Qué se dijeron Sergio Massa y los 26 intendentes bonaerenses del Frente Renovador

El encuentro venía precedido por versiones de todo calibre. Que se va uno, que se van dos o tres. Que habrá solo dos candidatos a gobernador o tres. Sergio Massa encabezó anoche un encuentro en un conocido restaurante de Pilar con 26 intendentes bonaerenses en el que buscó cerrar filas, encolumnar estrategias y, sobre todo, trazar una línea de partida y de pertenencia: "Massa o muerte", se le escuchó decir, exagerado, al jefe comunal local, Humberto Zúccaro, según reconocieron participantes del encuentro.

Ausente deliberado, el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, pareció ser el destinatario del anatema. Luis Acuña (Hurlingham) y el propio Zúccaro, en cambio, hicieron prueba de fe massista, incluso con algo de sobreactuación tras ser blanco de rumores interesados sobre un supuesto salto coordinado al macrismo.

"Estoy acá para que quede claro que a mi nadie me arrastra a ningún lado", abrió el encuentro Zúccaro, mientras que Acuña cargó contra Elisa Carrió y la Coordinadora, esa agrupación juvenil que supo acompañar a Raúl Alfonsín y que ahora resucitó como inorgánica red en torno a la candidatura de Ernesto Sanz, sparring eventual del proyecto Macri Presidente.

Sergio Massa , a su turno, confirmó que irán a las PASO con dos fórmulas, aunque aceptó que su criterio podría estirarse a "tres", pero no más candidatos, para competir en Buenos Aires, provincia clave para la competitividad de su candidatura. A ese número se deberá ajustar la oferta renovadora que, por ahora, tiene a Francisco de Narváez , Darío Giustozzi -quien recibió señales de apoyo del candidato presidencial-, Felipe Solá , Mónica López y Cariglino.

Hubo un repaso de encuestas que no coinciden con los números que da la mayoría (en esos sondeos menos crueles no está tercero); la decisión de armar la Mesa Massa Presidente en la Provincia y después se avanzó con el plan de trabajo. "Volvamos a la calle a defender a la gente. La seguridad, empleo, vivienda y educación. Lo demás es cuento", afirmó. "Ordenemos. Cuiden a todos. Y volvamos a la calle. Si vamos nosotros y la gente, el 11 de diciembre nos vemos en la Rosada", arengó ante los intendentes.

También convalidó las quejas de varios presentes con los cinco anotados para la gobernación: "Van a los mismos lados, pero no caminan toda la provincia. A mi distrito no vinieron. Dejen de pegarse codazos y vengan a contar los votos", dijo más de un participante de la reunión, con el consentimiento de Massa.

Daniel Bolinaga, el intendente de Arrecifes, no fue menos y advirtió: "Peguemos cuatro gritos. El que duda, que se vaya. Y que nos vengan a contar los votos a la Provincia", desafió, en un mensaje con destinatario ausente; mientras que Javier Mignaqui, de Los Toldos, se esperanzó en la adhesión que Massa tiene en las caravanas.

El viernes que viene habrá reunión en San Fernando, que conduce Luis Andreotti, para preparar un encuentro clave que se hará el sábado en San Martín, con Gabriel Katopodis como organizador, donde habrá definiciones sobre las candidaturas a gobernador y también podría haber hasta anuncios vinculados a las listas, que las nacionales serán de exclusiva potestad de Massa; mientras que las provinciales tendrán un papel clave de los líderes territoriales.

La cena -entrada de fiambres, fetuccini con salsa y ensalada de frutas o copa helada- terminó con algo menos de la tensión con la que empezó: Julio Zamora, vicario de Massa en la Municipalidad de Tigre, se permitió usar un piano blanco instalado en ese exclusivo salón comedor: tocó la marcha peronista, ante la insidia radical de Mario Meoni, o Daniel Bolletieri (Almirante Brown), y de José Eseverrri y Martin Caso, que pedían el himno para sentirse más contenidos.

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