Qué hay detrás del operativo desgaste a Martín Guzmán que reactivó una diputada que reporta a Sergio Massa

“No alcanza con un ministro, hace falta algo más potente”. La diputada Cecilia Moreau, de estrecha confianza de Sergio Massa y también cercana a Máximo Kirchner, dio esa definición política después de hacer un diagnóstico negativo sobre la gestión de Martín Guzmán al frente del ministerio de Economía. La vicepresidenta del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos piensa que el joven funcionario “cumplió una etapa” tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y que ahora se imponen cambios para “dinamizar” al Gobierno.

Según pudo saber LA NACION, detrás de ese pensamiento que expresa Cecilia Moreau hay una idea extendida en el Frente de Todos: la de que la economía debería ser timoneada por una figura que no sea cuestionada por “ninguno de los espacios” de la coalición y que tenga la entidad suficiente como para ponerse al frente tanto de la política macroeconómica como de la generación de divisas y empleo, justamente dos de los puntos débiles del país por la carencia de dólares y el estancamiento del sector privado de la economía.

Cecilia Moreau, que no pide permiso para hablar pero que es vicepresidenta del bloque de diputados nacionales del FDT e integra el Frente Renovador massista, mantiene ese pensamiento desde hace tiempo y sus referentes políticos lo saben. “Veo que falta gestión y acción; de tener decisión de hacer más que de analizar. El acuerdo con el Fondo ya pasó”, había afirmado en FM Milenium. Y ayer ratificó sus dichos en una entrevista con LN+. “Necesitamos un ministro más humano”, se despachó la hija de Leopoldo Moreau.

Como presidenta de la comisión de Legislación General de la Cámara baja, la diputada massista encabeza el debate sobre la creación de un fondo especial de dinero “fugado” del país para destinarlo a pagar la deuda con el FMI. Ese es un punto que contacto que tiene con el kirchnerismo, que impulsó el proyecto y logró sancionarlo en el Senado. La discusión empezó ayer y el oficialismo la utiliza para reprocharle al gobierno del expresidente Mauricio Macri la forma en que se usaron los dólares que prestó el Fondo entre 2018 y 2019.

Pero más allá de los acuerdos que unifican criterios en el oficialismo, como la acusación al macrismo de que facilitó la “fuga de capitales”, las divergencias internas quedan expuestas a la hora de pensar el camino que debe seguir la economía tras el acuerdo con el Fondo Monetario, del que centralmente se encargó Guzmán. El propio Massa, jefe político de Cecilia Moreau, lo puso en estas palabras: “Si no bajamos la inflación, todo nuestro esfuerzo será en vano”, advirtió ayer el presidente de la Cámara baja desde Santiago de Estero. El mensaje se escuchó fuerte y claro en las oficinas del palacio de Hacienda.

Massa viene de apurar públicamente a Guzmán con la actualización del impuesto a las ganancias, que el ministro pretendía estirar al menos hasta el segundo semestre para que le cerraran los números ante las revisiones pendientes del FMI. El tigrense reclama ahora una actualización similar con el régimen de monotributo y también con los autónomos que pagan Ganancias. Su táctica no consiste en cuestionar a Guzmán desde lo discursivo, sino en marcar aspectos de la gestión que considera frenados, especialmente en lo que hace a los ingresos de la clase media.

En la misma línea se había manifestado Máximo Kirchner cuando exigió, junto a diputados de extracción sindical, que se anticipara el aumento del salario mínimo, vital y móvil a raíz de la inflación. Cecilia Moreau pivotea políticamente entre Massa y Máximo: reporta orgánicamente al Frente Renovador y fue segunda del hijo de la vicepresidenta Cristina Kirchner en la conducción del bloque del FDT hasta el portazo antes de que se tratara en Diputados el acuerdo con el FMI. La legisladora oriunda de San Isidro conservó ese puesto y ahora tiene un lugar protagónico desde la comisión de Legislación General.

Allí encabezó el debate por la ley de alquileres, con el que la Cámara baja retomó la actividad tras una extensa parálisis, y ahora emprendió el debate, en el mismo ámbito, de la iniciativa ultrakirchnerista -la impulsó el presidente del Instituto Patria, Oscar Parrilli- para localizar en el exterior los fondos “fugados” en el último tramo del gobierno de Cambiemos y usarlos para pagar la deuda con el FMI. El proyecto no genera pocos encontronazos con la conducción económica: el Banco Central objeta la intención de levantar el secreto bancario y una exfuncionaria de Guzmán, Mercedes D´Alessandro, que se fue por diferencias en el rumbo adoptado por el ministro, es una militante activa del proyecto.

En el señalamiento público que le hace a Guzmán, Cecilia Moreau incorpora otro elemento de carácter político, al reclamar al presidente Alberto Fernández que abra el sistema de decisiones, también en el Ministerio de Economía. Pone como ejemplo la convocatoria de Axel Kicillof a una mesa de la coalición en la provincia de Buenos Aires y sugiere que tanto el gobernador como Cristina Kirchner y Sergio Massa tienen “cosas para aportar” en la cartera clave de la administración nacional. “Alberto es el presidente y tiene la última palabra, pero en una coalición como la nuestra no tiene la única palabra”, repite la diputada.

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