Macri y la cúpula de Pro buscaron dar por “finalizado el tema Carrió” y bajar la tensión interna
El expresidente se juntó con Larreta y Bullrich, entre otros, en un restaurante de la Costanera tras el conflicto que generaron en la oposición las críticas de la líder de la Coalición Cívica a sus socios
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El expresidente Mauricio Macri y las autoridades de Pro intentaron hoy encapsular el conflicto que desató en Juntos por el Cambio el ataque “preventivo” de Elisa Carrió contra integrantes del conglomerado opositor por sus supuestos nexos con Sergio Massa.
Después de un extenso almuerzo en el restaurante Happenning, ubicado en la Costanera, Macri y los principales referentes de Pro buscaron dar por “finalizado” el caso de Carrió, que generó pases de factura y resquemores en la cúspide de la fuerza en un momento delicado para el Gobierno por la agudización de la crisis económica y el avance de los alegatos en la causa de Vialidad, que tiene a Cristina Kirchner como acusada. Para evitar que escale el enfrentamiento, los jefes opositores se comprometieron a bajar el nivel de confrontación pública y reforzar la vía institucional como herramienta para dirimir internamente las diferencias y objeciones morales, como las que planteó Carrió contra sus socios ante la opinión pública. “Vamos a dar por terminado el hecho. Y Macri coincidió en que fue importante responder”, comentó uno de los protagonistas del cónclave.
Al almuerzo, que estaba previsto desde hace varias semanas, asistieron Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Jorge Macri, Diego Santilli, Cristian Ritondo, Federico Pinedo, Fernando De Andreis, Humberto Schiavoni y Federico Angelini. En esta ocasión, María Eugenia Vidal estuvo ausente, ya que tenía actividades en el interior.
La ofensiva de Carrió contra dirigentes de Juntos por el Cambio, como Bullrich, Ritondo, Rogelio Frigerio, Gerardo Morales, Gerardo Milman, Emilio Monzó y Facundo Manes, a quienes acusó por sus presuntos vínculos con Massa, generó un tembladeral en el seno de la fuerza. Bullrich y Larreta, entre otros referentes de JxC, salieron a responderle, pero Macri evitó involucrarse en la polémica. Solo mandó a sus colaboradores a aclarar que no avalaba las descalificaciones que hizo la líder de la CC sobre otros integrantes de la fuerza, como Ritondo o Frigerio, ni que haya vinculado a Bullrich con Massa.
En un sector de la coalición opositora consideran que la postura del expresidente fue ambigua y que debería haber condenado la jugada de Carrió en lugar de optar por mantenerse en silencio.
Durante el almuerzo en Happenning, Macri avaló las respuestas públicas de los referentes de Pro y destacó, sobre todo, el pronunciamiento de Bullrich, quien lideró la contraofensiva contra la líder de la CC. Larreta, por su parte, tomó distancia de la jugada de Carrió: “Horacio dijo que no tuvo nada que ver”, relató uno de los asistentes.
A lo largo de la conversación, los jefes de Pro intercambiaron sus visiones sobre los motivos que llevaron a Carrió a activar una ofensiva contra sus rivales internos en medio de la crisis económica y social. La mayoría interpretó que la líder de la CC buscó recuperar centralidad en la fuerza y agitar su poder de veto en la antesala de la discusión por el armado de las listas electorales. Sospechan que Carrió intentó enviar una advertencia a sus aliados de Pro y la UCR, para garantizarles lugares en las nóminas de 2023 a sus alfiles.
Macri prefirió no involucrarse para evitar que el conflicto escale ante la opinión pública. Si bien rechaza las descalificaciones de Carrió, el exmandatario concuerda con la líder de la CC en que Juntos por el Cambio debe preservar los valores del “pan-republicanismo” y blindarse frente a una eventual contaminación de sectores del peronismo que tuvieron un pasado en el kirchnerismo. Además, Macri coincide con la exdiputada en que JxC debe mantenerse lejos de Massa.
Durante el almuerzo, Macri volvió a advertirles a sus herederos que deben ser prudentes a la hora de incorporar a peronistas a JxC. Dispuesto a preservar la esencia y los valores de Pro, el expresidente remarcó que los dirigentes vinculados al PJ que se sumen a la fuerza y vayan a tener espacios en las listas deben estar “comprometidos” con el proyecto de la coalición opositora, e ingresar a través de Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal).
Los líderes de Pro compartieron su preocupación por la situación económica que atraviesa el país. Y evaluaron con pesimismo los primeros días de gestión de Massa como titular del Palacio de Hacienda. Consideraron que el flamante ministro tuvo una performance más “decepcionante” de lo que esperaban cuando asumió e hicieron hincapié en que no logró poner en marcha las principales medidas que anunció para paliar la crisis y reducir el gasto público, como la segmentación de tarifas.
Los dichos de Carrió no solo provocaron la reacción de los principales referentes de la fuerza, quienes coincidieron en que la líder de la CC había cruzado un límite al involucrarse en temas personales, sino que agudizaron las tensiones entre las distintas ramas de Pro, que pulsean por la estrategia electoral para recuperar el poder nacional y las candidaturas de 2023.
En ese marco, los jefes del partido realizaron un repaso del armado territorial de Pro en todos los distritos del país. Según fuentes del espacio, Bullrich puso énfasis en la necesidad de consensuar reglas de juego para la competencia en las provincias. La idea es explorar un mecanismo para evitar que la eventual interna presidencial de Pro les quite capacidad electoral a los candidatos a intendente. Además, repasaron el escenario de JxC en las doce provincias donde no hay PASO para dirimir las postulaciones locales.
Otro de los temas que se discutieron fue el rol de la Fundación Pensar, el think tank del macrismo, que trabaja en la confección del plan de gobierno para 2023. La usina de Pro se convirtió hace meses en un factor de tensión entre Larreta y Bullrich. Es que en el ala dura de Pro consideran que el jefe porteño emplea a la Fundación Pensar para fortalecer su proyecto presidencial. Y quieren que tenga un papel ecuánime en el diseño del programa económico.
Por eso, los jefes de la fuerza acordaron que harán un seguimiento de la tarea de los equipos técnicos y que Pinedo y Alberto Fohrig, uno de los asesores de Bullrich, se encargarán de lograr una mayor “equilibrio” entre las distintas terminales de Pro. Y los pronunciamientos serán consensuados. “Fue una reunión tensa, pero salimos firmes”, celebró, con alivio, uno de los jefes de Pro después del cónclave en Costanera.
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