Ramón Saadi, bajo sospecha permanente
Por Jorge Camarasa Enviado especial
SAN FERNANDO DEL VALLE DE CATAMARCA.- Ramón Eduardo Saadi, el sospechado ex gobernador de Catamarca, está convencido de que finalmente podrá jurar como senador nacional antes de diciembre próximo.
El optimismo, que comparten sus colaboradores en esta ciudad, se basa en un fallo judicial que aquí todos juzgan inminente, y que lo absolvería en la menos grave de las causas en que está involucrado.
Mientras se lo sigue investigando por participación en negociados varios, uso de bienes del Estado en beneficio propio, contratos fraudulentos en favor de empresas privadas y enriquecimiento ilícito, en los próximos días, Saadi sería declarado inocente de haber hecho pagar un ínfimo exceso de honorarios a abogados en la denominada "causa Faur".
La causa, en la que se dirime una deuda de aportes que Catamarca arrastra desde 1983, es menor, pero emblemática para los saadistas: fue la que le valió una orden de captura el 12 de diciembre de 1995, la víspera del día en que tenía que jurar como senador.
Miguel Figueroa Vicario, el abogado de Saadi en Catamarca, pronosticó ante La Nación que la causa Faur se resolverá en los próximos diez días con la absolución de su defendido, y que a lo sumo dentro de dos semanas el ex gobernador será nuevamente senador nacional.
De cerrarse así esta historia, Ramón Eduardo Saadi conseguiría los fueros parlamentarios que lo pondrían a salvo de futuras persecuciones judiciales, pero no de las sospechas que se ciernen sobre él.
Las tres causas
Aunque para los saadistas no hay elementos que incriminen a Ramón Saadi, para la abogada Ana Pais de Soria, fiscal de Estado de Catamarca, tres de las siete causas que lo involucran "son hechos paradigmáticos de corrupción".
La primera de esas causas es conocida como "la obra del siglo". En 1990, el gobierno nacional había entregado a Catamarca dieciséis millones de dólares no reintegrables para hacer una colectora cloacal maestra y una planta de tratamiento de aguas cloacales. La empresa constructora cobró; los trabajos no se completaron. Ramón Saadi era entonces gobernador, y el perjuicio para la provincia fue estimado en diez millones de dólares que "desaparecieron".
Otra de las causas es la referida al Hospital Provincial San Juan Bautista. En febrero de 1991, el equipamiento del hospital fue concedido sin licitación a una empresa privada, que entregó el certificado de final de obra y cobró cuatro millones de pesos antes de comenzar los trabajos, que nunca terminó. En este caso, el perjuicio para la provincia fue calculado en seis millones de dólares.
La tercera pone bajo sospecha a Ramón Saadi por el presunto uso de materiales y mano de obra destinados a construir el Hotel de Turismo, que habrían sido utilizados en la construcción de su residencia particular.
Según los catamarqueños no saadistas, estas tres causas no son más que distintos caminos que llevan a un mismo lado: la sospecha del enriquecimiento ilícito.
Jorge Manuel Moreno es abogado de Ramón Saadi, apoderado del PJ catamarqueño y diputado provincial. Su mérito mayor, sin embargo, parece ser el haber encontrado una sorprendente exculpación dialéctica para su ex jefe.
Este es su razonamiento: "Ramón es hijo de un gobernador y senador nacional (Vicente Leonidas Saadi). El mismo ha sido gobernador, diputado y senador. Está casado con una escribana (Pilar Kent), hija de otro escribano que además fue presidente de River (William Kent). Si Ramón Saadi no puede tener una casa así, ¿quién podría tenerla?"
Una casa, dos valuaciones
La casa en cuestión, sin embargo, no está a nombre de Ramón Saadi, sino de su esposa. Tiene veinte ambientes y casi 1200 metros cubiertos, y en ella viven solamente el ex gobernador, su esposa y su hijo, además del personal de servicio.
"La casa vale 400.000 dólares", dice el diputado Moreno. Sin embargo, una valuación a la que tuvo acceso este diario dice textualmente: "(...) el costo estimativo de construcción de dicho inmueble es de pesos ochocientos veinticinco mil noventa".
El informe de tasación continúa: "Dicho monto surge de considerar una superficie cubierta de 1178,70 metros cuadrados que posee la propiedad, y un costo unitario por metro cuadrado de construcción de pesos setecientos, valor que adopta el Banco Hipotecario Nacional para sus operatorias referidas a construcción de viviendas de primera categoría, de uso residencial, en un sector abastecido por todos los servicios".
Roberto Urioste, asesor de Gobierno del Frente Cívico Social, reflexiona: "Cada cual tiene la casa que quiere, o que puede. El problema con ésta es que Saadi no justificó el origen de los fondos, y que la mansión fue construida por la misma empresa que la provincia había contratado para el Hotel de Turismo, y en las mismas fechas".
El síndrome Angeloz
Para que jure como senador nacional tendrá que resolverse antes un entuerto que ya lleva casi tres años. En 1995 Ramón Saadi había sido elegido para la senaduría por el peronismo catamarqueño, y la elección había sido certificada por el juez federal Felipe Terán. La Asamblea Legislativa de Catamarca había rechazado la designación por el manto de sospecha que envolvía a Saadi, y su juramento se había estrellado contra un muro infranqueable en el propio Senado de la Nación.
Después, la orden de detención dictada en la causa Faur había definido in límine la situación, y el senador electo se había tenido que quedar con las ganas.
Ahora, en Catamarca, el propio Ramón Saadi sigue siendo la principal oposición y el mayor desvelo para el oficialista Frente Cívico, los ánimos han vuelto a caldearse.
El diputado Jorge Moreno dice que las razones para oponerse al juramento de Ramón Saadi "eran solamente éticas", y el abogado Miguel Figueroa Vicario va un poco más allá: "Se ha volteado un gobierno con la mentira y la difamación", argumenta.
Ramón Saadi, en un brevísimo encuentro con este diario en el aeropuerto de Catamarca, el jueves último por la noche, tuvo una duda punzante:
-¿Por qué La Nación ahora tiene tanto interés en hablar conmigo?
-Por la cuestión de sus causas pendientes.
-¿Y por qué no le fueron a preguntar lo mismo a Angeloz?