
Ricardo Colombi arrasó a su primo y será gobernador de Corrientes
Con el 62,4%, destronó a Arturo Colombi tras una campaña de feroces enfrentamientos

CORRIENTES.– En la calle 25 de Mayo al 1200, el chamamé suena a todo volumen, mientras decenas de banderas rojas y blancas ondean sin freno en manos de militantes y simpatizantes que aclaman al candidato triunfador. Unos 300 metros más allá, en la oscura Casa de Gobierno provincial, todo era soledad, tristeza y derrota, símbolo del abrupto cierre de una época.
En el final de una campaña desteñida por gravísimas acusaciones de corrupción y manchada por la sangre del suicidio, el viernes, de un empresario cercano al poder, el ex gobernador radical Ricardo Colombi derrotó en la segunda vuelta electoral a su primo y actual mandatario provincial, Arturo Colombi, y gobernará esta provincia a partir del próximo 10 de diciembre.
Escrutadas prácticamente todas las mesas de votación, Ricardo Colombi obtuvo el 62,42% de los sufragios, contra el 37,58% de su rival. Gobernador de la provincia entre 2001 y 2005, ex diputado nacional y actual senador provincial, Colombi prometió un gobierno "serio y decente" y retomar "el diálogo con el gobierno nacional", resentido durante la administración de su primo, ministro durante su primer período como mandatario.
El otro gran ganador nacional de la contienda fue el presidente del Comité Nacional de la UCR, Gerardo Morales, aliado de Ricardo Colombi en la provincia, que festejó aquí el triunfo como propio.
Excluido el peronismo, que quedó fuera del ballottage, también resultó derrotado el vicepresidente Julio Cobos, hasta hace poco aliado incondicional del gobernador. Fiel a su estilo contemporizador, y como señal de los tiempos de unidad que se vienen para la UCR a nivel nacional, Cobos llamó por teléfono al gobernador para solidarizarse con él por su derrota, pero también al ganador, para desearle "suerte en la gestión de gobierno", según afirmaron a La Nacion dirigentes cercanos al vicepresidente.
El suicidio del empresario periodístico Hernán González Moreno (de 28 años), que había denunciado al ganador de la elección de ayer por enriquecimiento ilícito y era, a la vez, investigado por malversación de fondos públicos destinados a publicidad, apareció en el mensaje que el ganador dirigió anoche a los medios de prensa ante un atiborrado comité provincial.
"Han tratado de utilizarlo políticamente, pero acá está la respuesta de la gente", fueron las primeras palabras del gobernador electo, sindicado por allegados a Arturo Colombi como motorizador de las presuntas amenazas contra la vida de González Moreno que habrían influido en la decisión del joven empresario. González Moreno era director de la Agencia Corrientes, que intervenía en la distribución de la publicidad oficial en los medios de comunicación locales, cuestionada por opositores y la justicia local (ver aparte).
La detención de Diego Mosquera, secretario privado del gobernador e imputado en tres causas por enriquecimiento ilícito, también fue parte del discurso de Ricardo Colombi. "Si hubo hechos de corrupción, los vamos a investigar", afirmó el gobernador electo, en un aislado párrafo agresivo de un discurso de triunfo muy moderado y sin agravios.
"Todos debemos ser cautos y medidos, y tener una relación madura con el gobierno nacional. No podemos encerrarnos en cuestiones personales", afirmó Colombi, con relación al tirante vínculo político entre el gobierno provincial y el nacional, desde el voto no positivo del vicepresidente Cobos durante el tratamiento de la resolución 125.
Un rato antes, y luego de una jornada de absoluto silencio encerrado en su despacho, el gobernador felicitó al ganador de la elección y prometió "una transición ordenada".
Tres horas antes, la oficialista Agencia Corrientes difundió la aceptación oficial de la derrota. "Nos ganaron. Fracasamos en el gobierno y lo pagamos en las urnas. Comiencen a arreglar todo antes de irnos", les dijo Arturo Colombi a sus dirigentes de confianza cuando la derrota y su despedida del poder ya eran irreversibles. Al igual que su primo, no felicitó a su rival, sino que dirigió sus agradecimientos "al pueblo correntino". Todo un síntoma de la tensión que aún persiste entre ambos, luego de casi cuatro años sin diálogo personal y con muchas peleas mediáticas y políticas que sacudieron a la sociedad correntina.
Calor y apatía
La jornada, calurosa al extremo, había comenzado con poca gente en las mesas de votación y mucha apatía. Fiel a sus cábalas, Ricardo Colombi votó alrededor de la 9 en la mesa de una escuela de Mercedes y se molestó cuando le preguntaron por el suicidio de González Moreno. "Se creen que uno es tonto y va a contestar lo que no debe", le espetó el radical a un azorado cronista televisivo.
Un par de horas después, su primo llegó a la misma mesa de la misma escuela, con una media sonrisa y más ganas de hablar con los medios. "Espero que los correntinos tengan en su consideración todos los temas que pusimos durante la campaña", afirmó el gobernador. Sobre el suicidio de González Moreno, expresó que estaba con "una gran tristeza y dolor", y anticipó que después de los comicios haría comentarios.
Con el correr de la tarde la tendencia se fue confirmando y el nerviosismo empezó a crecer en el oficialismo. "Es probable que perdamos", reconoció un alto funcionario del gobierno provincial encabezado por Arturo Colombi cuando la noche comenzaba a imponerse.
Los bombos ya comenzaban a sonar a tres cuadras de distancia y Ricardo Colombi se preparaba para la caravana que recorrió la costanera, donde cientos de militantes coreaban su nombre y el de su compañero de fórmula, Pedro Braillard Poccard.
Después de cuatro años en la oposición, empezaba a paladear una victoria con mucho gusto a revancha contra el rival que más quería derrotar, luego de una campaña plena de golpes bajos, denuncias cruzadas y el misterio de una muerte abrupta y conmocionante.