Renunció el secretario privado favorito de la Presidenta
Pablo Barreiro tiene 31 años; su patrimonio tuvo un fuerte crecimiento
La presidenta Cristina Kirchner se quedó sin su secretario favorito, Pablo Barreiro, el hombre que siempre ha estado al lado de la mandataria y que incluso la acompañaba en todos sus viajes.
Barreiro, conocido como el secretario tuitero -porque fue responsable de la cuenta de la mandataria-, había llegado al cargo en 2010, cuando renunció el anterior secretario, Fabían Gutiérrez, imputado en una causa por enriquecimiento ilícito.
Ahora, la historia parece repetirse. Barreiro también habría incrementado su patrimonio en forma sustancial, porque en el último año el valor de sus bienes creció 43 por ciento.
Barreiro fue maletero, socio gerente de una empresa de transporte y socio de una empresa hotelera. Asimismo, abrió un restaurante en El Calafate, el lugar en el mundo de la Presidenta, como dio a conocer LA NACION en 2013: el comercio, que tiene pretensiones de lujo y calidad, se llama Campo Grande. Pero, sobre todo, se supo ganar la confianza de la mandataria. Es hijo de Ricardo Barreiro, amigo de la familia Kirchner, que también se desempeñó como secretario privado durante la presidencia de Néstor Kirchner. En septiembre pasado, LA NACION publicó el patrimonio de Barreiro: había crecido un 115 por ciento en los dos años anteriores. El funcionario, en su declaración jurada, informó bienes por $ 1,1 millón. El entonces funcionario reconoció como propia una casa en El Calafate por casi $ 700.000, depósitos bancarios por $ 250.000 y es dueño del restaurante El Campo.
Y, como tantos otros pingüinos que llegaron a la Casa Rosada, sus bienes aumentaron de valor, porque su propiedad de 150 metros cuadrados en El Calafate pasó de valer $690.000 a $1.090.036,86 por mejoras según la última declaración jurada.
No tuvo tanta suerte con un lote que adquirió en la misma ciudad un por $9.000 que ahora está valuado en $9.025,27. Pero sí creció su dinero en efectivo en el país: de $250.000 ahora declara tener $305.000, e incorporó una caja de ahorro por $40.664. Barreiro, por cierto, mantiene su Ford Ka que se devaluó el último año: de $27.000 ahora declara un valor de $22.970. Pero el resto de sus bienes fueron en ascenso.
El saliente secretario privado de Cristina es hijo de Ricardo Barreiro, quien fue secretario de Néstor Kirchner y un empresario que administra hoteles de la familia presidencial en el Sur. Ayer, la Presidenta lo dejaba ir y, mediante el decreto 1158 publicado en el Boletín Oficial le aceptaba la renuncia apartir del 8 de junio y le agradecía los servicios.
La mandataria, de todas maneras, está acostumbrada a la alta rotación de sus colaboradores directos. Hace un año dimitió Martín Aguirres, que se habría retitrado con un incremento patrimonial del 260%.
Otro santacruceño que estuvo en la mira fue Daniel Álvarez, actual secretario de Desarrollo Social de Río Gallegos y quien oficia de chofer cada vez que Cristina descansa en el Sur.
Ceballos, en el Tribunal
- El Colegio Público de Abogados de la Capital Federal (Cpacf) designó presidente del Tribunal de Disciplina al abogado Zenón Ceballos. El letrado es un reconocido y experimentado penalista, que transita habitualmente por el fuero federal y ésta será la segunda vez que ocupe la máxima responsabilidad del Tribunal de Disciplina. Es colaborador habitual de LA NACION y también intervino en resonantes casos judiciales.
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