Los vestigios de la sexta jornada de militancia en Uruguay y Juncal todavía quedan grabados en las paredes; están previstas movilizaciones toda la semana
Dirigentes, funcionarios y militancia. Ayer, por sexto día consecutivo, un reducto de miles de personas se movilizó al barrio porteño de Recoleta para demostrar su apoyo a Cristina Kirchner frente al domicilio de la vicepresidenta, en Uruguay y Juncal. La jornada estuvo atravesada por tensionados incidentes entre manifestantes y efectivos de la Policía de la Ciudad, y tuvo su cierre con un breve discurso de la expresidenta. “Quería decirles gracias y pedirles que vayamos a descansar porque ha sido un largo día”, ordenó, y todos se fueron.
Esta mañana, los vestigios de un día agitado quedaron expuestos. Frentes de edificios con leyendas de aliento a Cristina Kirchner, insultos a los vecinos del barrio y hasta amenazas, como “Perón o Muere”, fueron el saldo de la jornada. Además, puertas y vidrieras fueron vandalizadas.
La basura, por su parte, desbordaba en un radio de pocas cuadras, donde tuvo trabajar un equipo de dos decenas de barrenderos y un un camión con hidrolavadora para higienizar el asfalto.