Reforzar Cambiemos, el plan de Pro para fortalecer su armado nacional
El macrismo busca consolidar su base de sustentación no sólo con sus aliados sino también con figuras de otras fuerzas
El amarillo, color símbolo de Pro, no será el protagonista de los próximos meses del Gobierno. Fortalecer Cambiemos es el objetivo que se trazó la conducción del macrismo, frente al desafío de gobernar el país. Aunque las autoridades partidarias son conscientes que para lograrlo deberán reforzar la inserción de la fuerza que lidera Mauricio Macri a nivel nacional.
Con la mira puesta en 2017, ya comenzó a delinearse a grandes rasgos el plan de acción. Además de consolidar lo que cosecharon, especialmente en la provincia de Buenos Aires con el triunfo de María Eugenia Vidal, entre las necesidades, evidenciadas en las últimas elecciones, se destaca el armado en el norte argentino.
La idea con la que trabaja la cúpula de Pro es consolidar la unión con el radicalismo y la Coalición Cívica (CC). La relación, según una fuente inmejorable de la administración de Macri, "está en su mejor momento". Algo que no se ve del todo reflejado en los socios, que ya manifestaron algunos reparos sobre todo con las cuestiones relacionadas con la institucionalidad.
El arreglo de los asociados a Cambiemos, según el macrismo, incluye dos mandatos para Macri. "El acuerdo es por ocho años", aseguró uno de los integrantes de la mesa chica del Presidente, que también destacó que las conversaciones abarcan el trabajo "coordinado" en el Congreso.
El primer paso formal será la elección de las nuevas autoridades del partido que depósito al primer presidente desde el retorno de la democracia, en 1983, que no es peronista ni radical. Las listas, según estimaron desde el macrismo, se presentarían en marzo.
"Nuestros desafíos hoy son la gestión y organizar el partido a nivel nacional. Pero Cambiemos tiene que ser la herramienta de construcción política", dijo a LA NACION el presidente del Consejo Nacional de Pro, Humberto Schiavoni.
Los esfuerzos están puestos en incentivar el diálogo entre las distintas fuerzas que componen Cambiemos en todos los distritos. La negociación por los cargos nacionales en las provincias está provocando cortocircuitos, pero en Pro son optimistas en que se podrán poner de acuerdo.
"Lo lógico es ir unificados, pero no hay que tener miedo a la competencia", sostuvo Schiavoni, que desde diciembre quedó al mando de la entidad Binacional Yacyretá.
Hasta ahora, en la UCR, la Coalición Cívica y el resto de los partidos que componen Cambiemos -Fe, de Gerónimo "Momo" Venegas; el Partido Demócrata Progresista, y el partido Conservador Popular- coinciden con los lineamientos generales de la administración de Macri, aunque con algunas advertencias.
El malestar, más palpable en la CC, se debe a algunas decisiones del Presidente, como la utilización de decretos de necesidad y urgencia, sobre todo el que designaba a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz como ministros de la Corte Suprema. En parte del radicalismo también generó dudas la necesidad de implementar cambios de fondo con decretos.
Elisa Carrió, además, planteó diferencias claras con la elección de Ricardo Echegaray al frente de la Auditoría General de la Nación o la figura de Daniel Angelici como operador del macrismo ante la Justicia.
"Queremos que a Macri le vaya bien, pero no vamos a ser cómplices. No vamos a tener un doble estándar", resaltaron allegados a Carrió.
Otro de los puntos en los que trabaja también el macrismo es en sumar figuras de otros espacios.
Los casos más resonantes hasta el momento fueron Martín Lousteau, que de competir con Horacio Rodríguez Larreta en la ciudad fue designado como embajador ante Estados Unidos. Adrián Pérez que renunció a su banca en la Cámara de Diputados para asumir como secretario de Asuntos Políticos, que depende del Ministerio de Interior, a cargo de Rogelio Frigerio. Y el dirigente del GEN -liderado por Margarita Stolbizer- Gerardo Milman, quien asumió como secretario del Consejo de Seguridad Interior, cargo que depende de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Sin descuidar el armado interno, el macrismo mira el futuro escenario electoral. En el tablero que trabaja, todavía incipiente, ya comenzó a trazar algunos bosquejos de lo que podría convertirse en el desafío político más importante para el futuro de Macri, las elecciones legislativas del próximo año.
"El desafío que viene es provincial", advirtieron a LA NACION fuentes cercanas a la cúpula de Pro.
De los cinco distritos más importantes del país, sólo el porteño aparece por el momento como Pro puro. En el resto, todo se negociará. Según las estimaciones que hacen en el macrismo, "en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba" se trabajará en lo que denominaron como una "sinergia virtuosa" con sus socios. En cambio, Mendoza y Tucumán "son provincias radicales" donde el macrismo se dispone a acompañar, según confiaron fuentes macristas.
Socios y aliados en el frente
Consolidar el armado
El partido del presidente Mauricio Macri considera que la relación con sus socios está "en su mejor momento"
La UCR, socio clave
Aunque varios dirigentes ponen reparos a algunas decisiones de Macri, como los DNU, la cúpula del partido lo respalda
Las quejas de Carrió
La CC es el espacio que más resistencia planteó; Carrió se quejó por la designación de Echegaray y hay malestar por los DNU
El aporte de Massa
El Frente Renovador, aunque no forma parte de la alianza, aportó a Adrián Pérez, que juró como secretario de Asuntos Políticos
Del GEN al Gobierno
El espacio que lidera Margarita Stolbizer también sumó a Gerardo Milman al Ministerio de Seguridad
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