Pullaro y Kicillof coincidieron en que “el narcotráfico no entiende de límites provinciales ni banderías políticas”
Ambos gobernadores se reunieron en Rosario para generar mayor coordinación en la lucha contra el crimen organizado; es el segundo encuentro que mantienen en dos meses
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ROSARIO.- Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires, viajó a Rosario para reunirse con su par santafesino Maximiliano Pullaro con el objetivo de acordar lineamientos en las dos provincias sobre la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico. Ese fue el título general de un encuentro que incluyó una extensa reunión en privado entre ambos, una recorrida por la central de información que funciona en la gobernación, llamada OJO, y luego una conferencia de prensa en conjunto.
Desde ambos sectores coinciden en que Kicillof y Pullaro tienen una buena relación, y que la coincidencia generacional, aunque con miradas y posturas ideológicas sobre la realidad actual, ayuda a que el vínculo se fortifique. Pullaro valora la actitud que tuvo el gobernador bonaerense en la mayor crisis que enfrentó el radical en su gestión, cuando a principios de marzo pasado se sucedieron cuatro crímenes contra trabajadores, ordenados por grupos narcos de Rosario, que provocaron una parálisis total en la ciudad.
En esa oportunidad, Kicillof envió al ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, con 80 camionetas blindadas marca Nissan que fueron claves para reforzar los patrullajes de la Policía. Pullaro las devolverá cuando se termine el proceso de compra de 700 móviles policiales que, según calculan en el gobierno santafesino, será en agosto próximo.
Como si fuera una paradoja de la situación política actual, las camionetas de la Policía bonaerense están siendo conducidas por gendarmes que envió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, porque los efectivos de las fuerzas federales también tienen un problema de déficit de vehículos.
Pullaro y Kicillof ya se habían reunido en marzo pasado en San Nicolás para firmar un primer acuerdo en materia de seguridad. Esta vez el anfitrión fue el dirigente radical, que la semana pasada tuvo otra visita de un hombre del espacio de Unión por la Patria, como fue Leandro Santoro. La foto que se sacó con Pullaro y que el propio gobernador difundió provocó cierta sorpresa por el trato amistoso entre ambos, algo que se remonta a la época en que eran militantes universitarios.
Antes de llegar a Rosario, Kicillof visitó a otro gobernador que está lejos de su postura política, como es el chubutense Ignacio Torres, que protagonizó un fuerte conflicto con el presidente Javier Milei en la previa a la discusión de la Ley Bases en la Cámara de Diputados. Fuera de su provincia, la estrategia del gobernador bonaerense apunta a mostrar un interés federal y empezar a tener diálogo con dirigentes que no pertenecen a su espacio político. Dentro del universo del peronismo, Kicillof es uno de los posibles anotados para renovar ese espacio y despuntar en un futuro como candidato presidencial.
Las elucubraciones políticas también incluyen en ese plano a Pullaro, que mide con frecuencia, a través de estudios de opinión, su popularidad por fuera de las fronteras de Santa Fe. Por afuera de los esquemas políticos a futuro la realidad es más intensa, sobre todo frente a problemas graves, como la seguridad. Y en ese punto desde la provincia de Buenos Aires coinciden en que el fenómeno narco de Santa Fe, con una fuerte incidencia en los hechos de violencia extrema, no respeta los límites provinciales.
En varias investigaciones que comenzaron a cristalizarse el año pasado se identificaron algunas alertas en ambas provincias. Por un lado, que eslabones de la banda de Los Monos se habían asentado en distritos calientes del conurbano bonaerense, como Moreno y San Martín. El objetivo era estar cerca de los proveedores de cocaína en esas zonas de la provincia de Buenos Aires, y después trasladarlas a Rosario.
Un ejemplo es el caso de Leonardo Saravia, conocido en el ambiente criminal como Leo Rey. Otro protagonista es Daniel Godoy, que es oriundo de la zona norte de Rosario y se había instalado en Moreno, al oeste del conurbano, donde la violencia narco supura de manera similar que en Rosario. Ambos traían cocaína desde el conurbano a Rosario.
Leo Rey, que tenía relación directa con el histórico jefe de la banda de Los Monos, Ariel Cantero, alias El Viejo, fue detenido cerca de Pergamino el 18 de marzo de 2023 con 22 kilos de cocaína de máxima pureza. Esa droga iba primero a un laboratorio clandestino en la localidad de Pérez, en las afueras de Rosario, donde la estiraban con insumos químicos hasta superar los 100 kilos, que –según los investigadores- les alcanzaba para la comercialización en los búnkeres en Villa Banana y Vía Honda para todo un mes. Leo Rey había adquirido ese cargamento por 198.000 dólares. También se detectó un flujo inverso de la cocaína, de Rosario hacia esos distritos del conurbano.
Ante ese escenario, Kicillof y Pullaro coincidieron en que “el narcotráfico no entiende de límites provinciales ni de banderías políticas y por eso nuestros gobiernos necesitan de políticas conjuntas para mejorar la calidad de vida de los millones de santafesinos y bonaerenses”.
“Más allá de las diferencias que podemos tener en cuanto a los posicionamientos políticos, partidarios o ideológicos, necesitamos trabajar en forma coordinada en temas tan sensibles como la seguridad y el narcotráfico, así como también en educación, salud”, consideró Kicillof. En ese punto, aprovechó para lanzar una fuerte crítica a Milei. “Ante un presidente que tiene un pensamiento distinto, debemos reforzar esta estrategia”, advirtió el mandatario bonaerense.
Pullaro, por su parte, también valoró el encuentro con Kicillof y esta posibilidad de coordinar políticas para combatir el accionar de bandas narcocriminales que desarrollan sus delitos tanto en territorio santafesino como bonaerense: “No es la primera vez que nos juntamos, lo venimos haciendo desde principios de año y con resultados que ya empiezan a verse en el territorio”, aseguró el gobernador de Santa Fe.
“Lo que hacemos hoy con la provincia de Buenos Aires es porque tenemos problemas comunes. Este convenio tiene que ver con la inteligencia, con investigaciones complejas, con el trabajo mancomunado y articulado de la provincia de Buenos Aires y de Santa Fe. Significa que estamos dispuestos a ir hasta hueso contra estas organizaciones criminales, que aquí generan violencia y lastiman fundamentalmente a un estrato de la sociedad, pero que eso puede cruzar las barreras de Santa Fe y extenderse a otras provincias de la Argentina”, remarcó Pullaro.
Distintas posturas
Después, cuando se habilitaron las preguntas de los periodistas presentes, les consultaron entre otras cosas por el Pacto de Mayo que convocó el Gobierno nacional encabezado por el presidente Milei, que podría pasar de Córdoba -sede original propuesta para el 25 de mayo- a Rosario el próximo 20 de junio. Mientras Pullaro se mostró receptivo a aceptar la convocatoria, Kicillof la rechazó tras asegurar que “eso no es un pacto, es una convocatoria a firmar algo que ya está escrito”.
Después del encuentro con Pullaro, Kicillof reiteró también un encuentro con Juan Monteverde, quien peleó cabeza a cabeza la intendencia de Rosario con el actual jefe comunal Pablo Javkin. Monteverde es el líder de Ciudad Futura, una agrupación de izquierda moderada, que hizo una alianza con sectores del peronismo, como el Movimiento Evita. Kicillof mantuvo reunió a la tropa peronista en el club Central Córdoba, en la zona sur de Rosario, donde también estuvo el exjefe de Gabinete Agustín Rossi.
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