Qué hacer con la central de espías, la reforma que más incomoda a Pro y que genera diferencias en Juntos por el Cambio

Qué hacer con los servicios de inteligencia en un eventual nuevo gobierno no es una definición sencilla para quienes buscan ordenar sus tropas y competir por la Presidencia en 2023. Y menos sencilla es para quienes formaron parte del gobierno de Mauricio Macri, cuya gestión en materia de inteligencia es duramente cuestionada por acciones de espionaje ilegal que son investigadas por la Justicia. No hay un dirigente de la oposición que se atreva a reivindicar la gestión de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani al frente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Ambos están procesados en al menos dos expedientes judiciales y su gestión se volvió una mancha venenosa por las acciones concretas de seguimiento contra dirigentes opositores e incluso de su mismo signo político.

Cada tanto, por algún hecho que se torna público, los servicios de inteligencia quedan en el ojo de la tormenta. El episodio del avión venezolano iraní sospechado de tener vínculos con el terrorismo, que se dio durante el recambio de autoridades en la AFI, reavivó el debate. Y si bien entre quienes quieren gobernar y destronar al peronismo en 2023 hay algunas definiciones vagas, no abundan las precisiones sobre cómo se gestionaría el sistema nacional de inteligencia. La materia aún genera incomodidad en las filas opositoras.

Elisa Carrió, la líder de la Coalición Cívica, dijo en más de una oportunidad que hay que eliminar la AFI. En 2016, apenas arrancó el gobierno de Macri, presentó un proyecto para suprimir la exSIDE y crear en su lugar un organismo que solo coordine a las fuerzas de seguridad en la prevención y el combate especialmente del narcotráfico, del terrorismo y del crimen organizado. La titular de la CC se lo había planteado a Macri antes de que el expresidente designara al broker de jugadores de fútbol Gustavo Arribas como director de la central de espías, y a Silvia Majdalani como su segunda. Ambos fueron blancos de fuertes críticas de Carrió a lo largo del gobierno de Cambiemos.

Esta eventual definición no le es ajena a Horacio Rodríguez Larreta, quien disputa el liderazgo de la oposición para pelear por la presidencia el año próximo. Si bien repite como un mantra que Juntos por el Cambio debe definir un plan de gobierno y anticipó los ejes centrales de su proyecto económico y político en reuniones con el círculo rojo, Larreta aún no tiene claro qué hacer con la AFI: le genera una suerte de negación.

Durante 2020, el jefe porteño se constituyó como parte querellante (es decir, como víctima) en uno de los expedientes por espionaje ilegal. Él fue seguido por la propia AFI durante el gobierno de Macri. Aún así, no apeló ninguna decisión favorable a Arribas y Majdalani, y tampoco buscó impedir, como la mayoría de los demás querellantes, el pase de la causa de Lomas de Zamora a Comodoro Py.

En Uspallata reconocen que se trata de una decisión de extrema sensibilidad política, que deberán encarar más adelante. “Yo la desharía”, le oyeron decir sus colaboradores a Larreta.

Entre los asesores judiciales del larretismo se escuchan distintas visiones sobre el futuro de la AFI. Están los que advierten que eliminar la agencia sería “absurdo” y abogan por profesionalizar al organismo para que sea capaz de combatir el crimen organizado y los delitos complejos, como la trata. Otras espadas de Larreta en la Justicia le sugieren una reforma más disruptiva: suprimir la estructura actual de la AFI y montar un “museo” en la sede ubicada en 25 de Mayo para conformar una suerte de Pentágono, en alusión al Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Es decir, hacer una “revolución” con un plan estratégico en materia de inteligencia. Le sugieren armar un organismo “nuevo” y “transparente”, que se enfoque en la inteligencia criminal. Y, además, que se ocupe del combate contra el terrorismo, el narcotráfico y la trata de personas.

En los equipos de trabajo de Patricia Bullrich circulan ideas más nítidas respecto de una eventual gestión en materia de inteligencia. Sostienen que la AFI debe estar abocada a la producción de inteligencia estratégica y el Sistema Nacional de Inteligencia debe englobar a las direcciones de inteligencia de las fuerzas, de manera que estas produzcan inteligencia criminal.

“Hay que cambiar la Ley [la Ley 25.520] y volver a una ley de inteligencia que saque de la AFI a la investigación criminal y la deje como inteligencia estratégica”, dijo Bullrich a LA NACION. “El sistema nacional de inteligencia debe tener una coordinación operativa estable, con todas las policías para la investigación del delito, la inteligencia militar e inteligencia penitenciaria. La AFI debe ser nuestra Cancillería, es decir, producir inteligencia en comunidad con las agencias que trabajan sobre los riesgos existentes en el mundo”, agregó.

Ayer, la titular de Pro se mostró junto a Cristian Ritondo, jefe de la bancada del macrismo en Diputados, para anunciar que impulsará un proyecto para crear una Agencia Federal Antinarcotráfico.

Para temas relacionados con inteligencia y seguridad, Bullrich escucha las opiniones de George Chaya y Ricardo Ferrer Picado. También la asesora un abogado experto en contraterrorismo y seguridad que trabajó para la órbita del Ministerio de Seguridad.

Respecto de cómo reclutar a los agentes, la exministra de Seguridad acotó: “Todos los agentes que no hayan pasado por la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI) no podrán estar, e incluso sobre aquellos que sí hayan pasado por la escuela, habrá que analizar sus perfiles. Para entrar a la AFI se requerirá un examen ciego, aún pasando por la ENI. Es decir, nadie entra por recomendación. Los protocolos serán claros y públicos, los que puedan ser públicos”.

En la UCR también piensan en una reestructuración de la “casa”, pero aún no elaboraron un plan en detalle. El gobernador de Jujuy y jefe del radicalismo, Gerardo Morales, quien integró la comisión bicameral de Inteligencia del Congreso hasta diciembre de 2015, se opone a eliminar la AFI, pero haría “cirugía mayor” en el organismo que conduce Agustín Rossi, según fuentes cercanas al jujeño. Considera que tiene que haber un fuerte control político sobre la agencia, a la que imagina dedicada a la inteligencia criminal” y a conflictos que afecten la defensa nacional y la seguridad interior. El jujeño planea encargarle un paper a la Fundación Alem. El médico radical Facundo Manes, otro de los presidenciables de la UCR, prefirió no responder sobre el tema ante la consulta de LA NACION.

Mientras tanto, Encuentro Federal, la fundación de la fuerza de Miguel Ángel Pichetto, quien aspira a competir por la presidencia en 2023, armó un área de inteligencia, defensa y seguridad para diseñar planes. El grupo de expertos, que coordina Miguel Ángel Toma, exsecretario de la exSIDE durante el gobierno de Eduardo Duhalde, piensa proponer una modificación de la ley de inteligencia para incorporar la tecnología para hacer investigaciones en la red. En el espacio de Pichetto consideran que los servicios de inteligencia fueron “destruidos” en la Argentina. “El kirchnerismo echó a todos los ‘cuadros’. Se convirtió en una agencia de colocación, dedicada a la utilización de los fondos reservados”, dicen en Encuentro Republicano.

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