¿Quién es el juez Martín Bava? De un remoto juzgado civil de Azul a disponer el procesamiento de Mauricio Macri
Sorteó varias denuncias en su contra y se quedó como subrogante en el estratégico juzgado de Dolores, para el cual había concursado y se sacó un dos; en Azul recuerdan el apoyo de Cristina Kirchner cuando llegó a la ciudad
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AZUL-. De un remoto juzgado civil de la localidad de Azul a una subrogancia en el juzgado federal de Dolores, donde hoy resolvió nada menos que el procesamiento de Mauricio Macri. De un fallido concurso para ser juez a transformarse en el magistrado que más expectativas genera en el kirchnerismo. Pocos en Azul imaginaban que Martín Bava terminaría haciendo ese giro.
Es quien, después de un traspié procesal, terminó tomándole declaración indagatoria al expresidente en la causa en la que se investigan actividades de inteligencia sobre los familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan, una decisión que tomó por sorpresa a todo el entorno macrista.
De 58 años, excombatiente de Malvinas, Bava es titular del juzgado federal civil N°1 de Azul, aunque es oriundo del partido de Morón, donde fue destacado como “ciudadano ilustre”. Cuentan en Azul que el padrino inicial del ingreso de Bava al mundo judicial habría sido Alberto Rodríguez Saa, quien lo conoció en un curso de sociología del derecho en la Universidad de Salamanca.
En el año 2008 concursó para ser titular del juzgado federal de Dolores, pero se sacó un resultado equivalente a un dos (23 puntos sobre 100) en la prueba de oposición. Una fuente que formaba parte del Consejo de la Magistratura en ese momento recuerda que ese concurso, el 184, quedó desierto a raíz del bajo rendimiento de los postulantes en general, por lo que se convocó a uno nuevo.
Los pobres resultados que obtuvo Bava en ese examen motivaron impugnaciones por parte de los abogados locales cuando se postuló para ser juez federal con competencia civil en la ciudad de Azul, un impulso que finalmente no surtió efecto. Ahora se reparte los días entre el juzgado federal civil Azul y el federal penal de Dolores, para el que concursó sin éxito pero en el que terminó quedando al frente por el corrimiento del juez Alejo Ramos Padilla a La Plata. Heredó así el juzgado que viene haciendo punta en causas que incomodan al macrismo.
“Es el modelo exacto del antijuez. No conoce el tema, las sentencias que salen del juzgado no las escribe él. No estudia, e incluso el suyo es el único juzgado en el que no hay biblioteca, la sacaron para hacer más espacio”, se quejó un conocedor de la dinámica del juzgado en diálogo con LA NACION.
“A mí me inició una denuncia y me inició un sumario administrativo porque no obedecí una orden directa. Ese sumario finalmente fue desestimado por la cámara de Mar del Plata”, dijo el exsecretario del juzgado civil conducido en Azul por Bava, Raúl Córdoba.
Pese a las críticas que acumuló por parte del Colegio de Abogados de la localidad, algunos abogados litigantes consultados por LA NACION en las puertas de su juzgado lo consideraron “un juez accesible” y dijeron que “no tiene tanta trascendencia”. Si bien LA NACION intentó comunicarse con Bava, nunca respondió los llamados.
Desde que desembarcó como juez subrogante en Dolores adquirió otro protagonismo porque lleva con una visible celeridad la causa por presunto espionaje a los familiares de los tripulantes del ARA San Juan, y el expediente conocido como Caso D’Alessio. El cambio de ámbito judicial también impactó en la dinámica.
Bava convocó a Macri a indagatoria y le prohibió la salida del país mientras este se encontraba en Estados Unidos, lo que suscitó algunas críticas, ya que además el juez dispuso en su momento que la Policía Federal lo notificara en varios domicilios por no tener precisiones del domicilio exacto. Pese a que el expediente acumula material de inteligencia sobre los familiares de las víctimas del hundimiento del submarino, Macri dijo que hay una “persecución judicial” contra él.
En la misma resolución con la que citó al expresidente, Bava procesó a los exdirectores de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. En la causa D’Alessio el juez clausuró la investigación y le pidió a la fiscalía que opine si puede elevar a juicio el primer tramo del caso.
El juzgado federal de Dolores, que hasta febrero de este año ocupaba Ramos Padilla, se volvió una sede estratégica para litigar contra el macrismo: no solamente fue procesado Mauricio Macri sino también fue citado el actual intendente de Pinamar, Martín Yeza, por presunto fraude cometido en su distrito con las tarjetas Alimentar. En el macrismo están convencidos de la politización de ese juzgado que alienta las esperanzas del kirchnerismo.
En las últimas semanas Macri recusó a Bava por la causal de prejuzgamiento y parcialidad manifiesta. Lo mismo hizo el fiscal federal Carlos Stornelli, quien planteó que Bava buscó elevar a juicio oral el Caso D’Alessio, en el que él está procesado, cuando supuestamente todavía faltaban realizarse medidas de prueba. Pero la Cámara de Apelaciones de Mar del Plata rechazó ambas recusaciones.
“Nosotros lo impugnamos con firmeza y uno de nuestros representantes institucionales de ese entonces, Luis Miralles, acudió a la audiencia pública en el Senado, donde expuso los motivos de la impugnación. Sin embargo, Bava fue nombrado y mirá ahora, lo que hace…”, se lamentó un abogado local de pasado radical, quien considera que la citación a indagatoria firmada por Bava “es una jugada orquestada desde otro lado”.
Bava no participó en ninguna lista judicial. Sin embargo en Azul recuerdan que su pliego para cubrir el juzgado local tuvo el aval de Cristina Kirchner, en 2009.
El ámbito judicial le resulta un poco hostil al magistrado. Según reconstruyó LA NACION, Bava tiene un frente de conflicto abierto con la Unión de Empleados de Justicia de la Nación (UEJN), el gremio conducido por Julio Piumato, que le cuestionó una serie de conductas “violatorias de los derechos laborales” hacia los empleados del juzgado 1 de Azul. Esos reclamos se tramitan ante la Cámara Federal de Mar del Plata.
Bava además fue denunciado por el delito de falsedad ideológica por abogados litigantes en un caso por violaciones a los derechos humanos, que lo cuestionaron por haber firmado una sentencia sin haber cumplido con los requisitos como cuarto juez designado. Esa denuncia, que fue desestimada en el ámbito penal, tuvo su contracara en el Consejo de la Magistratura, a través de una presentación formulada por el exfiscal general de la Ciudad de Buenos Aires Luis Cevasco. El expediente en el Consejo está a cargo del juez Alberto Lugones.
Uno de los alfiles de Macri en el Consejo de la Magistratura, el diputado de Pro Pablo Tonelli, pidió que el Consejo notificara a Bava sobre la denuncia que se tramita allí en su contra.
La denuncia señalaba que se falsificó un acta del juicio por parte de los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de la ciudad de Mar del Plata. Según los acusadores, esa falsificación tuvo por finalidad legitimar la intervención del juez Bava en el dictado de la sentencia, debido a que no habría participado del debate.
Los denunciantes dijeron que en las actas del juicio, donde se deja constancia de lo ocurrido en la audiencia, se insertaron presuntas conformidades de las partes para que se le remitieran las grabaciones del juicio al juez Bava para que luego de ver las presentaciones pudiera participar de la deliberación y del dictado de la sentencia, dado que no había estado presente durante el desarrollo de las audiencias.
Uno de los jueces del tribunal oral renunció a su cargo antes del dictado de la sentencia y por eso intervino Bava, que según los denunciantes no se conectó en ninguna audiencia.
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