Renovación de la Corte: las audiencias públicas de Lijo y García-Mansilla en el Senado serían en agosto

Si bien el Poder Ejecutivo pidió acelerar su tratamiento, los tiempos reglamentarios y políticos del Senado trasladarían a agosto las audiencias públicas para escuchar al juez federal Ariel Lijo y al catedrático Manuel García-Mansilla, propuestos por el gobierno de Javier Milei para ocupar una poltrona en la Corte Suprema de Justicia.

La Comisión de Acuerdos, que preside Guadalupe Tagliaferri (Pro-Capital), se reunirá este jueves, pero el temario sólo incluye el tratamiento de una serie de pliegos diplomáticos y de militares. Entre estos últimos se destacan los ascensos al grado inmediato superior de los jefes de las tres Fuerzas Armadas: el contraalmirante Carlos María Allievi (Armada), el general de brigada Carlos Alberto Presti (Ejército) y el brigadier mayor Fernando Luis Mengo (Fuerza Aérea).

La fecha en la que Lijo y García-Mansilla deberán concurrir el Senado para defender sus nominaciones todavía es incierta y depende de un acuerdo entre Tagliaferri y la Secretaría Parlamentaria de la cámara, que depende de la vicepresidenta Victoria Villarruel y que es la que debe publicar el edicto de convocatoria durante dos días consecutivos en el Boletín Oficial y en dos diarios de circulación nacional.

Hasta el momento no hay una definición de cuándo se dará inicio al proceso con la publicación de la convocatoria a las audiencias públicas de la Comisión de Acuerdos, y parece muy difícil que ocurra antes de la semana próxima.

Si se toma en cuenta que la citación a las audiencias no podrá realizarse con menos de 15 días de antelación, la fecha para escuchar a los candidatos se estiraría hasta mediados del mes próximo.

Una vez iniciado el proceso comenzarán a correr los plazos para la presentación de adhesiones e impugnaciones a las postulaciones. Tras cumplimentarse esos siete días, la Comisión de Acuerdos tendrá un plazo de tres días para analizar el material recibido y correrle traslado a los candidatos para que respondan, en las siguientes 48 horas, los cuestionamientos formulados a sus personas.

Pero, según confiaron fuentes parlamentarias, la trascendencia del proceso obligará a mirar con detenimiento el calendario para que caigan en días hábiles los plazos en los que la Comisión que preside Tagliaferri deberá procesar los planteos de la ciudadanía.

Mucho más si se toma en cuenta que en el caso de Lijo, la más polémica de las dos postulaciones, se presentaron 328 impugnaciones cuando su postulación estuvo sometido a la opinión ciudadana en el Poder Ejecutivo, según lo establece el decreto 222/03 que regula el procedimiento para la designación de jueces de la Corte Suprema de Justicia. Se espera que esas presentaciones se repitan cuando se abra el proceso en el Senado.

A esto se sumarán las vacaciones de invierno. Si bien no existe un receso formal, en esa época del año los legisladores suelen sacarle el cuerpo a la actividad parlamentaria, que se ve reducida de manera considerable durante al menos dos semanas.

A pesar de los fuertes cuestionamientos a la idoneidad y transparencia en el desempeño de su magistratura, en cercanías del juez Lijo se muestran confiados en que tendrá el voto de los dos tercios de los presentes en el Senado para convertirse en miembro de la Corte Suprema.

En medio de rumores de acuerdos políticos de la Casa Rosada con el kirchnerismo y con algunos sectores del radicalismo, la mayoría de los senadores guardan un hermético silencio cuando se los consulta sobre cómo votarán la nominación de Lijo, que está propuesto para ocupar el lugar que dejó vacante Elena Highton de Nolasco cuando renunció en 2021.

El silencio es también la respuesta cuando se consulta por la nominación de García-Mansilla. El decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral está propuesto para reemplazar al juez de la Corte Juan Carlos Maqueda, que el próximo 29 de diciembre cumplirá 75 años, edad en la que deberá jubilarse.

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