Reabren la investigación contra Cristina por la denuncia de Nisman
La Cámara de Casación ordenó analizar el memorándum y apartó a los jueces Rafecas, Ballestero y Freiler; hoy se sorteará el juez que llevará adelante el caso; dijeron que la decisión de cerrarlo fue prematura, arbitraria y parcial
La ex presidenta Cristina Kirchner será investigada por poner en marcha un plan criminal para que la Argentina deje de perseguir a los iraníes sospechosos por volar la AMIA, a cambio de obtener petróleo de Irán y otros beneficios económicos, como lo denunció Alberto Nisman cuatro días antes de morir.
La decisión de abrir esta investigación, queestuvo dos años archivada por razones jurídicas y políticas de funcionarios judiciales afines al kirchnerismo, fue tomada ayer por los jueces de la Sala I de la Casación: Ana María Figueroa, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos. Los magistrados apartaron al juez federal Daniel Rafecas y sortearán hoy el expediente entre el resto de los jueces federales para decidir quién investigará a Cristina Kirchner.
También apartaron a los jueces de la Cámara Federal Eduardo Freiler -a quien el Gobierno quiere remover por sus simpatías con el kirchnerismo- y Jorge Ballestero, quienes -al igual que Rafecas- habían resuelto archivar el caso.
El desarchivo de esta denuncia es una victoria para la DAIA, que se presentó como querellante con el objeto de reabrir la causa, y para la Asociación de Magistrados, que reúne a un importante sector de la Justicia, pues algunos de sus integrantes denunciaron que la muerte de Nisman fue un homicidio vinculado con esta denuncia.
El fiscal había denunciado que el kirchnerismo montó un "plan delictivo" para dotar de impunidad a los iraníes prófugos desde 2007 por el atentado. El objetivo era obtener petróleo y negociar granos con Irán. Nisman basó su caso en escuchas telefónicas y en el análisis del cambio de postura del gobierno de Cristina Kirchner ante Irán. La Argentina firmó un pacto de entendimiento -secreto en principio y luego inconstitucional-, que preveía que una comisión de expertos analizara la causa, lo que abría la puerta para exculpar a los prófugos.
Con las escuchas de las conversaciones entre el dirigente piquetero y proiraní Luis D'Elía, Fernando Esteche (Quebracho), el entonces canciller Héctor Timerman, el diputado Andrés Larroque y supuestos allegados a la embajada de Irán, Nisman construyó la hipótesis del plan criminal. Y pidió indagar a Cristina Kirchner y todos ellos.
A partir de hoy, el nuevo juez que se haga cargo del caso deberá poner en marcha las 45 medidas de prueba que propuso el fiscal Gerardo Pollicita hace dos años, cuando impulsó esta denuncia y se topó con la negativa de Rafecas, de la Sala I de la Cámara Federal y del fiscal de la Casación, Javier de Luca.
Entre las medidas se cuentan tomarles declaración a ex funcionarios, periodistas, empleados de la embajada de Irán e Israel, averiguar si los investigados viajaron a Irán, Siria, Suiza, Francia, Etiopía, Venezuela, Estados Unidos y ahondar sobre cables diplomáticos secretos, entre otras cuestiones.
El fallo de Hornos y Borinsky considera que las decisiones de Rafecas y de la Cámara Federal, al archivar la denuncia sin investigarla, son "prematuras, arbitrarias y parciales". Figueroa -cerca del kirchnerismo- también se pronunció por investigar, aunque dijo que no cree que se trate de un delito.
Hornos dijo que Rafecas desconoció que la denuncia cumplía con los requisitos de ser "verosímil, plausible y coherente". Y afirmó que la gravedad de la denuncia reclamaba su investigación. Destacó la "insistencia de la sociedad" en obtener una respuesta y que ahora es necesario hacer una pesquisa "seria y genuina", porque lo que hicieron hasta ahora las autoridades fue "insuficiente". Debe hacerse con una "mirada global e integrada, sin sesgos. "El servicio de justicia debe dar una respuesta rápida y eficiente", dijo.
Hornos y Borinsky señalaron que los dos elementos nuevos que introdujo la DAIA, que son la inconstitucionalidad del pacto con Irán y la grabación en la que Timerman reconoce estar negociando con los que pusieron la bomba, habilitan a reconsiderar la denuncia con una mirada amplia sobre las pruebas.
Borinsky y Hornos reconocieron a la DAIA como querellante. Borinsky se centró en lo arbitrario de la decisión de Rafecas por mirar la prueba de manera aislada y dijo que fue parcial porque se concentró en el análisis de la presentación que hizo Angelina Abbona, la entonces procuradora del Tesoro, en favor de Cristina Kirchner. De hecho fue indagada porque salió en defensa de los intereses de un particular, la entonces presidenta, y no de los del Estado. Además, el juez estimó prematura la desestimación ante la "orfandad probatoria" de la denuncia, pues el fiscal sólo propone una hipótesis -no una certeza- que debe ser investigada.
Figueroa tuvo matices: dijo que su tribunal era incompetente; no obstante, argumentó que la DAIA podía ser querellante. Entendió que hacen falta las medidas de prueba que propuso el fiscal, pero que lo que denunció Nisman no es delito, y se pronunció porque la causa tramite con el impulso de la querella.
Hoy se sabrá el nombre del juez que buscará las evidencias de lo que reveló Nisman antes de morir.
Los principales implicados en la denuncia del fiscal fallecido
Héctor Timerman
Ex canciller
Nisman consideró al ex canciller “el principal instrumentador del plan de impunidad”. Al haber sido un funcionario clave durante la negociación del referéndum con Irán, el fiscal sostuvo que decidió “abandonar” el reclamo de justicia por el atentado a la AMIA. “El plan criminal se activó cuando Timerman viajó a Aleppo y secretamente se reunió con su par iraní, Ali Akbar Salehi, a quien le hizo saber que las autoridades argentinas estaban dispuestas a renunciar a la investigación del caso AMIA con tal de provocar un acercamiento de orden geopolítico y restablecer plenas relaciones comerciales entre ambos Estados”, señaló Nisman.
Cristina Kirchner
Ex presidenta
Nisman acusó a Cristina Kirchner y a otras siete personas de “decidir, negociar y organizar la impunidad de los prófugos iraníes” en la causa AMIA con el propósito de “fabricar la inocencia de Irán”. La ex presidenta –afirmó el fiscal– era la cabeza de la maniobra. Sostuvo que controló en todo momento el plan, “ya sea impartiendo órdenes directas a sus cómplices o encabezando la necesaria campaña discursiva para camuflar la perpetración del delito”. El fiscal fallecido aseguró que Cristina Kirchner instrumentó todos los recursos a su alcance para cesar las notificaciones rojas de Interpol contra los acusados iraníes de atentar contra la AMIA. Pero también, además del memorándum, para autorizar más acuerdos con carácter secreto, y habría dado la orden de construir una hipótesis falsa para redireccionar responsabilidades del atentado.
Andrés Larroque
Diputado nac. y jefe de la Cámpora
Nisman señaló que el secretario general de La Cámpora era “el encargado de supervisar todos los movimientos con la comunidad fundamentalista”. “Era como la voz y la cara de la presidenta. Estaba por encima de D’Elía”, explicó tras presentar su denuncia. Según el fiscal, Cristina Kirchner se cuidaba de tener contacto directo con el piquetero: “La presidenta no hablaba directamente con D’Elía. Su voz era el diputado Larroque. Era quien recibía las órdenes de la presidenta y las transmitía a D’Elía o a Khalil. Larroque iba a la casa de D’Elía en La Matanza, donde estaba Khalil, y era el encargado de coordinar todos los movimientos”.
Luis D'Elía
Piquetero kirchnerista
Las escuchas difundidas en la denuncia de Nisman revelan el fluido contacto del líder piquetero con el supuesto agente iraní Alejandro “Yussuf” Khalil, que era el nexo con el ex agregado cultural iraní en la Argentina Mohsen Rabbani, uno de los prófugos del ataque. La conversación que consta en la causa muestra cómo Khalil arregló un encuentro con el líder piquetero en Bonpland 1828, en el barrio de Palermo, para discutir el presunto plan. “Tené perfil bajo por 10 días por lo menos, yo sé por qué te lo digo”, le ordena Khalil al piquetero. D’Elía admite que el mismo pedido le había hecho el ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia Oscar Parrilli.
Fernando Esteche
Líder de Quebracho
Según Nisman, la intervención de Esteche fue “determinante, pues viabilizó el avance del plan de impunidad, acercando al agente iraní en Buenos Aires con los funcionarios de inteligencia argentinos y, en especial, sumando al ex fiscal designado para actuar en la causa AMIA Héctor Yrimia. Además, aportó ideas concretas para la construcción de la nueva hipótesis falsa. Al respecto, ya en diciembre de 2012 explicaba los pasos que se debían tomar con relación al plan: “Quieren construir un nuevo enemigo de la AMIA. Es una necesidad que tienen, van a querer ir construyendo el consenso de esto… no van a poder decir que fueron los israelíes”.
Ramón Allan Bogado
Presunto enlace con Irán
En el texto de la denuncia aparece sindicado como un “agente de inteligencia” con llegada directa a la presidencia y como autor “imprescindible” del plan de encubrimiento. Lo habrían vinculado al ex funcionario kirchnerista Oscar Parrilli. Fernando Esteche, jefe de Quebracho, contó que se lo habían presentado en el Gobierno hace algunos años. Su voz aparece en decenas de escuchas. En una de las escuchas, habría dicho: “Tengo un chisme, me dijeron ahí en «la Casa» (por la SIDE)… Interpol va a levantar el pedido de captura de los amigos”. En la sede de los espías desmintieron que Bogado haya sido oficialmente un hombre de ellos.
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