Raúl Othacehé, el nuevo aliado de Sergio Massa, un barón con "métodos violentos"
Pese a las decenas de denuncias por violentas persecuciones a opositores, "El Vasco" conduce Merlo desde 1991; fue funcionario de Ruckauf, aliado del kirchnerismo y ahora socio político del Frente Renovador
La felicidad de Horacio "Lula" Cepeda apenas resistió unos días. No llevaba un mes como concejal electo de Merlo cuando comenzó su pesadilla. Nunca pensó que ser opositor del intendente Raúl Othacehé podía traerle tantos problemas. Lejos de dedicarse a la política, Cepeda tuvo que ocuparse de su libertad: estuvo preso cuatro meses.
"Me armaron causas sin pruebas. Eran todos testimonios de hombres cercanos al intendente", resumió Cepeda ante LA NACION. Asumió como concejal y lo destituyeron. Lo acusaron de cohecho y de amenazas, pero la Corte Suprema bonaerense falló a su favor. Entonces, lo denunciaron ante la Justicia. Recorrió tres comisarías hasta ser liberado, tras 120 días de calvario.
Como Cepeda, decenas de dirigentes opositores de Merlo denunciaron al intendente como el instigador de persecuciones políticas y violaciones a los derechos humanos. Golpizas, secuestros, causas armadas, sospechosos robos, tiroteos, amenazas de muerte e intimidaciones públicas son algunas de las acusaciones que pesan contra el intendente que lleva 22 años en el poder.
Raúl "El Vasco" Othacehé, el nuevo aliado de Sergio Massa, gobierna Merlo desde 1991. Tiene fama de ser el barón más duro del conurbano. Pese a que acumuló sospechas en su contra, la Justicia nunca lo comprometió. Desde 2003, fue un aliado estratégico del kirchnerismo en el conurbano, coqueteó con el duhaldismo en 2009, pero volvió a acercarse a Cristina Kirchner. Ayer, anunció su pase al Frente Renovador.
"Mi mala fama es inmerecida. Para gobernar Merlo hay que ser duro. No puedo decir que el común denominador sea mi dureza. En todo caso soy un dialoguista", dijo Othacehé, conocedor de su mala fama, en un programa de TV.
Referentes de organismos de derechos humanos lo señalan como el responsable de la persecución a opositores. El premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel definió ante LA NACION el modus operandi del intendente como un "método violento" utilizado para enfrentar disidentes. "Las patotas de la intendencia son responsables del temor de los vecinos. Deberían ser investigada. También habría que revisar la actuación de la policía y los jueces".
Una pieza del PJ bonaerense detalló cómo funciona el "método violento". "Primero tiran panfletos anónimos con injurias. Los concejales opositores crean una comisión investigadora que se hace eco de las acusaciones para luego concretar la destitución. Si no alcanza con lo político, van a la Justicia. Con complicidad de la justicia local arman causas y plantan testigos. Si es necesario, el opositor puede ir preso".
Más que dialoguista, "El Vasco" es un hombre de familia . Martín, su hijo mayor, fue concejal. Su mujer, Mónica Arnaldi fue diputada provincial. Pablo, otro de sus hijos, es secretario de Juventud. Su cuñada, Adriana Vera, preside el Concejo Deliberante. Su nuera, Cintia Carnabuci, es secretaria de Acción Social.
Zulema Othacehé, hermana del intendente, también fue parte del gobierno municipal. Zulema era tesorera del Concejo Escolar hasta que, en 1994, fue expulsada, acusada por un faltante de 1000 dólares. Sin embargo, la mujer afirmó que había sido castigada por interponerse en un negocio de un hombre cercano al intendente.
"Yo sabía, por comentarios de mi hermano, que había sido puesto ahí para hacer negocios. Fui a la intendencia y mi hermano me atendió a los gritos. Me dijo que tenía que aceptar las cosas como eran, sino la iba a pasar mal porque tenía comprada a la policía, a la Justicia y a la prensa", relató Zulema cuando el tema se convirtió en un escándalo. Días después, desapareció de escena.
"El Vasco", un hombre alto y fornido de 65 años, comenzó a militar en su adolescencia. Conoció a Rodolfo Galimberti entre tackle y tackle en el Padua Rugby Club. Según consta en la biografía del líder montonero, ambos se sumaron al grupo nacionalista católico Tacuara.
Othacehé también integró la agrupación Cadena, de ultraderecha y antisemita. El episodio más recordado sucedió en 1966, cuando fue parte de un grupo comando que secuestró un avión y lo desvió a las islas Malvinas para que la bandera argentina volviera a flamear en el archipiélago, aunque sea por unas horas.
Mudanza a La Plata
Después de la dictadura militó en la Renovación Peronista. Fue diputado provincial en 1987 hasta su desembarcó en Merlo. Sólo se alejó del municipio en 1999 para asumir como ministro de Gobierno de la gestión de Carlos Ruckauf. Su paso por la provincia también quedó salpicado por la polémica y las sospechas.
El 23 de mayo de 2001 sorprendió con una frase que quedó en el recuerdo. "Con los problemas que hay en el país, si entre los justicialistas existiera una intención golpista, De la Rúa caería en 24 horas. Que digo 24, en 12 horas se terminaría", dijo sin inmutarse en una entrevista con LA NACION.
Ya se hablaba, y mucho, de las grietas del gobierno de la Alianza, pero nadie había enfrentado en público, y con tanta crudeza, al radical. Finalmente, Othacehé fue investigado por la Justicia, acusado de haber instigado los saqueos que terminaron con la caída del gobierno en diciembre de 2001.
El 11 de abril de 2001, cuando Othacehé todavía era ministro provincial, el ex senador radical Manuel de Arma, que pretendía disputarle el poder en el municipio, se quemó a lo bonzo frente al edificio de la gobernación en La Plata al grito de "¡Othacehé me presiona!". Murió pocos días después. En un manuscrito dirigido al intendente, De Arma había denunciado una "campaña de amedrentamiento" contra él y su familia. "Me cuesta terminar estas líneas, lloro, porque no quiero morir pero tampoco puedo vivir pensando en que mi familia y mis amigos pueden ser destruidos", escribió en el mismo texto. La reacción del hombre fuerte de Merlo no sorprendió a nadie. "Lo lamento mucho, Manuel de Arma tenía un grave problema psiquiátrico", dijo.
Aunque en 2003 apoyó la candidatura presidencial de Adolfo Rodríguez Saá, no tardó en convertirse en uno de los aliados de Néstor Kirchner en el conurbano. Como ocurrió con varios de sus pares, en 2009 coqueteó con Eduardo Duhalde, pero 2010 volvió a encontrarlo cerca de la Casa Rosada. Forma parte de la vieja guardia del PJ bonaerense con la que Kirchner se relacionó de manera directa y fluída, sobre todo a partir de 2007. El vínculo con Cristina Kirchner se desgastó después de la última derrota legislativa.
"Nosotros somos el peronismo de la provincia. Con todo el respeto y el cariño que nos merece Cristina, sentimos que se ha cumplido una etapa. Ningún argentino quiere volver atrás y mucho menos convertirnos en Venezuela", atacó Othacehé, mientras anunciaba su pase político, tras diez años de apoyo al kirchnerismo.
A Sergio Massa lo conoce desde que era soltero. "El Vasco nos regaló la luna de miel cuando me casé con Malena, y Moni nos preparaba las picadas cuando veraneábamos en Pinamar", recordó el líder del Frente Renovador. En 2000 recorrieron juntos la provincia de Buenos Aires cuando el ex intendente de Tigre era diputado y Othacehé era ministro de Gobierno bonaerense.
Ante la CIDH
Las denuncias contra Othacehé llegaron a los tribunales internacionales. Rosana Mattarollo, una abogada de Merlo, avanzó en causas vinculadas a remises ilegales en 2004. El municipio, el Concejo Deliberante, la Justicia y la policía estaban sospechados de cohecho y extorsión a los choferes. Cuando las causas adquirieron relevancia, Mattarollo fue denunciada por una supuesta amenaza. Pero el denunciante olvidó un detalle. El 16 de noviembre de 2004, día en que según la acusación había proferido la amenaza, Mattarollo estaba en coma: se recuperaba de una compleja operación que le llevó varias semanas.
"Eso fue el principio del calvario para mi familia. Me amenazaban por teléfono y me sacaban fotos. Seguían a mis hijos todos los días hasta la escuela y hasta nos amenazaron con armas de fuego en la ruta", relató a LA NACION. En esos meses sufrió 17 intentos de ingreso a su domicilio.
Mattarollo acudió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que hizo lugar a su reclamo por persecución política y dispuso protección para su familia. Mattarollo asegura que, lejos de encontrar la tranquilidad, cada dos meses sufre una lluvia de panfletos anónimos con denuncias en su contra.
"No soy Heidi, soy un tipo con convicciones. Pero nunca violo la ley", afirmó Othacehé en otra de sus apariciones mediáticas. Pese a los insistentes llamados de LA NACION, el intendente evitó hablar con este medio.
La diputada Victoria Donda tampoco se salvó de las amenazas. Ante la elevada cantidad de denuncias, la legisladora encabezó una audiencia pública de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja, de la que era presidenta, en Merlo. Después de aquel encuentro, denunció a Othacehé por amenazas. Según relató a la policía, después de seguirla arriba de una moto dos hombres le dijeron: "En Merlo no jodas más".
Donda fue contundente: "Othacehé es uno de los más nefastos resabios de la política mafiosa que mantiene en la pobreza a los y a las bonaerenses".
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