El exministro de Justicia Germán Garavano participó del programa Terapia de Noticias, que se emite por LN+, y allí expresó su preocupación sobre el proyecto de ley de reforma judicial que presentó ayer el presidente Alberto Fernández y lo comparó con la reformulación que se hizo durante el gobierno de Carlos Menem. "No veo por qué utilizando el mismo remedio el resultado va a ser distinto", cuestionó el exfuncionario.
"Veremos cómo se gestiona este proceso. Lamentablemente generan mucha preocupación los parecidos con la reforma de Menem, al igual que la falta de diálogo y la duplicación de los jueces en Comodoro Py", señaló Garavano sobre algunos puntos que hacen a la letra chica del proyecto oficialista.
"La experiencia que tenemos hacia el pasado, donde se amplió la Corte a nueve miembros y en donde los jueces federales pasaron de seis a doce, desdoblando secretarías, fueron muy malos y todavía hoy los sufrimos", consideró. Y, categórico, agregó: "Ahí comenzó la debacle de la Justicia, que hasta ese momento tenía una imagen similar a la de Uruguay o Costa Rica. Empezó un declive cada vez más pronunciado".
Por otro lado, al ser consultado acerca de la incorporación de Alberto Beraldi a la comisión de expertos que asesorará al Presidente, Garavano la calificó como "una mala señal política". Asimismo, también criticó la falta de diálogo con la oposición en una instancia previa al armado del proyecto. "Era una espacio que se podría haber generado para eso", sostuvo.
Al ser consultado por el voto de Graciela Camaño en el Consejo de la Magistratura, Garavano aclaró que no le causó ningún tipo de sorpresa el apoyo de hoy de la diputada al oficialismo, en su intención de revisar el nombramiento de magistrados durante la gestión de Macri. "Lamento la posición. Creo que el Consejo de la Magistratura, tal como lo plateó Pablo Tonelli y otros, no tiene facultades para opinar sobre estos traslados que ya fueron realizados y tienen un decreto firme dictado por el Ejecutivo, conforme a la normativa que regía en ese momento", argumentó.
Y, al respecto, concluyó: "Si alguien quiere dejar sin efecto ese decreto tiene que iniciar una acción judicial que se llama lesividad para que se declare nulo y recién ahí con sentencia firme se puede discutir el traslado o la intervención del Senado o no".
En relación a los procesos judiciales que afronta Mauricio Macri, Garavano opinó que no implican "ningún peligro" para el exmandatario. "Él está muy tranquilo y siempre lo estuvo, incluso con todas estas causas que son inventadas, o con estas denuncias fantasiosas que algunos magistrados quieren sobreactuar para agradar al nuevo Gobierno y al oficialismo. El expresidente está muy lejos de cualquiera de esas imputaciones", evaluó el exministro de Justicia, en relación a las acusaciones que vinculan a Macri con el presunto espionaje ilegal a periodistas, empresarios y políticos desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante su gestión de gobierno.
LA NACION