Reforma judicial. Movilización, lluvia e incidentes en la previa de la sesión del Senado
Tras el banderazo que se llevó a cabo el 17 de agosto en contra de la reforma judicial,manifestantes volvieron a reunirse en una marcha opositora ayer por la tarde, aunque con un epicentro distinto: esta vez no fue el Obelisco sino el Congreso de la Nación, en donde hoy se debatirá el proyecto de reforma.
Las personas se hicieron presentes para "abrazar" la sede del Poder Legislativo, en rechazo a la aprobación de la ley que pretende reorganizar los fueros, crear nuevos juzgados y obligar a los jueces a denunciar presiones mediáticas, entre otras medidas. A los ciudadanos de a pie, se sumaron, con bocinas, manifestantes que decidieron marchar desde sus autos.
Alrededor de las 17, el cielo se tiñó de negro y, al instante, comenzó a llover. Si bien la cantidad de personas presentes era notablemente menor en comparación a la anterior convocatoria de agosto, el tiempo no detuvo a los que estaban a pie.
Algunos, se refugiaron bajo los aleros de los locales de la zona o de las paradas de colectivo. Los más precavidos contaban con paraguas y los abrieron para permanecer frente a la plaza del Congreso. Cada uno, desde su lugar, continuó levantando su banderas y golpeando su cacerola.
Rosa, una jubilada de 69 años, se mantuvo parada en la plaza, derecho a la cúpula del Parlamento. Con una mano, sostenía un paraguas turquesa. Con la otra, agitaba una pequeña bandera celeste y blanca. "Vengo por repudio a la reforma y para pedir que avance el juicio contra Cristina Kirchner. Tienen que devolver la plata que se robaron, ella y sus funcionarios, y todo eso regresar a las arcas del Gobierno", dijo a LA NACION Rosa, quien prefirió no dar su apellido. "A ver si me persiguen a mi también", justificó.
La jubilada también se hizo presente en reclamo de su prestación. "La jubilación me aumentó sólo un 6%, esto es un disparate", se quejó.
Los reclamos continúan siendo los mismos: "justicia independiente", "libertad de expresión", "Congreso presencial", dicen algunos de los carteles que llevan los manifestantes. Pero el principal motivo de los presentes es impedir el avance de la ley que busca cambiar la Justicia.
Entre pares, los manifestantes pedían permanecer a pesar de la lluvia, alegando que sería pasajera. En efecto, veinte minutos más tarde, la lluvia cesó y los presentes salieron de sus refugios para pararse sobre la avenida Callao, aún más cerca del Congreso, y entonar el Himno Nacional.
El canto fue interrumpido por disturbios ocasionados por el periodista Ezequiel Guazzora, quien en las redes incitó a romper "con navajas" los silobolsas de productores agropecuarios y ya había generado un revuelo similar en la marcha del 9 de Julio.
La policía detuvo a una persona que increpó a Guazzora y, automáticamente, eso provocó la reacción de la gente que se encontraba alrededor. "Libertad, libertad", comenzaron a gritar, a coro.
"Empezó a chicanear, como hace siempre, hasta que una persona lo empujó y la policía la detuvo, en vez de detenerlo a él, que viene a todas las marchas a provocar", explicó Elena Beatriz Loero, indignada.
La jubilada de 63 años, lamentó que el revuelo haya alterado el espíritu de la marcha: "Venimos acá, nos bancamos la lluvia, y por dos personas que reaccionaron, los medios nos saldrán a catalogar de violentos y ‘anticuarentena’. Se pierde el verdadero motivo por el cual estamos acá, que es para defender la Constitución y exigir que Cristina Fernández vaya presa".
La intención de algunos de los manifestantes era realizar un acampe nocturno y un abrazo simbólico al Parlamento, y quedarse hasta que la Cámara de Senadores comience a debatir el texto de la ley. Pero el grupo de personas llegó al lugar con una carpa y baños públicos, que la policía de la Ciudad les obligó a levantar.
"Cada uno de nosotros puso $100 para pagar los baños, la póliza de seguro, el arquitecto, todo lo que nos exigió Espacio Público para poder quedarnos acá. Pero la policía nos hizo levantar todo", se queja Aura Marina Ríos Flores, una de las responsables de organizar el acampe, en el que iban a participar más de 50 personas, según comenta la mujer.
Los manifestantes pondrán, ahora, un gacebo en reemplazo de la carpa que el proveedor ya retiró y bajo el mismo se quedarán durante la noche. "Nos vamos a quedar porque merece la pena pelear por la república, la democracia y nuestra libertad. Si esto se aprueba ya no habrá división de poderes. Vamos a ser como Venezuela o Cuba", sostuvo Ríos Flores, que es psicóloga y canceló sus citas de ayer y hoy para manifestarse.
"Se justifica quedarse hasta que corresponda. Nos tenemos que hacer cargo de esto. Es mucho más profundo que la mera impunidad de Cristina", concluyó la psicóloga.
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