Ricardo López Murphy: “Es crucial que baje el ritmo de la deuda para que esto no explote”
El diputado nacional y referente de Republicanos Unidos alerta sobre la profundización de la crisis y advierte que el Gobierno debe hacer de manera urgente una corrección fiscal y externa
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A Ricardo López Murphy le preocupan dos frentes: la crisis económica y financiera del país y la falta de reglas de juego claras en Juntos por el Cambio para definir las candidaturas. Advierte que la economía está frente a un punto de quiebre y dice que el Gobierno debe encarar de manera urgente una corrección externa y fiscal. Dispuesto a dar pelea en el escenario electoral, el líder de Republicanos Unidos no descarta ser candidato a presidente ni pelear por la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad.
-¿Cuál es su diagnóstico de la situación económica y financiera? ¿Se está gestando una crisis mayor?
-Tengo la sensación de que hay una combinación de una situación externa muy delicada, por varias razones, como el atraso cambiario, el fracaso de la cosecha y que se usaron todos los mecanismos de endeudamiento del sector privado posibles, y hay un horizonte de incumplimiento de la meta con el FMI. En consecuencia, esos problemas están golpeando fuertemente la inflación y el nivel de actividad. Esa recesión que se induce es lo que permite que no explote el flujo de divisas.
Y, por otro lado, hay un crecimiento espectacular de la deuda en los últimos tres años que ha llegado a un nivel donde no hay espacio de maniobra. Prácticamente se ha ocupado toda la capacidad prestable de los bancos y de los agentes institucionales. No hay donde poner más.
-¿La deuda en pesos es la “bomba” más complicada para desactivar? ¿La mecha es corta?
-Diría que la estrategia del gobierno fue tratar de prorrogarla y me parece que está llegando al límite, sobre todo, porque al mismo tiempo se siguen políticas fiscales inconsistentes. Si uno lee el llamado a sesiones extraordinarias, en lugar de astringencia fiscal están lanzando moratorias que amplían enormemente el déficit. El discurso público de una gran fracción de la coalición de gobierno es hagan otro “plan platita”. Y el problema que tenemos es el derivado el “plan platita”.
-Gabriel Rubinstein dijo que la deuda en pesos es manejable y Emmanuel Álvarez Agis sostuvo que no es un problema. ¿Es impagable?
-¿Qué quiere decir manejable? Que ellos van a poder renovarla a tasas razonables, es decir, están pagando cerca de 120 y diciendo que la inflación es 60. Si eso le parece una tasa razonable…Ahora como las dificultades van in crescendo, eso va a ampliar la tasa y la brecha. Con brecha e inflación del 100%, me parece un razonamiento no adecuado. Ese es un problema delicado. En el gobierno de Cristina la deuda crecía a 15 mil millones por año, en el de Macri, a 15 mil millones por año, y ahora, a 40 mil millones por año. Cuando comparan con Colombia, ninguno de esos países defaulteó nueve veces o confiscó los depósitos cinco veces. Tenemos un record que requiere no tener déficit. Y venimos teniendo un déficit inmenso y ocultándolo. Acá hay otro punto: no es verdad los déficits que ellos dicen. Uno muy fácil de ver es en el plan soja. Ahí el BCRA registra la deuda de la operación, pero el Tesoro nunca la deuda que devengó con el Central. Ósea, la pérdida no está registrada. Y fíjese que en las cuentas del Gobierno el plan soja da ganancia.
-¿Massa oculta el déficit fiscal? Él dice que está ajustando para cumplir las metas con el FMI
-Una cosa es que estén corrigiendo un descalabro que había en el primer y en el segundo semestre del 2021 debido al famoso “plan platita”. Esa suma de deudas ha llegado a un punto en que hay que enfrentar una corrección externa y fiscal, que haga compatible la deuda con el tamaño de nuestros mercados financieros y de capitales, que son pequeños. Y son pequeños porque defaulteamos nueve veces. Más aún, los miembros de la coalición gobernante hablan del problema de la deuda con el Fondo, que era más barata y es un décimo de la deuda total. Ellos metieron un Fondo por año. 40 mil en el 2020, 40 mil en el 2021 y 40 mil en el 2022.
"El problema que tenemos es el derivado el plan platita"
-¿La economía está en un punto de quiebre? ¿Puede haber una crisis mayor?
-Está en una situación muy delicada. Yo lo dije y, por eso, no voté el acuerdo con el Fondo ni el presupuesto: corrían la deuda para el próximo gobierno. A mí me interesa conservar el crédito y no estoy pensando en hacer una cosa negativa para el país. Todo lo contrario. Digo que hay que hacer una corrección. Hay que dejar de tratar de correr la arruga. Es lo que han venido haciendo.
-¿Esa corrección debería empezar ahora?
-Ahora mismo y en gran magnitud.
-¿Qué implicaría?
-Que sea una corrección inducida y creo que la oposición va a estar dispuesta a avalarla por la realidad. Pero van a tener que reconocer que son los años que han estado abusando y haciendo inconsistencias. En la discusión de juicio político, se planteaba que la oposición no dejaba que pase la moratoria previsional. Es como si yo dijera tenemos un enfermo con infarto y usted me propone que hagamos una maratón. Lo matan seguro. Entonces, no es la oposición, son ellos.
-¿Eso implicaría ajustar el tipo de cambio oficial y achicar la brecha?
-Implica hacer una corrección integral, un camino hacia la verdad.
-En los últimos comunicados de JxC rechazan “la utilización de instrumentos financieros en pesos, ajustados en dólares con tasas de interés imposibles de pagar”. ¿Fue un error expresar eso?
-Bueno, ahí está. No es cierto que emiten pesos, sino dólares. Es deuda indexada al costo de vida y tipo de cambio. Pesos son los del Banco Central, lo otro con operaciones indexadas.
"Necesitamos correcciones estructurales del desequilibrio fiscal, no correr la arruga"
-¿Ese tipo de expresiones pueden generar una corrida? El oficialismo dice que JxC quiere que explote la economía y por eso empuja.
-No, no. Todo lo contrario. Sería muy idiota, porque si reventamos eso, también reventamos nuestro futuro. Lo que es crucial para que esto no explote es que el ritmo de la deuda baje, la implícita y la explícita. Y no ocultemos las operaciones. Por ejemplo, ¿se registran o no las pérdidas del dólar soja? Más o menos fueron 12 mil millones de dólares, con una pérdida de 60 pesos es fácil hacer la cuenta. Más la deuda que eso genera.
-Lacunza dijo que “no pagar es la última opción”.
-No, pero le estoy diciendo que no es mi finalidad. La única novedad que hay es que JxC está yendo al discurso que usé en la campaña electoral del 2021. Esto no tiene discusión. Rubinstein dice: ¿por qué no hacemos déficit cero el año que viene? Ósea ellos se pegan una fiesta de 150 mil millones y la coalición opositora tiene que pagar la fiesta y hacer la corrección. Eso es una broma de mal gusto.
-¿Los privados también son responsables por comprar esos bonos duales?
-Bueno, ahí viene otro trauma. El dual es como ofrecer un seguro de cambio gratis. Es como ir al casino y hacer un arreglo con el crupier para que pongás la plata una vez que se ve la bolilla. Eso es el bono dual. Eso fue una operación desesperada. Nunca vi algo igual. El amigo el crupier.
-En otro comunicado de JxC alertaron sobre una posible “salida caótica” de la crisis financiera. ¿Eso sería una hiperinflación o un corralito?
-La historia ilustra sobre estos problemas. Cuando usted tiene un problema de dificultad de renovación de vencimientos, hay una crisis, que puede asumir distintas formas. Ahora la forma de resolverlo es diálogo con la oposición, encauzar las cosas y hacerse cargo del problema ahora. Eso no ocurre porque es una coalición con características disparatadas.
"El gobierno debe hacer ahora mismo una corrección integral y de gran magnitud"
-Se prevé que el Gobierno sufrirá turbulencias durante la campaña. ¿Por qué cree que no desinfla esa burbuja?
-Porque no está dispuesto al diálogo con la oposición y tiene problemas internos de la coalición, sin un diagnóstico acabado del problema. Sería raro que no hubiera dificultades.
-¿Imagina una transición compleja con este escenario?
-Claro. Es inevitable. Nunca había visto esto. ¿Usted lo vio al ministro del Interior explicando los dilemas del país y de la gestión de gobierno o lo ve en una farra completa? Yo lo veo alejado de la realidad. Vaya a saber la agenda que tiene.
-¿La situación es similar a la de 1988/89, que derivó en el final del gobierno de Alfonsín?
-Bueno, en ese momento…Yo diría en el 1975 teníamos problemas de financiamiento y volaba la base monetaria, en 1988/89 teníamos problemas, en el 2015 había inconvenientes, pero la gente tenía expectativa de que el próximo gobierno iba a resolver todo. Esa expectativa claramente se frustró. Se percibió que la gravedad de la crisis estructural se agravó tremendamente en estos veinte años por esa suba espectacular de gasto público que todos los días piden que vuelva a ocurrir.
-Domingo Cavallo dijo que Massa al menos logró estabilizar la tasa de inflación mensual en torno al 6%. ¿Qué opina?
-La tasa de inflación estuvo muy influida también por la caída de precios de alimentos que produjeron la sensación de una tasa menor, pero eso se ha dado vuelta. Este mes metimos 700 mil millones más de déficit de pagos de intereses del Banco Central y todo el mundo está mirando cómo se va a resolver el problema. Y todos se pasan el bonete.
-¿Proyecta una nueva disparada de la inflación?
-Hay una situación muy compleja frente a nosotros. Lo mejor hubiera sido que hace seis meses hayamos tenido una discusión sensata sobre esto y planteado mecanismos correctivos, pero la agenda ha sido correr la arruga.
-¿Mauricio Macri o Javier Milei se beneficiarían con un tsunami económico?
-No, yo creo que sería muy malo para el país. Deben hacer lo posible para evitarlo y correcciones estructurales del desequilibrio fiscal, no correr la arruga.
-¿No hay ninguna responsabilidad de la oposición? Se ve un Congreso paralizado.
-Poner en riesgo toda la institucionalidad del país es peligrosísimo. Yo me hubiera dedicado solamente al tema fiscal. Planteando un escenario de diez años de la gran consolidación fiscal de la Argentina. ¿Se acuerda cuando Fernández decía que iba a pagar a los jubilados porque no iba a tener leliqs? Yo no sé si lo hacían por mentir o de verdad no entendían el problema. A veces tengo esa sensación cuando escucho a [Martín] Guzmán.
-Guzmán dijo esta semana que JxC tiene una actitud “irresponsable” por los comunicados y defendió su gestión.
-Critican a la oposición, pero ellos han gobernado y colocado esa deuda inmensa. Dicen que no es grande, pero respecto a qué. No hay ningún Banco Central que tiene esta cantidad de deuda respecto de sus depósitos. Ningún país que tiene todas las posiciones tomadas por esto.
"No hay ningún Banco Central que tiene esta cantidad de deuda respecto de sus depósitos"
-¿Cuánto aguanta esa situación? ¿El Gobierno pueda llegar a diciembre sin un estallido?
-Eso no lo sé, porque eso depende de cómo reacciona la gente. Una señal que usted ve en estos casos es que le empiezan a demandar más tasas de interés para renovarlo y se hace más difícil. En general, se necesita que dé una respuesta estructural al problema de déficit que tiene en la Argentina. Eso implica una reforma de la seguridad social o subsidios de empresas públicas.
-¿Qué escenario imagina para el 11 de diciembre en caso de que JxC gane las elecciones?
-Eso es muy difícil hacer un escenario porque eso implicaría que sé la respuesta de política económica que van a dar a esta dificultad. Nadie plantea si es razonable o no, durable o no. Por ejemplo, yo no veo de dónde salen los dólares. En mis ejercicios me faltan los dólares, porque a todos los problemas que tenemos abusaron del crédito privado y adelanto de exportaciones.
-¿El gobierno se puede quedar sin reservas?
-Ese riesgo está. Bueno, habrá que ver cómo va a reaccionar el Fondo si no cumplen las metas. Sé que Argentina no tiene espacio para tener el déficit que tiene ni para que siga creciendo la deuda.
-¿Un eventual nuevo gobierno de JxC deberá conformarse con estabilizar la crisis y evitar un estallido?
-El nuevo gobierno tiene que estabilizar la situación macroeconómica, relanzar el crecimiento, y crear cambios estructurales que faciliten la inversión y el empleo privado. Tiene que producir un gran esfuerzo de inversión propio. Recuerde que tenemos muy herido el acceso al crédito.
-Con este cuadro, ¿cuál cree que podrá ser la velocidad de las reformas de JxC?
-Será inevitable que haya un programa de corrección inmediata. El gradualismo necesita crédito y financiamiento. Usted va más rápido en la corrección si no tiene financiamiento. Así que es un debate no verdadero. No puede haber otra cosa que una corrección rápida porque no hay crédito, ni externo ni interno. Probablemente el problema de la cosecha sea como el del 2018. Acuérdese cuál fue la experiencia del 2018. Ahí se topearon con la pared.
"La Ciudad tiene que ser un faro de libertad"
-¿Hay consenso en JxC en torno al eje vertebral del plan?
-No hay expresiones alegres ahí, todo el mundo sabe a lo que vamos. Lo que no sabemos cuál va a ser la política del gobierno de ahora en más. Vamos a ver en marzo cómo se arregla este tema que no se han registrado las pérdidas del plan soja o de que vendimos reservas cuando las teníamos que comprar.
-¿Usted pretende ser candidato a presidente o a jefe de gobierno?
-Yo creo que tenemos que fijar un programa, en una situación tan delicada, construir una narrativa, que tiene que ser esperanzadora, porque creo que hay circunstancias muy favorables para la Argentina, y tenemos que, sobre todo, fijar las reglas, es decir cómo se vinculan las candidaturas entre sí. Ahora, yo puedo tener definiciones de lo que aspiraría en materia nacional y Ciudad. Yo creo que la Ciudad tiene que ser un faro de libertad, en materia de tratar de tener menos impuestos a la producción, regulaciones más amigables, más orden público.
-Mantiene las dos alternativas, sin definiciones.
-Yo no quiero que hablemos de las candidaturas porque eso significaría que he llegado a la conclusión de que tenemos las reglas de juego y no las tenemos.
-¿Usted se siente más atraído por el cambio que propone Bullrich o la propuesta de Larreta?
-Yo me siento muy inclinado a la propuesta de Republicanos Unidos.
-¿Son ideas más cercanas a los planteos de Bullrich?
-No. Nosotros vamos a mantener durante un tiempo nuestra prédica. Cuando el frente opositor presente programa, la narrativa y las reglas de juego, ese día definiré.
-¿Evalúa un acuerdo con los eventuales candidatos?
-Yo tiendo a pensar que la gran cantidad de candidatos va a reducir su número. Todo el mundo me pregunta qué voy a hacer yo. Es lo menos relevante.
-¿No podrá haber “buenismo” en JxC, como dice Macri?
-Nadie rehúye a eso. Como dice Graciela Ocaña: no hay espacio para que hagamos cosas diferentes. Y es verdad.
-En Pro plantean que “ningún plan funcionará” si no se “drena de recursos al statu quo”, es decir, quioscos en el Estado. ¿Coincide?
-Usted va a tener que balancear de modo estructural el sector público argentino. Eso implica básicamente reducir el gasto. Y ahí diría que hay averías de prioridad. O en todo caso combatir focos de corrupción y evasión, en la industria de la carne, de los cigarrillos o en Tierra del Fuego hay un problema de subsidio enorme. Todo eso debe ser eliminado, como los subsidios a los consumos y empresas. En ese programa estructural algún impuesto habrá que reducirlo, no hay más remedio, como ingresos brutos.
-¿Intuye un giro de derecha o conservador?
-No diría eso, sino algo muy parecido a lo de Paraguay, Uruguay o Brasil. Búsqueme un país que tenga nuestro régimen cambiario, que utilice el plan soja o en el que haya un Banco Central que tenga una deuda que es dos veces y medio la base monetaria. No conozco ninguno.
-¿Puede emerger un perfil similar al de Donald Trump o Jair Bolsonaro en este clima social?
-No, creo que el problema de la Argentina es recomponer su marco institucional, no debilitarlo. No necesitamos hombres o mujeres providenciales, sino una institucionalidad fiscal, monetaria, regulatoria y externa más favorable al crecimiento y no cometer estos errores.