Pruebas Unesco: el ministro de Educación de Mauricio Macri desmintió al Gobierno y habló de un “ciclo de decadencia” educativa durante el kirchnerismo
Alejandro Finocchiaro negó que haya habido un desfinanciamiento del área durante el macrismo; responsabilizó a las gestiones que lo precedieron por el desempeño de los estudiantes en los exámenes y planteó: “Los resultados de aprendizaje se observan en el mediano plazo”
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El ministro de Educación durante la gestión de Mauricio Macri, Alejandro Finocchiaro, desmintió este martes a los funcionarios del Gobierno que, a partir de los resultados negativos arrojados por las pruebas realizadas por la Unesco en la Argentina, denunciaron un desfinanciamiento en el área educativa entre 2016 y 2019. En declaraciones a LA NACION, el exfuncionario reivindicó las iniciativas impulsadas durante el macrismo para mejorar la calidad de la enseñanza y acusó al kirchnerismo de haber liderado un “ciclo de decadencia” en la materia, cuyas consecuencias se extienden hasta el presente.
En respuesta a las acusaciones del ministro de Educación, Jaime Perczyk, y de la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, Finocchiaro aclaró: “Hablar de inversión educativa es, también y principalmente, hablar de la responsabilidad de las provincias que tienen a cargo las escuelas y el 75% del porcentaje del PBI que señala la Ley de Financiamiento. A nadie que conozca un poco el sistema esto se le puede escapar. Mucho más cuando a esas provincias se les han devuelto 15 puntos de coparticipación después de ese año 2015 que es tomado como nivel, un período que fue claramente excepcional”. Asimismo, planteó que “mucho podríamos analizar en términos de la utilización concreta y final de los montos contabilizados, pero ese es otro análisis”.
Aunque el exministro evitó hacer declaraciones sobre el último punto, fuentes de la cartera educativa durante el macrismo consultadas por este medio plantearon: “La inversión se pone en el aprendizaje de los chicos o se pone en otro lado. Y durante las etapa kirchnerista existió una distorsión educativa donde la inversión estuvo destinada a la búsqueda de otro tipo de objetivos: sostener un sistema adoctrinador que es más sindical que educativo y que genera más masa de poder político de lo que se interesa por garantizar el derecho a aprender consagrado en la Constitución”.
Más allá de la digresión, Finocchiaro fue tajante frente a las acusaciones del Gobierno: “No es cierto que hubo desinversión del Gobierno nacional en el período 2016-2019. Y pensar que la inversión es la única variable con peso en los resultados de estas evaluaciones es otro severo error”, lanzó. Para ejemplificar este último punto, resaltó el resultado de las pruebas PISA 2013, donde “cerca de dos tercios de los estudiantes argentinos no alcanzaron los niveles mínimos de aprendizaje en matemáticas y un 50% no alcanzó el mínimo en lectura y ciencia”.
Asimismo, destacó que un segundo relevamiento realizado a nivel regional por la Unesco en 2019 sobre los marcos curriculares, pedagógicos y las instancias de evaluación, “no arrojó un mal resultado, en absoluto. Los que sí fueron negativos, aunque no sorpresivos, son los resultados de las pruebas de los alumnos”.
De acuerdo con el exministro, la prueba ERCE “muestra, en definitiva, que el diagnóstico que se tenía del largo proceso de deterioro de la calidad educativa era correcto. Incluso el cuadro comparativo, 2006, 2013, 2019, exhibe con claridad el ciclo de decadencia que cubrió en materia educativa toda la gestión kirchnerista”. Y agregó: “Desde ese 2006 -pongo el eje de referencia ahí porque es el primero en el documento que interpreta los resultados interpretados-, la Argentina no ha hecho más que caer en términos relativos y absolutos como muestran nuestras evidencias”.
“Resultados a mediano plazo”
Según Finocchiaro, aún con una muestra comparativamente muy pequeña frente a las de los dispositivos Aprender, la evaluación de la Unesco “vuelve a subrayar la necesidad de enfocarse en las áreas de Lengua y Matemática, conclusión a la que habíamos llegado y hacia donde apuntamos la formación inicial docente y los programas de formación situada, en los ateneos docentes, los reportes por escuela y en el desarrollo del plan Aprender Matemática, para el que capacitamos a formadores de formadores luego de años de trabajo”.
Sobre los resultados obtenidos a partir de dicha política, afirmó que “en Lengua, aunque todavía incipiente, empezaba a vislumbrarse nuestra mejora relativa y la disminución del segmento más postergado del alumnado. Además, nuestras evaluaciones permitieron implementar el plan de Escuelas Faro, donde desplegamos toda la batería de recursos del Estado, materiales y pedagógicos, para revertir ese destino que, como señala ERCE, está fuertemente determinado por lo que llaman ‘factores asociados’. Al respecto, aseveró: “Las Faro lograron saltar esa barrera de contexto con resultados superiores al promedio nacional”.
Frente a los datos negativos que se desprenden de las pruebas de la Unesco, señaló: “Es necesario tener presente algo: en Educación, los resultados de aprendizaje se observan en el mediano plazo. Con lo cual, los resultados no son solo el producto de una gestión de gobierno, sino también de las anteriores. Mucho más si durante largos períodos, aunque parezca increíble, el foco del sistema educativo no estuvo puesto en el aprendizaje de los chicos “.
El estudio de la Unesco
En las evaluaciones realizadas por la Unesco en alumnos de 3er grado, los estudiantes argentinos quedaron ocho puntos por abajo del promedio regional. Alcanzaron 689 puntos de promedio en lectura y 690 en matemática. En matemática, el 48,9% solo pudo alcanzar un rendimiento básico, mientras que en lengua el 46% de los alumnos pudo rendir en el nivel 1.
Por su parte, los estudiantes de 6to pudieron alcanzar el promedio general en lectura. Llegaron a los 698 puntos. Sin embargo, en matemática quedaron siete puntos abajo del rendimiento regional. Y los peores índices surgieron con la evaluación de ciencias naturales, donde la Argentina quedó 20 puntos por debajo del resto de los países evaluados.
El Gobierno atribuyó el mal desempeño a la gestión precedente. “El desprecio por la educación pública del gobierno de Mauricio Macri nos llevó a un piso histórico. Las evaluaciones del 2019 muestran el daño infringido por la desinversión en el área. Desde ese desastre, más las consecuencias de la pandemia, estamos reconstruyendo”, escribió la vocera de la Presidencia, Gabriela Cerruti, en Twitter.
Hizo lo propio el ministro de Educación, Jaime Perczyk, que afirmó que una razón “fundamental” detrás de los resultados obtenidos en la Argentina fue “la profunda desinversión educativa del período 2016-2019″.
¿Por qué? Una razón fundamental aunque no la única, es la profunda desinversión educativa del periodo 2016-2019.
— Jaime Perczyk (@jaimeperczyk) November 30, 2021