Regreso a Nueva York: los mensajes que dejaron Massa y Vidal a los inversores en Wall Street
Los dos presidenciables para 2023, las primeras figuras políticas que viajaron a Estados Unidos en pandemia, coincidieron en Manhattan, donde mantuvieron reuniones con fondos y bancos de inversión y ofrecieron miradas cruzadas
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WASHINGTON.- Coincidieron en Nueva York, vieron a algunos de los mismos personajes del mundo de los fondos y bancos de inversión y empresas de Wall Street, y tocaron los mismos temas. Pero las coincidencias se desvanecieron en sus mensajes. Sergio Massa y María Eugenia Vidal, dos posibles candidatos presidenciales 2023, dejaron miradas cruzadas respecto del presente y el futuro de la Argentina en su primer paso por Manhattan desde que despuntó la pandemia del coronavirus.
Tras cuatro días en Washington, Massa tuvo que dar explicaciones otra vez por un tema espinoso en una de sus primeras paradas en Nueva York, una charla en el Consejo de las Américas: la muy criticada abstención de la Argentina en la condena de la Organización de la Estados Americanos (OEA) a la ola de arrestos del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua. Massa ya había dicho ayer, en Washington, que no se podía tolerar presos políticos en ningún país. Hoy le preguntaron por qué el Gobierno se había involucrado en Bolivia al darle asilo a Evo Morales, pero no en Nicaragua.
“No hay doble estándar frente a los derechos humanos. Cuando hay presos políticos, hay presos políticos, y los países tenemos que actuar y no nos podemos hacer los distraídos. No hay derechos humanos de primera, y derechos humanos de segunda”, respondió Massa. “Nicaragua hoy tiene dirigentes opositores presos simplemente por pensar distinto al gobierno, y no hay que hacerse el distraído. Hay presos políticos en Nicaragua, y hay que levantar la voz”, insistió.
Massa reiteró tres reclamos ya conocidos del Frente a Todos al Fondo Monetario Internacional (FMI): que otorgue una quita en la tasa de interés, más plazo para devolver la deuda por alrededor de 45.000 millones de dólares que dejó Mauricio Macri, y permita el libre uso de los fondos que planea repartir este año. Y si bien evitó poner una fecha para un nuevo acuerdo cuando se lo preguntaron, se mostró “convencido” de que el acuerdo llegará.
“Estoy convencido de que el trabajo que se viene haciendo nos va a llevar a que la Argentina pueda avanzar en un acuerdo razonable para la Argentina, y razonable para lograr estabilidad y sustentabilidad definitiva el endeudamiento”, dijo. “Los acuerdos con los multilaterales van a estar cerrados en el momento en el que el Presidente y el Ministro de Economía sientan que están cerrando un deal favorable para la Argentina”, remarcó.
Massa relativizó las diferencias en la coalición oficialista. “Nosotros tenemos nuestros debates, pero tenemos en el presidente un liderazgo armonizador que busca el equilibrio y creemos en la unidad y la diversidad. Creemos que el debate y las discusiones son sanas para fortalecer y enriquecer la coalición”, dijo. “Nuestra responsabilidad es que en términos de pagos, plazos y sustentabilidad, tengamos la responsabilidad de mirar no solamente el presente, sino también el futuro”, remarcó.
Vidal, que optó por un perfil mucho más bajo que Massa, y su antiguo ministro de Economía, Hernán Lacunza, el último jefe del Palacio de Hacienda de Macri, tuvieron cerca de una docena de reuniones con fondos y bancos de inversión y empresas de real state en Nueva York, en el primer contacto de ambos cara a cara con “el mercado” desde que Mauricio Macri dejó la Casa Rosada. Vidal, que primero pasó por Washington, y Lacunza buscaron dar vuelta la página a la etapa del revisionismo del gobierno de Macri –en Wall Street todavía se palpa la frustración por el fracaso económico de Cambiemos– y apuntaron al futuro. Dejaron un diagnóstico crítico sobre el país, y recogieron una mirada dura de los inversores.
“Creemos que estamos en una situación bastante delicada y sin un rumbo claro. La herencia de 2021 es peor que la presunta herencia de 2019. Este año tenemos el respirador artificial de la soja, pero eso no está para siempre”, indicó una fuente del grupo que acompañó a Vidal.
Vidal y Lacunza sacaron tres conclusiones de sus reuniones en Manhattan. La primera es que existe mucho desencanto con la Argentina, y el interés de los inversores está por el piso. “Hay mucho desencanto. No hubo una sola persona que dijera algo distinto a ‘no están en el mapa’”, dijo la fuente. La segunda conclusión es que existen pocas expectativas de que el Gobierno pueda corregir los problemas de la economía, y existen dudas respecto de cuál es la voluntad política real del Gobierno de acordar con el FMI. El último punto pone la mirada en 2023: analistas e inversores quisieron saber cómo hará Juntos por el Cambio, si es que vuelve a gobernar, para implementar su política económica.
“La pregunta era cómo van a hacer para formar la coalición política para implementar las reformas que hay que hacer, cómo vamos a convencer a los argentinos”, señaló.
Vidal, una de las figuras moderadas de Juntos por el Cambio, dijo que en la coalición opositora existen diferencias respecto de las tácticas a seguir, e insistió en que será necesario conformar una coalición que reúna la 70% de la política para llevar adelante las reformas necesarias.
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