Qué pasó entre Javier Milei y Victoria Villarruel
El Presidente y su vice quedaron en el centro de atención luego de una serie de comunicados oficiales, luego de que se convocara al Senado a tratar el DNU 70/2023
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El rechazo del DNU 70/2023 en el Senado llevó a muchos a preguntarse qué pasó entre Javier Milei y Victoria Villarruel, la vicepresidenta, que por mandato constitucional es también la presidenta de la Cámara Alta del Congreso de la Nación.
El foco en la relación entre Presidente y vice volvió a ponerse de relieve cuando Villarruel convocó al Senado a sesionar el pasado jueves 14 de marzo con el tratamiento del DNU en el temario, algo que había sido solicitado formalmente por distintos miembros de este cuerpo.
En concreto, desde el Poder Ejecutivo criticaron la decisión porque entendían que debía postergar indefinidamente el debate, ya que no tenían los votos para mantener el decreto, que modifica o deroga cientos de leyes en temas tan diversos como el fin de las multas por no registrar a un trabajador, la derogación de la ley de alquileres o la desregulación en los aumentos de la medicina prepaga y los montos punitorios de las tarjetas de crédito, entre otros. Cabe recordar que, cuestionado por su posible inconstitucionalidad, el decreto se encuentra en el despacho de la Corte Suprema de Justicia para su revisión.
La convocatoria de Victoria Villarruel para tratar el DNU 70/2023 en el Senado, algo que había sido solicitado de manera institucional por legisladores de la Cámara, motivó un duro comunicado desde la Oficina del Presidente de la Nación, que gestiona el vocero presidencial Manuel Adorni. En este documento, se manifestaba “preocupación por la decisión unilateral de algunos sectores de la clase política que pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta”.
“El Gobierno Nacional espera que el Poder Legislativo no se deje cautivar por los cantos de sirena de quienes pretenden anotarse victorias de corto plazo”, sostenía a su vez el texto, que fue interpretado como un cruce hacia la presidenta del Senado, por un movimiento dentro de lo institucional pero que se desmarcaba de las intenciones presidenciales.
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) March 13, 2024
En la previa a la sesión del Congreso, después de un desayuno con el Presidente, Adorni buscó despejar los rumores de interna al decir que en el Gobierno se sentían “sorprendidos por la mala lectura que hubo del comunicado”, el cual según dijo fue “dedicado a toda la clase política”, y no a Villarruel en particular. “El cañonazo fue a la casta, no a Victoria”, afirmó el mismo Milei en Radio La Red luego del rechazo parcial del decreto.
Pero para entonces ya se habían producido en los medios de comunicación declaraciones de políticos muy cercanos a Javier Milei que apuntaban directamente a la vicepresidenta. El diputado José Luis Espert, quien se incorporó oficialmente a La Libertad Avanza y fue un actor clave en el Gobierno para el tratamiento de la finalmente frustrada Ley Ómnibus, no supo responder a la pregunta de si Villarruel buscaba desestabilizar al Ejecutivo tratando el DNU 70/2023 en el Senado. “No lo sé. A la luz de esto, me genera dudas”, admitió.
“Victoria Villarruel debió evitar por todos los medios que se trate el decreto en el recinto”, sostuvo el diputado cercano a Milei, “debió bancar la parada política porque el taparrabos judicial iba a aparecer”. De esta forma, sintetizaba buena parte del pensamiento oficialista, que era bloquear el proceso constitucional de un DNU, que debe ser ratificado por el Senado y solo puede ser derogado por una votación de ambas cámaras, algo que hasta ahora solo ocurrió de manera parcial.
Sin embargo, la tensión entre Villarruel y Milei es previa y se remonta al mismo día de la victoria oficialista, cuando la vicepresidenta festejó el triunfo estrenando un logo propio en una marcha convocada por ella misma, en lo que fue interpretado como un gesto de posicionamiento personal.
Poco después, en la repartición de los ministerios, el Presidente incumplió su palabra de campaña de entregarle las carteras de Seguridad y Defensa a Villarruel, una conocida defensora de las víctimas de la guerrilla en los años 70 cuyo vínculo con lo castrense se remonta a su abuelo e incluye a su padre Eduardo, un veterano de Malvinas arrestado en 1987 por negarse a jurar sobre la Constitución luego del regreso de la democracia, y su tío, Ernesto, que formó parte del centro clandestino de detención El Vesubio como oficial y solo evitó ser enjuiciado en la mega causa de lesa humanidad elevada a juicio en 2017 debido a su estado avanzado de senilidad.
En cambio, estos ministerios fueron para incluir en el gobierno a los dos integrantes de la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio, Luis Petri y Patricia Bullrich, y avanzar de esta manera en una suerte de alianza que se expresó de manera cabal en la frustrada votación del DNU 70/2023, donde además de la bancada libertaria, el proyecto fue apoyado por la totalidad del Pro y buena parte de la UCR.
Entre las polémicas recientes que cruzan al Presidente con su vice también está el aumento del 30% en las dietas de los legisladores que fuera aprobado por Villarruel y Martín Menem, en su rol de presidente de la Cámara de Diputados. Luego de que trascendiera la actualización salarial, Javier Milei los exhortó a anularlas, algo que Villarruel se vio obligada a hacer ante la presión del Poder Ejecutivo.
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