Refuerzan los controles para evitar que se distienda la cuarentena
Controles más estrictos en avenidas y límites de jurisdicciones, e incluso dentro de los barrios. Férrea supervisión del aislamiento de los adultos mayores, e indicaciones para desalentar aún más el uso del transporte público.
Las medidas son parte de la estrategia que el gobierno de Alberto Fernández pondrá en marcha a partir de hoy, cuando comience una nueva etapa de la cuarentena contra la expansión del coronavirus, iniciada el pasado 20 de marzo y extendida en principio hasta la medianoche del domingo 26. Impedir un "relajamiento" en el cumplimiento de la cuarentena obligatoria, del cual pudieron verse señales concretas en los últimos días, es para la Casa Rosada el principal objetivo a cumplir, a fin de continuar "aplanando la curva" de contagios hasta la llegada del temido "pico" de contagios, esperado para mediados de mayo.
"Los controles van a estar más firmes para que la gente no se relaje", afirmaron a LA NACION cerca del Presidente, que ayer continuó en la quinta de Olivos su rutina de reuniones y llamadas vinculadas con la pandemia. En la Casa Rosada aseguran que el Presidente está "más que conforme" con la "actitud" de las fuerzas federales en los puestos de control, y que destaca que "no se dieron" episodios de abusos de poder en los controles.
Desde el Ministerio de Seguridad, que encabeza Sabina Frederic, afirman que intentarán revertir la tendencia a ver "más gente de a pie en la calle", observada antes del jueves santo, tendencia que convive con la menor circulación de automóviles. Habrá -prometen en ese ministerio- más "controles sorpresa" en la zona metropolitana, según confirmaron a LA NACION desde el Comité Operativo de Emergencia (COE), el gobierno porteño e intendentes oficialistas del conurbano que ayer conversaron vía teleconferencia con el gobernador Axel Kicillof. "La provincia va a seguir siendo restrictiva en todo lo que se pueda", afirmó uno de los participantes de esa reunión, que además descartó que la propuesta de autorizar a los runners para ejercitarse -mencionada por el Presidente en la conferencia de prensa del viernes- pueda prosperar en la provincia. "No podemos aflojar. Se viene la etapa más complicada, faltan insumos, la economía se está complicando y la gente también se está cansando", comentaron desde una intendencia clave del conurbano.
En cuanto a la preocupación por evitar aglomeraciones, el Ministerio de Transporte reiteró ayer el consejo de no utilizar el transporte público "salvo en casos de no poder trasladarse" de otra forma, y hacerlo -en caso de ser imprescindible- utilizando barbijo y manteniendo el distanciamiento social. "El balance de la cuarentena es positivo, pero lejos estamos de cantar victoria", dijo ayer Alberto Fernández. Como anticipó a LA NACION en una entrevista, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, será "más estricto" con quienes violen la cuarentena.
El jefe de gobierno insistirá en su plan para aislar a los adultos mayores, grupo de riesgo de la pandemia. "Cada abuelo caminando en la calle es un posible abuelo en terapia intensiva. Ahí está la clave. Tenemos que lograr que los abuelos no salgan en absoluto de su casa (solo para vacunarse)", afirmaron cerca de Rodríguez Larreta, conforme con los más de 30.000 voluntarios anotados en el plan Mayores Cuidados, que colaboran en la compra de comida y medicamentos. También se pondrá en marcha el acuerdo con los encargados de edificios para que ayuden a los adultos en sus compras y quehaceres domésticos.
Desde Balcarce 50 aseguran, además, que la proliferación en los medios masivos de penas a quienes infrinjan la cuarentena "colabora" para "crear conciencia". Citan el reciente caso de la mujer que se filmó a sí misma dentro del baúl de un taxi, sumariada por la Justicia porteña. El propio Presidente seguirá, afirman cerca de él, apareciendo en los canales de televisión y "generando empatía" para que la cuarentena siga despertando adhesión social.
Por las dudas, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, también dejó en claro ayer que los controles de vehículos seguirán y que a quienes se les secuestre el auto "van a tardar un año en recuperarlo", según declaró a Radio Mitre. Más allá de la autorización a los gobernadores para que presenten propuestas de flexibilización -San Luis y Chubut presentarían planes para algunos pueblos-, la idea general es seguir apretando las clavijas. "Algunos ponen toque de queda a determinada hora o cierran sus jurisdicciones", afirmó un asesor presidencial.
Como parte de la continuidad de los controles, el Gobierno extendió por decreto el cierre de fronteras hasta el 27 de abril.
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