en cosechar los votos de Patricia Bullrich, quien finalmente bajó su candidatura.
“Nosotros vamos a tratar de representar a todos los votantes posibles. Sobre todo, a los votantes de Patricia Bullrich. Es natural que haya mucha gente que se sintió decepcionada por la forma en que se resolvió esa circunstancia (la disputa interna dentro de Pro por las candidaturas de Capital), y naturalmente una parte de ese voto deberíamos capitalizarlo”, enfatizó López Murphy durante una entrevista con LA NACION.
El economista prefiere no opinar sobre los enfrentamientos internos dentro de Pro, que derivaron en el renunciamiento de Bullrich como candidata a una banca en la Cámara baja en favor de Vidal y su ahora mentor, Rodríguez Larreta. En una suerte de “pacto no escrito” con el jefe de gobierno porteño, López Murphy llevará adelante una campaña sin agresiones ni golpes bajos. Un duelo en el que ambos ganan: el economista se aseguraría que su lista confluya con la de Juntos por el Cambio y, de paso, le arrebataría votos a su colega Javier Milei, el libertario que amenaza con opacar la elección de Juntos por el Cambio en la Capital. Un favor a Rodríguez Larreta.
–¿Qué lo llevó a usted, junto a Republicanos Unidos, a confluir en Juntos por el Cambio?
–Yo diría que la convergencia de dos factores: uno, la deriva extrema del gobierno nacional, que fue llevando su política tanto externa como interna a límites que difieren mucho del tono de campaña de 2019. Y en esa deriva hacia posiciones extremistas, la lógica es tratar de confluir hacia un gran frente opositor. El segundo factor es que mucha de la gente que nos acompaña, según sondeos de opinión, nos decía que quería votarnos, pero no quería perder su voto. La gente entendía que, si íbamos por afuera, debilitábamos el voto opositor. Yo no estoy de acuerdo con eso, pero era la realidad del planteo. Hay un tercer factor que también nos animó a esta alianza: la agresión a la Ciudad de Buenos Aires por parte del gobierno nacional. La Capital es la que más ha sufrido la crisis por el Covid, es una ciudad intensiva en bienes culturales, turísticos, servicios de esparcimiento y gastronómicos. Es la más castigada por la pandemia y el Gobierno se dedicó a saquearla porque está gobernada por la oposición.
–En esto estuvieron de acuerdo con Rodríguez Larreta.
–Nosotros hicimos mucho énfasis en reivindicar la autonomía de la ciudad, más que el gobierno de la ciudad. A la Capital se le quitó el 93% de los recursos. Saquearon a la ciudad para mantener el aparato clientelista de Formosa, Santiago del Estero, La Rioja y tantas otras, provincias muy favorecidas si se observa el nivel de gasto per cápita. La Capital pasó de percibir el 3,75 de coparticipación al 1,4 en el peor momento de la pandemia. Mi deber como ciudadano y como aspirante a representar a los ciudadanos de Buenos Aires debe ser defender los recursos.
–¿Por qué habría que votarlo a usted y no a Vidal en las primarias?
–Nosotros tenemos una valoración de una economía más abierta, con más peso de la sociedad civil, con menos gasto y menos impuestos. Nosotros jamás hubiésemos votado la ley de teletrabajo ni de góndolas ni medidas de emergencia que se aprobaron en el Congreso. Nosotros creemos en un orden público más republicano y tenemos una actitud frente al delito y al crimen organizado más severo que el que han llevado adelante quienes lideran la opción alternativa a la nuestra.
–¿No le genera ruido que Vidal se mude a la Capital cuando se desempeñó como gobernadora bonaerense durante cuatro años?
–Nosotros vamos a diferenciarnos en las cuestiones conceptuales y programáticas, sobre todo en la narrativa. No vamos a hacer cuestionamientos sobre cómo integran las listas nuestros adversarios circunstanciales. Recuerde que tenemos que competir en una primaria que luego fusionará las listas: vamos a marcar nuestras diferencias en las políticas haciendo énfasis en la narrativa. Argentina necesita una reforma integral porque tiene colapsados su inversión per cápita, porque tiene una altísima inflación a pesar de que las tarifas están artificialmente congeladas y porque la brecha cambiaria que hace imposible la inversión.
–¿Por qué cree que estas elecciones son importantes?
–Porque está latente el riesgo que prevalezca el hegemonismo, es decir, la tendencia del Gobierno a avanzar sobre las institucionales por medio de la reforma de la Justicia, de la reforma de Procuración, del reparto arbitrario de los recursos federales. Observo que hay mucha ansiedad en la opinión pública ante el riesgo de caer en un hegemonismo como sucede en otros países de la región.
–¿El economista Javier Milei disputa con usted el mismo electorado?
–Con Javier hemos interactuado durante muchos años. Yo he prologado algunos de sus libros, él ha publicado artículos de libros que yo he editado. Hemos mantenido un intercambio muy fecundo en estos años. Javier tiene un diagnóstico sobre el sistema político argentino al que descalifica en su totalidad, tanto a la oposición como al oficialismo, y esa no es mi posición. Yo puedo tener una discrepancia muy grande con lo que fue la gestión de la oposición en el Gobierno, pero no la pongo en el mismo plano del oficialismo.
–¿Es Rodríguez Larreta el líder natural de Juntos por el Cambio?
–Me parece que es prematura cualquier definición sobre estos temas. Obviamente, el jefe de gobierno porteño comanda un distrito importante y eso obviamente le da un peso distinto, pero creo que después de las elecciones la oposición tendrá una larga discusión sobre el rumbo a seguir; a mi juicio, ese debate tiene que tener como eje la necesidad de instrumentar una reforma integral, que sea sostenible en el tiempo, con un programa y una narrativa adecuadas. Una vez que esté saldada esa discusión surgirán los liderazgos.
–Usted supo ser socio político de Mauricio Macri. ¿Cree que el expresidente cumplió una etapa?
–Una de las reglas que yo me impuse fue no entrometerme en las otras fuerzas, con la idea que no se entrometan en la nuestra. Me parece que eso (el futuro político de Macri) va a surgir de los debates internos. Sobre esto preferiría no opinar porque me convertiría en un analista político y lo que yo pretendo es cambiar la narrativa que prevalece en la Argentina y hacerlo de manera cooperativa con todo el frente opositor.