Renunció el ministro Barra
Rodolfo Barra el que se va. A la derecha el que asciende Elías Jassan
(Fotos de Carlos Crusoe y de Lucio Solari )
Rodolfo Barra renunció al cargo de ministro de Justicia y el presidente Carlos Menem designó como su reemplazante a quien fue desde 1992 secretario del área Elías Jassan de origen judío.
Tres episodios sellaron el destino de aquel hipermenemista funcionario que fue juez de la Corte Suprema hasta 1993. En el enfrentamiento con Domingo Cavallo por el pago de las sentencias contra el Estado el titular de Economía le recordó su responsabilidad en el estancamiento de las causas por los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA. Luego versiones periodísticas le imputaron simpatías con el nazismo. En ese contexto por último las organizaciones judías presionaron para conseguir su dimisión decidida anoche por el ministro del Interior Carlos Corach tras una reunión con el titular de la DAIA Rubén Beraja.
En tanto en ámbitos políticos circuló anoche la versión de que habría renunciado también el ministro de Defensa Oscar Camilión (en las últimas horas viajó al Caribe) pero fuentes gubernamentales aseguraron que "todavía no" lo cual despierta fuertes expectativas para la reunión de hoy del gabinete en Olivos.
Barra víctima de graves traspiés
El final: la muy controvertida gestión del funcionario se deterioró como resultado de sus discusiones con el ministro Cavallo y con la colectividad judía.
En el Poder Judicial siempre se dijo que el ministro de Justicia Rodolfo Barra era un soldado del presidente Carlos Menem.
Barra nunca disimuló ese perfil: ni cuando fue viceministro de Obras Públicas desde 1989 hasta 1990; ni cuando fue nombrado juez de la Corte Suprema de Justicia cargo que desempeñó hasta diciembre de 1993 y en el que fue un firme impulsor de sentencias satisfactorias para los intereses del oficialismo ni desde que en junio de 1994 asumió la cartera de Justicia.
Cuando Barra renunció al alto tribunal para dejar libre una vacante que el Gobierno ofreció al radicalismo a cambio de que éste firmara el Pacto de Olivos Menem le ofreció conducir el ministerio citado.
Esta decisión postergó las aspiraciones que Elías Jassan secretario de Justicia desde 1992 -de origen judío y oriundo de La Rioja donde trabó una estrecha amistad con los hermanos Menem- a ser ministro. Este dato no es ocioso porque Barra inició su gestión con un profundo cisma interno que fue superado aparentemente debido a la habilidad de aquél como negociador.
Pero Barra también enfrentó numerosos problemas en el frente externo debido en parte a su mala imagen y en parte a que llevó adelante numerosos proyectos muchos de ellos controvertidos. Si bien propuso modificar el código procesal civil construyó e inauguró varias cárceles e impulsó algunos proyectos positivos su imagen quedó signada por varios graves traspiés.
Como Barra reconoció durante una breve y exclusiva entrevista publicada por La Nación el lunes último -en la que sugirió quelos días del funcionario al frente del ministerio estaban llegando a su fin- su pricnipal error fue elaborar un proyecto de ley para aumentar las penas de prisión que se imponen a periodistas por sus críticas a funcionarios públicos.
La iniciativa que se conoció como ley mordaza le mereció el unánime rechazo de toda la prensa argentina el mismo que recibió cuando intentó introducirlo en una segunda ocasión. También fue criticado por algunos aspectos de los proyectos Ciudad Judicial y de Consejo de la Magistratura.
El comienzo del fin
Pero Barra ingresó en el plano inclinado que terminó de recorrer ayer al presentar su dimisión cuando se trabó por pedido del presidente Menem en una agria disputa con el ministro de Economía Domingo Cavallo. Mientras el primero pretendía correctamente que las sentencias que condenan al Estado a pagar sumas de dinero fuesen exigibles y ejecutables Cavallo lo rechazaba.
El nivel de la disputa creció y llegó al gabinete. Pero Barra dio un grave paso en falso cuando dijo al titular de Hacienda y a Horacio Liendo secretario legal y técnico que eran nostálgicos del gobierno militar en alusión al momento en que ellos fueron funcionarios del último gobierno de facto.
Cavallo si bien recibió las disculpas que en privado le dio Barra que reconoció su error no se lo perdonó. Curiosamente desde entonces la situación de Barra se hizo a cada minuto más insostenible.
Cavallo le recordó su responsabilidad política porque los atentados terroristas contra la embajada de Israel en 1992 y contra la AMIA en 1994 si bien están en manos de la Justicia no fueron esclarecidos. Esa afirmación que pasó inadvertida para la mayoría fue la llave que puso en movimiento el reloj. A las pocas semanas un semanario de actualidad aseguró que Barra en su juventud había simpatizado con el nazismo.
Mientras muchas organizaciones judías (Bet-El Emanu-El Memoria Activa Sociedad Hebraica Argentina y la fundación Memoria del Holocausto) se inclinaban por reclamar la renuncia de Barra finalmente se impuso la postura negociadora de Rubén Beraja titular de la DAIA por lo cual se le pidieron explicaciones al ministro.
El funcionario en una carta a la federación de agrupaciones israelitas invocó su moral católica y rechazó el nazismo.Pero la DAIA en una declaración dijo que "si bien interpretaban en su justa medida" esas explicaciones "veía con grave preocupación que quienes sostienen posturas antisemitas sean designados para ocupar la función pública". La proximidad de los dos años del atentado a la AMIA que se cumplen el próximo 18 contribuyó a enardecer los ánimos y las entidades judías mostraron su peso.
Ayer Beraja a las 19 se reunió durante una hora con el ministro del Interior Carlos Corach -la última semana habían tenido frecuentes y preocupadas conversaciones- y al término del encuentro el segundo decidió quitar su apoyo a su amigo que confiaba en su respaldo
Jassán era el candidato "natural"
Fija: la designación del secretario de Justicia para ocupar el puesto que deja Barra no es una sorpresa; amigo personal de Menem desde hace 20 años tiene convicciones liberales y es hincha de River Plate.
El designado reemplazante de Rodolfo Barra para hacerse cargo del Ministerio de Justicia Elías Jassan fue durante mucho tiempo el candidato "natural" para ocupar ese puesto pero como muchas veces ocurre en el mundo del turf cuando las "fijas" se desinflan a último momento su nombramiento se frustró en un par de oportunidades.
Fue designado secretario de Justicia en septiembre de 1992 cuando Jorge Maiorano fue nombrado ministro en lugar de Carlos Arslanian. Hasta entonces había sido subsecretario de Asuntos Legales de la Secretaría Legal de la Presidencia. Tras la partida de Maiorano para ocupar el puesto de defensor del pueblo su nombre se mencionó nuevamente pero la llegada de Rodolfo Barra previo paso por la Corte Suprema de Justicia lo marginó una vez más.
Casado con dos hijos de 44 años nacido en La Rioja se recibió de abogado en la Universidad de Córdoba. En su ciudad natal encabezó un estudio jurídico renombrado. Su familia tenía una respetable fortuna recuerdan quienes conocen bien al territorio menemista por excelencia.
Es amigo personal del Presidente desde antes de la última dictadura militar. Mientras Menem estaba detenido se encargó personalmente de pedir su libertad actitud que repitió en favor de otros desaparecidos.
No es un militante justicialista y quienes lo tratan a diario aseguran que es un hombre de convicciones liberales tanto en el ámbito político como en el jurídico.
Es posible que tanto su amistad personal con Menem como su origen judío hayan influido esta vez para que la designación se concretara. Difícil será encontrar una manera de diferenciarse más de Barra: un católico conservador con un supuesto pasado de militante nazi tal como se ha venido a saber en los últimos días.
Nunca compartió con Barra -aseveran fuentes del Ministerio de Justicia- el proyecto de la denominada "ley mordaza" u otras iniciativas tendientes a cercenar la libertad de los medios de prensa.
Jassan es titular de la fundación Nueva Justicia que todos los martes publica en el diario Ambito Financiero un suplemento de cuatro páginas dedicado obviamente a temas jurídicos.
Nueva Justicia recibe fondos habitualmente del Banco Mundial entre otras instituciones dinero que se utiliza para enviar becarios a los Estados Unidos.
Ferviente mediador
Una de las preocupaciones de Jassan es mejorar el criticado funcionamiento del Poder Judicial. En esa línea adhiere casi siempre con énfasis a las iniciativas que puedan brindar algún tipo de beneficio.
Por caso fue uno de los más fervientes impulsores del proceso de mediación que hace dos meses se puso en vigor en los fueros civil y comercial para cierto tipo de procesos.
Su adhesión al sistema de mediación lo puso en práctica por caso cuando en abril de 1995 se enfrentaron los padres de Daniela Wilner por la tenencia de la niña en un caso que fue seguido en los televisores porteños como una telenovela.
A instancias del presidente Menem impulsó la mediación entre los padres pero la iniciativa no dio resultado.
Jueces veteranos aseguran que Jassan se encargó personalmente de pilotear las numerosas designaciones de fiscales y magistrados que se produjeron durante los últimos años.
Comparte con el presidente Menem una pasión: es también hincha de River Plate y no es extraño verlo en el palco oficial del estadio de Núñez acompañado por uno de sus hijos.
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