Reaparece la corrupción como problema en las encuestas, pero los votantes de Milei lo “perdonan” por la estabilidad económica
En los sondeos se constata que la mayoría cuestiona la caída de la “ficha limpia”; se suman el escándalo de Kueider y el caso del recaudador Vázquez; clima de época asimilable al menemismo
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LA NACIONMariano Spezzapria
La sucesión de hechos políticos con los que el Gobierno demostró que no es su prioridad la transparencia institucional, entre los que se cuentan la caída de la ley de “ficha limpia”, la detención del senador aliado Edgardo Kueider con una mochila llena de dólares y la revelación de que el director de la DGI, Andrés Vázquez, compró departamentos en Estados Unidos y no los incluyó en su declaración jurada, encuentra al presidente Javier Milei en su mejor momento de popularidad, aunque los especialistas en opinión pública comienzan a preguntarse si su escasa política anticorrupción tendrá impacto en las encuestas.
En una ronda de consultas que hizo LA NACION, algunas de las principales consultoras del país confirmaron que el zigzagueo de los libertarios con la “ficha limpia” -no todos sus diputados se presentaron a la sesión y luego Milei decidió que enviará un proyecto alternativo- fue detectado por los votantes oficialistas y que, dentro de ese universo, fue cuestionado por quienes apoyaron a Patricia Bullrich en las elecciones generales de 2023, cuando fue la candidata presidencial de Juntos por el Cambio (JxC). Las críticas se escuchan pese a que, ahora, la ministra de Seguridad no mantiene la misma agenda.
En este escenario, los números de los sondeos cuyos trabajos de campo se realizaron entre la última semana de noviembre y la primera de diciembre ya registran a la “corrupción” entre los principales problemas del país, solo detrás de la pobreza, la inseguridad y los bajos salarios, aunque los especialistas advierten que se verifica un fenómeno político y social comparable a la década del ´90, cuando gobernaba Carlos Menem y la estabilidad económica que proveía la Convertibilidad barría bajo la alfombra del 1 a 1 y de la ilusión de pertenecer al primer mundo los escándalos que se multiplicaban en la vida pública.
El director de la consultora Synopsis, Lucas Romero, dijo a este medio que de acuerdo a sus mediciones “dos de cada tres consultados aprueban el proyecto de ficha limpia”, con un “alto nivel de respaldo entre votantes de Milei y de Patricia Bullrich”. El especialista abundó: “La mayoría percibió que el gobierno no hizo todo lo posible para aprobar la ficha limpia; eso se da no solo entre los votantes de Milei sino fundamentalmente entre los de Bullrich. Casi dos de cada tres votantes de Bullrich vieron que el gobierno no hizo todo lo posible”. Romero afirmó: “Por lo menos en términos de la percepción, hay un costo”.
Si los votantes originales de JxC, que luego se volcaron masivamente en favor de Milei en la segunda vuelta contra Sergio Massa (Unión por la Patria) efectivamente cuestionan la caída del proyecto de “ficha limpia” -que impide a los condenados en segunda instancia presentarse como candidatos a cargos públicos-, los especialistas analizan de manera inductiva que otros hechos recientes ligados a la problemática de la corrupción también pueden tener un impacto negativo para el Gobierno, pero todos los consultados aclaran que las mediciones no registran una caída en el nivel de aprobación del oficialismo.
“No estamos viendo una caída en el nivel de intención de voto en La Libertad Avanza en comparación al último trabajo que hicimos. Se podría decir que no lo afectó y que lo económico ayuda a compensar el costo asumido en lo político o en esto que está vinculado a la corrupción”, afirma Romero. En la misma línea profundiza Facundo Nejamkis, titular de Opina Argentina: “Ese tipo de escándalos, en el momento en el que la economía está funcionando bien, y que un gobierno como el caso del gobierno de Milei viene para arriba en términos de legitimación de la ciudadanía, son daños colaterales”.
En contacto con LA NACION, Nejamkis aclara: “Eso no quiere decir que si al gobierno, eventualmente, le comenzara a ir mal en el plano económico, se complicara el tipo de cambio, la inflación y demás, entonces ahí sí los enojos alrededor del gobierno podrían concentrarse en los aspectos institucionales; pero no me da la sensación, por lo menos hoy, que la agenda institucional sea lo que está privilegiando el votante de Milei, por más que haya algunos que no se sientan satisfechos con determinadas actuaciones”.
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La directora de la consultora Trespuntozero, Shila Vilker, hace notar de acuerdo a los números de sus mediciones y de los focus groups que suele realizar, que el Gobierno parece estar “atento” a lo que pasa con el electorado peronista -la principal fuerza de oposición del país, a la que tendrá que enfrentar en las urnas en 2025-, que considera a la “ficha limpia” como una “avanzada contra Cristina Kirchner”. Para la especialista, como la gran mayoría del votante opositor rechaza la iniciativa, el oficialismo hace un esfuerzo por presentarla de una forma en que “no se interprete que lleva nombre y apellido”.
Por su parte Pablo Romá, de la consultora Circuitos, dice en línea con sus trabajos cualitativos que “el sector más moderado entiende que es necesario hacer acuerdos políticos y que el Gobierno propondrá una nueva ley”, con lo cual no rechaza del todo la falta de colaboración de LLA con el proyecto promovido por el Pro. El especialista explica que las encuestas aún no llegaron a medir otros casos relevantes como el affaire Kueider -ni menos aún la información revelada por LA NACION sobre el recaudador Vázquez, protegido por el Gobierno- en términos cuantitativos.
“Pero en los trabajos cuali me da que los opositores consideran que Kueider es un traidor al peronismo y lo responsabilizan junto al Gobierno, mientras que en los sectores moderados hay una responsabilización individual de Kueider y consideran que tiene que resolver la Justicia. En este segmento hay cierta justificación del Gobierno”, advierte Romá. Tras el fracaso de la “ficha limpia” en el Congreso, la detención del senador entrerriano en la frontera de Paraguay con más de 200.000 dólares reinstaló entre los argentinos el flagelo de la corrupción. Pero el oficialismo intentó, sin éxito, bloquear su expulsión del Senado.
De acuerdo a una encuesta de Escenarios, que dirigen Pablo Touzón y Federico Zapata, el 49,90% de los encuestados sostuvo que la administración libertaria se muestra “nada capaz” de afrontar la problemática de la corrupción, mientras que solo la consideró “muy capaz” el 31,90% de los entrevistados. A su vez, un trabajo de la Universidad de San Andrés determinó que el 27% de las personas considera que la falta de transparencia se encuentra entre los principales problemas del país. Por el momento, sin embargo, la mayoría rescata la “estabilidad” económica y compone el clima de época mileísta.
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