Reforma judicial: rechazo y dudas entre los jueces y fiscales de Comodoro Py
Con matices, jueces y fiscales que trabajan en los tribunales de Comodoro Py rechazaron la reformulación del fuero federal realizada por el presidente Alberto Fernández en la Casa Rosada porque dijeron que no hacen falta más jueces, sino más fiscales con el nuevo Código Procesal Penal. Sostuvieron que no es oportuna la medida, criticaron los 216 nuevos cargos de jueces y 107 de fiscales y defensores que se crearán para poner en marcha la reforma -con sueldos cercanos a los $400.000 en cada caso- y dudaron de las declamadas buenas intenciones del paquete de anuncios.
LA NACION habló con la mayoría de los jueces federales, camaristas y fiscales, que señalaron que la creación de 23 nuevos juzgados federales en la justicia de la capital no va a solucionar los problemas y, en cambio, destacaron como positivo la puesta en marcha del sistema acusatorio y la transferencia de competencias de la justicia nacional a la Ciudad.
"En el papel no me parece mal. No podemos ser nueve locos que decidimos en momentos de una alta judicialización de la política, pero detrás hay que ver cuáles son las intenciones, digitar determinadas causas y estar atentos a còmo se cubren las subrogancias" dijo un juez federal de Comodoro Py. Y se permitió preguntarse: "¿Por qué la reforma del Poder Judicial tiene que salir de un poder al que debe controlar, el Poder Ejecutivo? ¿Por qué no puede haber u proyecto de reforma de la propia Corte, por ejemplo? Si no, es como que se propicia una intervención del Poder Ejecutivo sobre el Judicial".
Otro juez, con ascendencia sobre sus colegas reflexionó. "La reforma tendrá que explicar las bondades que tiene. ¿Si antes 12 éramos malos porque 46 van a ser buenos? ¿Porque 46 jueces en Capital y 11 en el conurbano con el triple de la gente? La implementación del Código Acusatorio es la verdadera reforma, después hay que ver como se cubren las vacantes".
La designación de estos nuevos cargos de jueces en la Capital insumirá $5000 millones por año, evaluó un magistrado, que revelo que ahora mismo hay poco volumen de trabajo, pues reciben entre ocho y diez causas semanales. Con 46 jueces les tocarán una o dos por semana, ironizó.
Un fiscal, que investigó la corrupción, se mostró indignado: "Es vergonzoso, no hay mérito y oportunidad cero. No hay estructura edilicia, ni soporte financiero para llevar adelante la reforma. Esta reforma no soluciona nada, genera cargos, pero no se agranda la estructura. Se crean más de 200 cargos nuevos en todo el país, con sueldos de $400.000, de mínima, en cada caso. El problema es el Consejo de la Magistratura, no los jueces. El Consejo que no echa a los jueces que no son probos". Y avanzó con que con el nuevo Código se van a necesitar fiscales y no jueces. "Es una locura me sacan la mitad de la gente", se quejó.
La reforma tendrá que explicar las bondades que tiene. ¿Si antes 12 éramos malos porque 46 van a ser buenos?
Otro encumbrado magistrado señaló que cuando piensa en reformas no piensa en este diseño. "Esto de la creación de juzgados que licúan poderes es una estupidez absoluta porque ahora tendremos más poder, en los casos de penal tributario, contrabando, el puerto. Para algún pícaro es una tentación". Este juez dijo que no sirve en términos políticos. "Para que haya jueces independientes hay que dejarlos en soledad, sin tocarles la puerta y dejarlos que trabajen", dijo y se sinceró: "El problema somos nosotros. Ni la ley, ni los cargos, sino los operadores del sistema. Una modificación legislativa no oculta el problema".
Un fiscal federal de los más jóvenes evaluó: "No parece una reforma en términos de modernización, especialización de fiscales y jueces, reagrupamiento en oficinas judiciales, sistemas de audiencias públicas, reglas de evidencia y cadena de custodia, sino se trata de reproducir esquemas que ya no sirven.".
"Las posibilidades de implementación son bajas, además no mandaría a nombrar 23 nuevos tribunales y fiscales si antes no armé todo para que funcionen de cero con el acusatorio: tecnología, salas de audiencia, cámaras gesell, laboratorios y peritos para los fiscales... Nombrar 23 sin modernizar puede mejorar el rendimiento en algunas causas que se atrasan por el cumulo de casos, pero seguirán los mismos problemas estructurales", aseguró.
"Lo primero que veo es que dice que crea 46 juzgados debido a la demanda del código acusatorio. Eso no es así: el acusatorio les genera mucho menos trabajo a los jueces. Vamos a estar papando moscas", reflexionó un magistrado entusiasta del sistema acusatorio y de las reformas pero que duda sobre esta iniciativa del Presidente.
"La solución no pasa en lo más mínimo por duplicar juzgados. Pasa por aplicar el nuevo Código Procesal Penal, con el nuevo sistema acusatorio y, en todo caso, crear más fiscalías. Pero crear más juzgados parece ir en contra de reducir los asuntos de juzgados de primera instancia. Los juzgados de primera instancia tenemos que ser juzgados de garantías", dijo otro juez con despacho en Comodoro Py.
"Esto supuestamente lo hacen para diluir el poder de los jueces federales, pero para eso duplicá o triplicá los fiscales, no nombres más jueces. Los fiscales de juicio tienen 300 casos aproximadamente cada uno, no dan abasto y el margen de error es muy grande", dijo a LA NACION un fiscal que no vio con buenos ojos el anuncio.